¡Que viene la CIA!

image José Gramunt de Moragas • Sacerdote jesuita y director de ANF. El Nuevo Día

Para hacerse una idea aproximada de lo que es y no es la “Central Intelligence Agency” conocida por grandes y chicos como la CIA, lo más entretenido y expedito es leer alguna novela de los “espiólogos” de fama mundial.  O escuchar la versión rocambolesca del Sr. Presidente Evo Morales sobre los graves hechos irregulares cometidos y descubiertos últimamente en YPFB. Me sorprendió sobremanera, lo mismo que les ocurrió a gran parte de los ciudadanos, que el Señor Presidente de la República tuviera tan amplio  conocimiento sobre aquella organización norteamericana.  

Según la versión del Don Evo Morales, un ex capitán de la Policía boliviana, pasado al servicio de la CIA, habría logrado la hazaña de hacer “caer en la trampa” (sic) al habilísimo presidente de YPFB, Santos Ramírez. En otras palabras el ex policía, por nombre, Rodrigo Carrasco Kreuzer, denunciado como el cerebro de la “operación corrupción”, sería entonces la cabeza de turco sobre la que se harían recaer todas las culpas del caso.



Que la CIA está en casi todas parte, es de todo conocido. Su misión fundamental es apoyar la seguridad de los Estados Unidos en todo el mundo. Esto supone un servicio de información que abarca áreas estratégicas, militares, civiles, científicas e incluso culturales y religiosas.  También hace el seguimiento y fichaje de personas, y hasta operaciones clandestinas fuera del territorio de los EEUU. ¡Temible! En otras palabras, su tarea es el espionaje de alto nivel y, en algunas ocasiones, de muy baja ética. Con objeto de ennoblecer el oficio de espiar, que comporta a veces un trabajo sucio se dio en llamarla departamento o servicio de “inteligencia”   Entre las muchas operaciones ejecutadas o atribuidas a la CIA, la más cercana a Bolivia en el tiempo y en el espacio fue la llamada Operación Cóndor (*) que llevaron a cabo los gobiernos militares de algunos países latinoamericanos con el apoyo o la aquiescencia de los EEUU.  Pues ahora resulta que la última actuación de la “inteligencia” norteamericana se concretó según el presidente Evo Morales, en “El caso de la calle Tejada Sorzano”, con un asesinato y un robo a mano armada. La representación diplomática estadounidense en Bolivia, niega cualquier relación con este caso.

El caso es tan complejo que su desarrollo tiende a complicarse en la medida en que van descubriéndose cómplices, encubridores y otras especies delictivas. La cuestión que se plantea con toda crudeza está en si el Gobierno está de verdad dispuesto a que la Justicia haga su parte, sin interferencia políticas oportunistas o, por el contrario, se inclinará por un encubrimiento sistemático de los realmente culpables.

Llama la atención que el Sr. Presidente banalice los graves hechos ilegales descubiertos en YPFB con historietas como la de la CIA a la que denuncia como el cerebro del bullado que comentamos y otros concomitantes. La corrupción no necesita de agentes secretos  al servicio de un país extranjero.  Le basta con los que tiene a mano en el propio país. Ya lo advirtió Jesús de Nazaret en uno de sus discursos evangélicos: la corrupción está presente en muchas partes “donde hay polilla y herrumbre que corroe, y ladrones que socavan y roban. (Mt. 6,20)

(*) Para mayor información, www.wikipedia,org