Bolivia pierde mercados por falta de oferta de gas natural

Enarsa dice que no prevé construir el ducto a Argentina porque trasladará «aire».

LA PRENSA



Exposición: uno de los expertos en energía en el primer congreso sectorial celebrado en Santa Cruz, ayer

Santa Cruz / La Prensa.- Argentina y Brasil optaron por cambiar su matriz energética de gas natural al gas natural licuado (LNG, por sus siglas en inglés) debido a que Bolivia no produce lo suficiente como para atender su potencial demanda. Además, la estatal Energía de Argentina S.A. (Enarsa) aseguró que no planea construir el gasoducto binacional con Bolivia para no trasladar «aire».

Chile y Uruguay, otros dos potenciales mercados, también cambiaron de estrategias de suministro y apuestan por el LNG.

Ayer, Brasil, el principal consumidor de gas de Bolivia, confirmó la construcción de una planta de LNG «para reducir» la dependencia energética.

Varios expertos en hidrocarburos que participaron en el primer Congreso Internacional Bolivia, Gas y Energía 2008″, ayer en Santa Cruz, alertaron sobre los efectos para Bolivia de la falta de inversión y desarrollo de los campos.

Según Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la producción de gas natural de Bolivia es de 40 millones de metros cúbicos diarios —aunque una publicación de Energy Press asegura que bajó a 34 millones— y suministra 31 millones a Brasil, alrededor de siete millones al mercado interno y menos de tres a Argentina, al que debería entregar 7,7 millones este año y 27,7 millones para el año 2027.

El Gobierno aseguró que la falta de producción se debe a que en gestiones anteriores no se desarrollaron los yacimientos por razones políticas.

El brasileño Marco Tavares, consultor de Gas Energy, empresa de reciente creación, ratificó que por falta de inversión Bolivia bajó sus reservas probadas de gas natural, que la convertían en la segunda potencia energética, luego de Venezuela, de 27 a 18 trillones de pies cúbicos (TCF), dato publicado la semana pasada por este diario.

En este contexto, los expertos consideran que el LNG (liquid natural gas) es una alternativa interesante para los países que eran los potenciales compradores de energía de Bolivia.

El LNG es el mismo gas natural, pero que a través de un proceso químico se lo condensa para ser transportado líquido grandes distancias por mar en tanques metaneros.

La representante de la empresa Energy CERA (con sede en Estados Unidos) Sylvie D’Apote, a quien le tocó exponer el tema de la demanda y la oferta energética, dijo que el problema es la falta de crecimiento de las reservas de gas boliviano, lo que desembocó en que ese energético no llegue a los mercados debido a la ausencia de producción y transporte. «El LNG está dando tiempo a los países, a Bolivia, a Argentina, para aclarar sus asuntos nacionales y retomar, en cuatro o cinco años, su capacidad de producción. Ese combustible es una oportunidad para la región y además lleva una referencia de precios».

D’Apote señaló que el LNG ingresa con fuerza en la región. Argentina adquiere el energético de Trinidad y Tobago y ya puso en funcionamiento una planta de regasificación (o evaporación) en la localidad de Bahía Blanca.

Chile, por su lado, desde hace dos años impulsa la construcción de centrales de regasificación de gas natural para atender su demanda de energía, ya que en la actualidad lo compra de Argentina, que también tiene déficit.

Se conoció que Uruguay también empuja otras iniciativas similares en su territorio, debido a que consume gas de Argentina.

«El LNG —dijo D’Apote— va a quedarse y va a entrar de manera significativa en la matriz energética del Cono Sur».

A su juicio, entre 2011 y 2012 el precio de ese combustible, en función de la oferta y demanda, estará entre seis y ocho dólares por millón de Unidades Térmicas Británicas (BTU). Argentina paga 17 dólares el millón de BTU. En el mercado internacional cuesta entre 14 y 18 dólares.

Desde la óptica de Tavares, el gas boliviano es más «competitivo» que el LNG, que está destinado a la generación de termoelectricidad. «Creo que tiene una ventana muy importante de oportunidades para llegar a los mercados. Tiene mercados, lo que no tiene son condiciones para invertir».

Cuando al secretario ejecutivo de Arpel, el argentino José Félix García, le preguntaron si la irrupción del GNL en la región debilitará la integración regional, respondió que la «seguridad energética es fundamental, es como la seguridad alimentaria. A futuro, eso va a generar mejores condiciones de integración regional».

En su análisis, lo fundamental es que Bolivia solucione sus problemas internos, a través del diálogo y la concertación, para generar confianza en el sector de hidrocarburos. Es como en el matrimonio: nadie se casa si no está de acuerdo».

El argentino Pablo Givogri, de Consultores R. García, señaló que la irrupción del LNG en el mercado sudamericano significa que «vamos hacia una diversificación de la matriz energética en la región. Es válido».

Adiós al gasoducto

«Qué sentido tiene invertir 2.500 millones de dólares si posiblemente lo que haya que exportar sea aire». Así respondió a La Prensa un ejecutivo de Enarsa, quien pidió el anonimato, cuando se le consultó por las demoras en la construcción del Gasoducto al Noreste Argentino (GNEA) y por la acusación de retrasos lanzada por YPFB.

Lamentó que Bolivia no envíe el gas comprometido en el contrato, por lo que ahora las partes negocian nuevos volúmenes y plazos.

Hace dos semanas, este diario informó que la falta de oferta de gas boliviano complica la construcción del ducto. YPFB aseguró que no era cierto.

Lula inaugura planta de LNG en Río

La nueva terminal marítima para importar gas natural licuado (LNG, por sus siglas en inglés) inaugurada ayer en Brasil será estratégica para disminuir la dependencia del país del combustible de Bolivia, señaló el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La terminal, en el puerto de Pecém, estado de Ceará (noreste), comenzará a operar diez o 15 días después de algunos ajustes técnicos, destacó Lula en un acto oficial transmitido en vivo por la televisión oficial.

La planta tiene capacidad para descomprimir el GNL y convertirlo en siete millones de metros cúbicos por día, lo que según la petrolera estatal Petrobras aumentará en 11 por ciento la actual oferta del combustible en el mercado, que es de 60 millones de metros cúbicos por día. También le dará más flexibilidad y seguridad a la oferta interna del gas en la red nacional para la generación de electricidad de origen térmico.

Lula señaló durante la visita a las instalaciones que ha sido «gratificante» ver la terminal construida en el tiempo récord de ocho meses. Explicó que el proyecto fue decidido en noviembre de 2006, cuando Brasil afrontaba «un problema muy serio con el compañero Evo Morales y el gas importado de allá».

Brasil importa de Bolivia unos 30 millones de metros cúbicos de gas natural por día, a través de un gasoducto binacional que abastece la mitad del mercado interno.

Morales ha intentado sin éxito aumentar la tarifa cobrada a Brasil por ese combustible. «Dijimos que no queríamos dejar de importar el gas de Bolivia, pero que no queríamos seguir dependiendo de solamente un país, sino ampliar las posibilidades y tener otros proveedores para tener más seguridad».

Petrobras anuncia una inversión de $us 1.000 millones

La compañía brasileña Petrobras aseguró que se siente cómoda como operadora en Bolivia y que junto con sus socias está programando nuevas inversiones que en cinco años sumarán 1.000 millones de dólares.

La información fue proporcionada por su máximo ejecutivo en Bolivia, Claudio Castejón, quien participó en el Primer Congreso Internacional de Gas Natural y Petróleo.

La tarea que está realizando es la perforación exploratoria del pozo Ingre, con una inversión de 40 millones de dólares, para llegar a una profundidad de 4.800 metros, con perspectivas de encontrar nuevo reservorio.

También hay proyecciones para desarrollar los megacampos San Alberto y Sábalo, en Tarija, para aumentar la producción de gas natural, fundamentalmente.

Ésta es un área nueva en las que «tenemos las mejores perspectivas, pero hay que tomar en cuenta también que este pozo tiene un factor de riesgo bastante bueno, aun así tiene un 30 por ciento de riesgo».

Ingre «es un buen prospecto en términos geológicos y es una buena oportunidad, por eso estamos haciendo las perforaciones exploratorias», subrayó el ejecutivo de Petrobras-Bolivia.

Las inversiones programadas incluyen varios proyectos «que son negociados previamente con los socios y después pasa por aprobación de YPFB, (los) que en su conjunto, hasta cinco años, llegan a 1.000 millones de dólares».

Según el ejecutivo, tanta es la confianza de Petrobras Bolivia que está negociando con la casa matriz de la petrolera, ubicada en Río de Janeiro, para que destine parte de sus recursos a construir un edificio que albergue a esta compañía en Bolivia.

Ese proyecto estaba en los planes de la firma, pero se quedó en el congelador.

Las obras se ejecutarían en Santa Cruz de la Sierra y comenzarían el próximo año, pero para que todo se materialice, la empresa debe esperar la aprobación de los ejecutivos de Petrobras.

Los puntos de vista

«Bolivia está experimentando una caída de las reservas bastante fuerte y el panorama aún es más grave por la irrupción del LNG, que representa un suministro en cierto sentido más seguro. El futuro para el país es incierto, pero potencialmente todavía es bueno, la cuestión es un cambio de actitud por parte de YPFB para hacer cosas concretas».

Francesco Zaratti / Analista

«Faltan inversiones en la región. En Argentina y en Bolivia hay déficit de gas en los próximos cuatro o cinco años y la llegada de LNG les quita algo de mercados. Los ciclos de inversiones se tienen que dar en América Latina, en caso contrario vamos a seguir viendo la llegada de más gas de fuera, como Australia, de donde viene el gas, y de Japón, donde se fabrican los barcos».

Álvaro Ríos / ex Ministro de Hidrocarburos

«Bolivia necesita resolver urgentemente sus problemas para aumentar su producción de gas, porque hay el peligro de que el gas natural licuado venga a reemplazar al gas en toda la región. Se dijo que el precio del LNG podría caer entre ocho y seis dólares el millón de BTU, lo que significaría que estaría en competencia con Bolivia y nos sacarían del mercado».

Humberto Vacaflor / analista