“Fui tratado como un costal de basura”

imageJosé Vaca Ortiz es electricista y trabajaba en el Servicio Eléctrico de Tarija (Setar); hoy guarda detención en la cárcel de San Pedro, acusado de volar el gasoducto. José Vaca Ortiz (35) es electricista y trabajaba en el Servicio Eléctrico de Tarija (Setar) desde el año 2003. Tiene dos hijas, una de cinco años y otra de tres, además su esposa dará a luz a un tercero en este mes. El 30 de septiembre fue detenido en Villamontes (Tarija) por encapuchados y ahora guarda detención preventiva en la cárcel de San Pedro de La Paz, acusado de volar el gasoducto Yacuiba-Río Grande. La Razón lo entrevistó ayer en su celda.La RazónEse día, ¿cómo fue la detención de su persona?Marcamos las tarjetas a las 15.00 horas y de inmediato nos subimos a la camioneta; cerca de la Alcaldía aparecieron dos vagonetas, se cruzaron y unos encapuchados me bajaron y me agarraron de la camisa, me tiraron al suelo, me patearon y me lastimaron la cabeza, después me enmanillaron los pies y manos, me envolvieron en una colcha y tres de ellos se sentaron sobre mí, uno en mis pies, otro en mi cintura y otro en mi hombro; en el camino no dejaban de apuntarme con una pistola en mi cabeza.¿Eran manillas metálicas?No eran de fierro, eran sunchos de plástico (lagrimea y muestra sus muñecas con heridas cortantes que aún cicatrizan).Antes de ser detenido, ¿fue notificado por la Fiscalía?Antes de que me agarraran no me notificaron ni me dijeron nada, todo fue algo muy ilegal, jamás hubo ni una citación, me trajeron de sorpresa como un maleante, jamás tuve que ver con alguien; cuando se suspendió el paro seguía trabajando y no tenía por qué ocultarme.¿Qué le decían en el camino?Que me denunció Jimmy Benítez, un primo por parte de mi madre; me decían que me vendí por mi trabajo y que diga esto y aquello; cuando quería hablar, me dieron un codazo en la cara, me hincharon el ojo, no veía nada, estaba encapuchado. Eran ocho, se comunicaban por handie (radio) entre un auto y otro.¿Cómo soportó el peso de sus captores?Después de Camiri, el auto en el que me llevaban se arruinó y pararon; al cambiar de auto pude ver que se acercó un Hummer amarillo. El que se arruinó era Toyota. Me pechearon y recibí puñetes, me pedían que camine y no podía porque estaba amarrado de los pies; en el Hummer ya venía sentado, pero no aguantaba el dolor de mis hombros.¿Dónde llegaron en la ciudad de Santa Cruz?Primero buscaban entrar al aeropuerto El Trompillo y luego decidieron hacerlo al Viru Viru; yo escuchaba lo que hablaban. Cuatro personas me subieron al avión como si fuera basura, estaba en una bolsa, no podía caminar porque mis pies estaban amarrados, me sentaron enmanillado en el avión, me colocaron el cinturón de seguridad, me vendaron la cabeza con un trapo. Durante el viaje me insistían en que diga esto y aquello, que mi padre trabajaba en Yacimientos (YPFB), que mi niña estaba en el kinder (lagrimea) y que mi familia pagaría si no hablaba; sabían todo de mi vida privada, tuve mucho miedo con lo que pase con mi familia y estaba muy asustado.¿Le hablaron más de su primo?Me preguntaron si conocía a Jimmy Benítez, yo les dije que es un vago, nunca lo vi trabajar, vive apegado a su familia, pero yo trabajo y de eso saben en el pueblo.¿Conocía usted La Paz?No, siempre he deseado conocer, pero no en estas condiciones. Bajamos (de El Alto a La Paz) y me subieron por una escalera (gradas), allí me quitaron el trapo y leí en la espalda de un policía, Anapol; me entrevistaron y me grabaron. Estaba muy mal, me faltaba aire, eran las tres de la mañana, me prepararon un té de coca y sándwich. Me brindaron cama y colcha, no pude dormir, estaba asustado y atemorizado porque me amenazaban con hacerme desaparecer y pensaba que harían daño a mi familia.¿Recuerda dónde durmió las otras dos noches?Donde detienen a los drogadictos y otros —en la FELCC— sin colcha, sólo con mi ropa con la que había venido porque en mi tierra hace calor. La tercera noche compartí con 20 muchachos detenidos, buenas gentes, y les conté que caí inocentemente. El día 3 de octubre, a las 15.30 horas, ingresé a la cárcel de San Pedro. De inmediato los residentes de Villamontes me llevaron colchas, me regalaron ropa y comida. Gracias a Dios hay mucha gente profesional aquí, una señora inclusive me dio dinero.¿A qué sección llegó?Primero a El Palmar, donde pagué 395 bolivianos, y después cambié a Guanay, y ahí pagué 400, donde estoy bien. Ya no recibo amenazas de nadie, me visitaron el Defensor del Pueblo y gente de las Naciones Unidas.¿Usted sabe por qué está aquí?Esto es un sueño, es algo injusto, el paro que se hizo en el Chaco fue por una reivindicación por las regalías que nos corresponde porque somos productores; soy uno más del pueblo, nos invitaron por medios de comunicación para que apoyemos el paro; yo apoyé el paro y los piquetes, y nada más que eso. Lamentablemente, mi primo Jimmy Benítez dijo que yo era parte de la dirigencia cívica, yo jamás en mi vida tuve que ver con la dirigencia cívica, tengo muchas obligaciones, debo pagar pensiones de mis tres hijos, tengo una deuda con una cooperativa y con lo poco que me sobra mantengo mi hogar. No tengo tiempo para dedicarme a esas cosas, los sábados voy a pescar porque no tenía plata ni para la carne. Me gustaría que las personas que me han detenido investiguen bien mi vida privada y no hacerme daño, tratarme mal y humillarme de esta manera (lagrimea); me siento muy mal, me alejaron de mi familia, perdí mi trabajo; mis hijas y mi esposa están desamparadas.¿Alguna vez fue dirigente sindical o cívico?Nunca, soy un ciudadano más, ¿por qué no me demuestran con documentos que fui cívico?El Gobierno lo ha acusado de volar un gasoducto, ¿qué dice?No conozco esas cosas, pero se rumoreaba en Villamontes que fue un autoatentado, después no supe más nada y ni me interesa saber quién ha hecho.¿Qué le pide al Ejecutivo?Sólo le pido a Dios de rodillas que se haga justicia y, como dice el Gobierno, es preventivo; me han hecho mucho daño, me quitaron mi trabajo y sustento de mis hijas; que salga la verdad y el Gobierno se digne en devolverme trabajo, porque cuando salga no sé qué haré con tantos problemas.¿Conoce a Reynaldo Bayard?Le seré sincero, lo conozco de vista, nunca tuve una relación cercana de amistad. Algunos medios también dijeron que era chofer de Mario Cossío (Prefecto de Tarija), ni tuve la oportunidad de estrecharle la mano a esa autoridad.“ Antes de que me agarraran no me notificaron ni me dijeron nada, todo fue algo muy ilegal, jamás hubo ni una citación (…) ”