Contrabando y narcotráfico en Pando, ¿negocio para un ministro?

Desde el momento en que se perpetró el golpe contra Leopoldo Fernández, el ministro Quintana tomo las riendas de la Zona Franca Cobija y se puede decir que tiene la ultima palabra sobre  la totalidad de los cargamentos que llegan hasta ese lugar en tránsito hacia el Brasil.

 



Ministro Juan Ramón Quintana (foto ABI)

Muchos se habrán preguntado por que se eligió al departamento de Pando para iniciar las acciones de desestabilización de la prefecturas autonomistas. Es claro que hacerlo, por ejemplo, en Santa Cruz o Tarija hubiera tenido un impacto político de graves consecuencias para el propio gobierno.

Sin embargo, cálculo político aparte, Pando tiene ciertas características que lo hacen ideal para determinadas actividades que podríamos describir como non sanctas, el contrabando por ejemplo amén del narcotráfico.

Para el ministro de la Presidencia , Juan Ramón Quintana, ciertamente no podían pasar desapercibidos esas importantes cualidades y es más, les venía sacando provecho desde hace tiempo atrás.

Recordemos los 33 camiones cargados de contrabando que fueron descubiertos el pasado mes de julio y cuyo paradero se desconoce en la actualidad. Las propias autoridades aduaneras denunciaron que este cargamento, según declaraciones de los contrabandistas, tenía el visto bueno del ministro Quintana, así llegó hasta Pando  y pasó al Brasil, con la ayuda de su cómplice, el ahora prefecto de facto, contralmirante Landelino Bandeira.

Desde el mismo momento en que se perpetró el golpe contra Leopoldo Fernández, el ministro Quintana, previsor como siempre, tomo las riendas de la Zona Franca Cobija y se puede decir que tiene la ultima palabra sobre  la totalidad de los cargamentos que llegan hasta ese lugar en tránsito hacia el Brasil.

Se trata sin duda de un negocio de muchos millones de dólares pero para ser llevado adelante, se requería borrar todo indicio de control y eso es lo que hizo Quintana ya que destituyó a casi todo el personal de Zofracobija e idéntica actitud ha asumido en todas las instituciones pandinas, cuyos funcionarios han sido echados y muchos otros han huido al Brasil por temor a la salvaje represalia ordenada por el furibundo y enajenado ministro de la Presidencia.

Pando de este modo se ha convertido en la hacienda particular de Quintana (a quien el Presidente da carta blanca para la ejecución de sus fechorías). Este ministro cuenta hasta con un grupo paramilitar que se encarga de velar por sus intereses. Esos capangas se muestran insolentes y arrogantes por las calles de Cobija cometiendo todo tipo de abusos al amparo del gobierno y las Fuerzas Armadas y la única ley que existe ahora en esa ciudad, es la ley del revólver, la amenaza, la persecución y el secuestro.