‘Guerra’ a los expendedores y drogadictos

Reacción. Por robos, vecinos de la Villa atacaron una casa. La Policía intervino

Berthy Vaca Justiniano | [email protected]



Al suelo. El cerco de madera y alambre que protegía la vivienda fue arrancado por los exaltados residentes del barrio

Palos, piedras, ladrillos y otros objetos contundentes fueron arrojados ayer por una turba enardecida de vecinos contra una casa de un presunto expendedor de droga al raleo en el barrio Cañada Tres Lagunas, en la Villa Primero de Mayo, donde los habitantes manifestaron estar cansados de la presencia de pitilleros y de los continuos asaltos a niños y adultos.
El ataque se produjo alrededor de las 10:30 y se prolongó hasta pasado el mediodía en un inmueble, ubicado en la calle 21 de la avenida Che Guevara, cuyos ventanales, el tejado, el jardín y el cerco de alambre y de madera fueron dañados por los exaltados, que tenían planeado prenderle fuego pese a la presencia de unos diez policías que observaron impotentes la arremetida contra la vivienda en la que los ocupantes, entre ellos menores de edad, se encerraron para evitar agresiones físicas.
Según algunos vecinos, la ‘gota que rebalsó el vaso’ fue el asalto a Ramona Pedraza N., una mujer que se gana la vida vendiendo comida en dicha calle. Un sujeto la amedrentó e hizo que la víctima quedara con el cuello torcido como consecuencia de una crisis nerviosa. “Anoche, a las 19:00, un pitillero asaltó a la señora. Los atracos son cosas de todos los días y todas las noches. Hace dos semanas golpearon a mi marido”, señaló una mujer.
En un momento dado los vecinos intentaron quemar la casa, por lo que los pocos uniformados desplazados hasta el lugar solicitaron refuerzos. Al poco rato llegaron por lo menos unos 100 efectivos antimotines, agentes de la Felcn, el flamante comandante departamental de la Policía, Franz Lea Plaza, y dos fiscales, que lograron apaciguar los ánimos e inspeccionaron el inmueble puesto en la mira por los residentes y otro situado en la esquina, en el que, a decir de los lugareños, también venden droga.
“No podemos salir tranquilos. Lo hacemos con el Jesús en la boca, porque el rato menos pensado nos asaltan. Tenemos miedo de que los niños salgan. Estamos cansados de los maleantes y de los pitilleros. Si uno, en defensa propia, mata a uno de ellos, los jueces nos meten presos. Ustedes en vez de apoyar a los vecinos apoyan a los maleantes”, le dijo Claudia Pareja Torrico al comandante Lea Plaza, que se comprometió a dar seguridad en la zona. “Vamos a hacer los mejores esfuerzos para que en este sector haya una unidad de Radiopatrulla 100 y les enviaremos un oficial para que les dé charlas sobre la seguridad ciudadana”, indicó la autoridad.
El vecindario demandó que los expendedores de droga sean expulsados del barrio. Indicaron que si continúan haciendo sus fechorías, los sacarán por la fuerza.

Lea Plaza se estrenó como jefe local
La primera intervención operativa del flamante comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Franz Lea Plaza, fue ayer en el barrio Cañada Tres Lagunas, donde decenas de vecinos acorralaron a los ocupantes de un inmueble, acusados de promover el delito al vender droga al raleo.
Inicialmente la Policía le restó importancia al problema y envió a 10 agentes, pero al arreciar las agresiones a la casa de los sindicados, tuvo que desplazar por lo menos a un centenar de uniformados. Lea Plaza llegó también y logró calmar los ánimos.
La autoridad policial dijo: “Voy a tratar de estar en los lugares donde haya conflictos y mañana (hoy) tengo que presentarme ante el prefecto del departamento para darle las novedades. Espero que los estantes y habitantes de Santa Cruz ayuden a la Policía. Ya no es hora de enfrentamientos. No queremos generar violencia y tampoco provocarla. Lo único que queremos es servir al pueblo de Santa Cruz”.
Admitió que asume el mando en un momento crítico, pero dijo que la Policía se mantendrá al margen de la Política. “He venido a trabajar por la seguridad, y eso haré”, señaló y añadió que reconoce a Rubés Costas como la primera autoridad del departamento. ¿A quién obedecerá?, se le preguntó, y respondió: “Esa pregunta no la respondo porque crea conflicto”.