Insulza no ve señales de que EEUU quiera derrocar a Evo

José Miguel Insulza, afirmó que no tiene indicios para creer que Estados Unidos quiera derrocar al presidente Evo Morales, como éste ha afirmado.

La OEA participa como facilitadora del diálogo entre el Gobierno y los prefectos en Bolivia.

Insulza dijo que no quiere problemas en América Latina.



La Prensa

Foto ABI (archivo)

Washington / EFE.- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirmó que no tiene indicios para creer que Estados Unidos quiera derrocar al presidente Evo Morales, como éste ha afirmado.

Insulza expresó a la revista Cosas, citado por Efe, «no creo que haya una voluntad norteamericana unívoca por derrocar al Gobierno de Morales. Por el contrario, creo que Estados Unidos no quiere ese tipo de problemas hoy día en la región porque tiene muchos otros que enfrentar».

La publicación de la entrevista en el reciente número de esta revista coincidió con el anuncio de Estados Unidos de que inicia hoy el proceso para suspender los beneficios arancelarios que disfruta Bolivia, por su presunta falta de cooperación en la lucha contra el narcotráfico.

La entrevista se desarrolló el 15 de septiembre en Santiago de Chile, adonde Insulza viajó para participar en la reunión extraordinaria de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) que la presidenta pro tempore de esa organización, la mandataria chilena Michelle Bachelet, convocó para tratar la crisis de Bolivia.

Preguntado sobre el papel que ejerce la OEA, en la que participa Estados Unidos, en relación con la Unasur, que agrupa a los doce países sudamericanos, Insulza destacó que «la OEA es el organismo internacional que está más presente en el país, y no porque ahora haya una reunión de la Unasur va a perder su papel».

En el encuentro celebrado en Santiago, la Unasur emitió una declaración en defensa de la democracia y de la administración gubernamental, sacudido por los disturbios en el país debido a la oposición de regiones autonomistas al proyecto de una nueva Constitución y a las supuestas amenazas de un golpe de Estado. Antes de esa reunión, Morales expulsó al embajador de EEUU en Bolivia, Philip Goldberg, al que acusó de instigar las protestas contra su Gobierno, y el embajador boliviano en Washington, Gustavo Guzmán, también tuvo que dejar el país del norte.

En cuanto a la actuación del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien buscaba una condena expresa de la Unasur a EEUU, el líder de la OEA apuntó que «es la segunda vez que pasa en el año», en referencia al «episodio entre Ecuador y Colombia, con retiro de embajadores incluido», tras el ataque del Ejército colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en territorio ecuatoriano. «Esperaría que Venezuela deponga ese tipo de acciones y entremos directamente en el problema boliviano, porque los verdaderos protagonistas son los bolivianos».