Informe Internacional aplaza la lucha contra el narcotráfico

Hoy, con los antiguos guerrilleros ocupando despachos oficiales, otro peligro: la violencia armada asociada al tráfico de drogas.

image Ref. Fotografia: LA PRODUCCIÓN . En lo que va del año, sólo en Bolivia se incautaron más de siete toneladas de drogas.

El Nuevo Día



Ex presidentes admiten la “derrota” en Latinoamérica y plantean otra estrategia.

Durante décadas, la violencia en América Latina estuvo asociada a la insurrección armada y a la represión militar de la revolución. Hoy, con los antiguos guerrilleros ocupando despachos oficiales, otro fantasma ocupa el escenario: la violencia armada asociada al tráfico de drogas. Una violencia que alimenta un negocio multimillonario, que extiende la inseguridad y el miedo en grandes y pequeñas ciudades, que drena recursos ingentes a los Estados.

Y lo peor: lejos de  disminuir, se multiplica y amenaza la estabilidad de los gobiernos.

Bolivia no es ajena a este panorama. La misma Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), pese a las más de siete toneladas incautadas en lo que va del año, admite la presencia de cárteles del exterior en territorio boliviano, aunque todavía no se detuvo a ningún cabecilla.

Después de años de lucha, América Latina sigue siendo el mayor exportador mundial de cocaína y marihuana, y ha comenzado a producir opio, heroína y drogas sintéticas. Además de exportar, los países de la región han incrementado sus niveles de consumo.

El aumento del crimen organizado ha generado un crecimiento de los niveles de violencia que afecta, sobre todo a los pobres y a los jóvenes; la corrupción del sistema -políticos, funcionarios, jueces y policías- criminaliza la política, desafía a los gobiernos, y se infiltra en las instituciones democráticas. La ofensiva militar desencadenada por el presidente de México, Felipe Calderón, contra los cárteles de la droga de su país es el mejor ejemplo de la gravedad del problema.

Así lo manifiesta el documento “Drogas y democracia: hacia un nuevo paradigma”, redactado por la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, que forman 17 destacadas personalidades independientes, entre ellas tres ex presidentes latinoamericanos: Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; César Gaviria, de Colombia, y Ernesto Zedillo, de México.

Los ex mandatarios certificaron la derrota de las fuerzas del orden en su guerra contra las droga, sin que ello no signifique que hayan levantado la bandera blanca frente al crimen organizado.

Reclaman una nueva estrategia política y policial que surja de un amplio debate social al que convocan a todas las fuerzas sociales del continente. Asimismo, plantean un nuevo enfoque, con menos énfasis en la represión y más en política sanitaria y educativa, e incluyen una recomendación: la descriminalización de la tenencia de marihuana.

“A pesar de que los niveles de aprehensión, tanto en los países exportadores como en los importadores, hayan presentado aumentos considerables, ellos no afectaron a la oferta final ni aún al precio del consumidor. Por el contrario, el precio de la cocaína presenta una tendencia dominante de caída, en tanto el producto aumenta su grado promedio de pureza”.

La estrategia centrada en la represión, según la comisión, no sólo no ha resuelto el problema, sino que ha creado otros. “Las drogas financian las compras de armas que sustentan las guerras entre pandillas para el control de territorios y del tráfico” afirma el informe.

La propuesta de la comisión está basada en tres grandes directrices: tratar el consumo de drogas como una cuestión de salud pública, reducir el consumo mediante acciones de información y prevención y focalizar la represión sobre el crimen organizado, sin que esto signifique tolerancia con las drogas, señala el informe.

208 millones Son las personas que usan algún tipo de droga ilícita a nivel mundial.

500 mil Detenidos hay en cárceles de EEUU sólo por venta y posesión de drogas.

Productores y consumidores

Las dimensiones del desafío en la lucha contra las drogas son tan enormes que su solución no esta sólo en manos de los dirigentes latinoamericanos. Ni la estrategia prohibicionista de EEUU -el país con la mayor población carcelaria del mundo, donde el costo anual de mantenimiento de un preso es de cerca de 30.000 dólares- ni la política europea de reducción de los daños de las drogas como un asunto de salud pública son soluciones definitivas.

La solución de largo plazo pasa “por la reducción de la demanda en los principales países consumidores… EEUU y la Unión Europea son corresponsables de los problemas que enfrentamos en la región, pues sus mercados son los mayores consumidores de las drogas producidas en América Latina”, subraya el informe de la Comisión.

PROPUESTA

Pilares • La Comisión Latinoamericana plantea transformar a los adictos de compradores de drogas en el mercado ilegal en pacientes del sistema de salud. “El Estado debe crear las leyes, instituciones y regulaciones que permitan que las personas que han caído en la adicción a las drogas dejen der ser compradores en el mercado ilegal para convertirse en pacientes del sistema de salud”.

Marihuana •  Evaluar con un enfoque de salud pública y haciendo uso de la más avanzada ciencia médica la conveniencia de descriminalizar la tenencia de marihuana para consumo personal, así este acto dejaría de constituir transgresión criminal (por lo cual no iría preso), pero se le aplicarían sanciones administrativas como multas, suspensión de licencia de conducir o de portar armas.

Campañas • Reducir el consumo de drogas a través de campañas innovadoras de información y prevención que puedan ser comprendidas y aceptadas, sobre todo por la juventud, que es el mayor contingente de usuarios.

Represión •  Reorientar las estrategias de represión al cultivo de drogas ilícitas. La erradicación  debe ser combinada con programas de desarrollo alternativo serios y eficientes.

Priorizar la lucha contra los efectos más nocivos del crimen organizado: violencia, corrupción, lavado de dinero, tráfico de armas, control de territorios y poblaciones.