Colega de sacerdotes muertos en La Habana teme por su vida

image El cura español Isidro Hoyos, amigo de dos sacerdotes del mismo país asesinados en La Habana, declaró este 14 de julio de 2009, que esos crímenes han sido muy similares en los procedimientos y no parecen una "casualidad", y agregó que se siente asustado porque "en mi tierra dicen que no hay dos sin tres, pero no quiero pensar en eso", afirmó Hoyos, de 75 años, que llegó hace una década a la isla para atender la Iglesia de San Martin de Porras, en la barriada de Alamar, en el este de la capital cubana.

Por Anett Ríos/EFE – La Habana

El cura español Isidro Hoyos, amigo de dos sacerdotes del mismo país asesinados en La Habana, declaró a EFE que esos crímenes han sido muy similares en los procedimientos y no parecen una "casualidad», y agregó que se siente asustado porque "no hay dos sino tres».

»En mi tierra dicen que no hay dos sin tres, pero no quiero pensar en eso», afirmó Hoyos, de 75 años, que llegó hace una década a la isla para atender la Iglesia de San Martin de Porras, en la barriada de Alamar, en el este de la capital cubana.



Hoyos viajó a Cuba inspirado por su colega y amigo Mariano Arroyo Merino, de 74 años, cuyo cadáver fue encontrado en la madrugada de este lunes ensangrentado, amordazado, maniatado y con quemaduras en la casa parroquial de la Iglesia de Regla, también de La Habana.

También era amigo de Eduardo de la Fuente, de 61 años, párroco de la iglesia de Santa Clara, en el barrio habanero de Lawton, que fue apuñalado y estrangulado a mediados de febrero pasado, sin que hasta ahora se conozca el resultado de la investigación.

»Yo no soy supersticioso, pero ayer hacía justo cinco meses de la muerte de Eduardo, y parece que el procedimiento es el mismo, la tortura, el ensañamiento… Es algo tan atroz», dijo.

Según relató Hoyos, él conversó con Arroyo por última vez el domingo en la tarde, horas antes de su asesinato, porque el sacerdote de Regla lo iba a acompañar el lunes al aeropuerto para viajar de vacaciones a España.

Hoyos finalmente no viajó y, a petición del Arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, ahora aguarda a que las autoridades cubanas entreguen el cadáver de Arroyo para acompañarlo a Madrid.

»Eduardo y yo hemos venido detrás de Mariano, la conexión que teníamos aquí era Mariano», explicó, y recordó que De la Fuente empezó a visitar la isla para sustituir a Arroyo y luego a él, hasta que decidió quedarse oficiando en La Habana.

Hoyos, natural de Santander, insistió en que los crímenes no parecen "una casualidad».

»El primero, el segundo. ¿Qué es lo que hay aquí detrás? ¿Quiénes son? ¿Qué buscan? Eso lo tendrán que esclarecer los encargados de la investigación. ¿Son una mafia de algún tipo? No lo sé», añadió.

Hoyos resaltó que los crímenes son un suceso "inusual» en Cuba, donde hay "una especie de veneración y respeto por toda la simbología religiosa».

Calificó al párroco de Regla de "gran personalidad» y "un hombre intelectualmente muy preparado y preocupado por la cultura», que en sus años de trabajo en la isla "se especializó» en temas como el sincretismo religioso cubano.

En las religiones de origen africano que practican decenas de miles de cubanos, mezclándolas sus mitos y ritos con los del catolicismo, la Virgen de Regla es Yemayá, la diosa del mar.

»Le he conocido mucho, le he admirado mucho, nos queríamos mucho, éramos muy amigos. Nunca se saben las cosas, pero creo que es una pérdida para Cuba», agregó.

La embajada española en La Habana ha solicitado información a las autoridades cubanas sobre el asesinato de Arroyo.

La iglesia de Regla permanecía cerrada este martes, con un único policía a la puerta de la sacristía.