García Meza: «Acostúmbrense, he llegado para quedarme 20 años»

Tv Especial. Alguna gente del actual gobierno que hoy pasa por gran luchador de la izquierda jamás ha sabido lo que era salir de su casa con un mínimo de peligro. Cuando se piensa que el poder es ilimitado, la democracia tiene que ponerse en guardia.

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Programa: LA REVISTA



Canal: UNITEL

Entrevista: Cayetano Llobet (analista político)

TENTACIONES AUTORITARIAS, UN VERDADERO PELIGRO PARA LA DEMOCRACIA

P.- ¿Estaba en el momento en que acribillaron a Marcelo Quiroga Santa Cruz, el 17 de julio?

Llobet: A las 10:00 recibí la llamada telefónica de Cristina, la esposa de Marcelo, y me dijo que Marcelo te necesita, yo vivía en la calle Campos, él vivía en la avenida Arce. Me dijo, hay un movimiento militar en el Beni, no sabemos si es cuestión localizada o es un intento más nacional. Vamos a la COB y nos vamos a reunir con toda la gente. En la COB estaba Juan Lechín, Oscar Eid, el Comité Nacional de la Democracia y a raíz de unas llamadas que hizo Juan Lechín, ya sabíamos que se trataba de un golpe. Entonces, se tomaron decisión muy rápidas como la convocatoria a la huelga general indefinida y el bloqueo nacional de caminos, son las 2 medidas que se adoptaron en ese momento. Terminó la reunión, esto fue en el tercer piso de la COB. Comenzamos a bajar y, Marcelo coordina con Oscar Eid cuáles son los modos que nos vamos a mantener en contacto en esta supuesta resistencia.

Se leyó el comunicado para todos, habían radios, periodistas, pero en ese momento llega la televisión y dice, llegaron tarde, y pide que lean de nuevo el comunicado porque esa noche la difusión era nacional. Volvemos a reunirnos, hacer toda la cosa para la televisión, para la pantalla, tenían que instalar los reflectores y se repite la lectura del comunicado y en ese momento se produce la primera ráfaga contra la COB, los gritos, todo el mundo al suelom y bala, bala.

Recuerdo que Marcelo me dijo, ve si por atrás hay salida, había una especie de patiecito estaba totalmente copado por los paramilitares, volví y dije no hay nada, estaba totalmente copado.

Extrañamente, esto lo supimos después, de la Facultad de Medicina iban llamando a la COB porque habían visto salir muchas ambulancias del Estado Mayor, pero no podían comunicarlos. Todos los teléfonos estaban congestionados por los periodistas que llamaban a sus medios.

Entonces, nos replegamos en una pequeña cocina y como la baleadura seguía intensa, un obispo metodista que estaba ahí, grito, no disparen estamos desarmados y vino la orden todos con la manos en la nuca, fila de uno, cosa que obedecimos y subieron todos nerviosos, todos empuñando sus metralletas y fuimos saliendo de uno en uno en fila con las manos en la nuca. Agachábamos la cabeza, los gritaban una expresión, vista al mar y comenzamos a bajar las escaleras con las manos en la nuca, todos en movimientos nerviosos de los paramilitares.

Cuando estábamos en el segundo tramo de escaleras subía uno de los paramilitares y lo reconoció a Marcelo, manifestó ‘es él’, dijo alguna cosa y volvió a bajar pero con él y seguimos bajando, cuando llegamos creo que era la oficina de Rentistas en la escalera del segundo piso, sentí que este paramilitar me puso el codo en el pecho, me detuvo y, entonces no pude seguir con Marcelo. Me detuvo con el codo, y dijo una expresión ‘a este lo limpio o a este lo tiro’. Y Marcelo siguió bajando las escaleras solo, y en un momento de esos Marcelo que seguramente sintió que ya no estábamos, porque era una fila continua, entonces, se dio la vuelta y miró hacia arriba y desde el rellano, el paramilitar agarró, apuntó y pegó un disparo, cuando Marcelo estaba mirando hacia arriba, bamboleó en las escaleras, cayó. Una vez Marcelo en las escaleras de la COB el mismo paramilitar, desde el mismo lugar agarró y pegó una ráfaga sobre el cuerpo de Marcelo.

P.- Las personas que tienen menos de 35 años no conocen esta parte de la historia, nos puede contar cómo era vivir en dictadura.

Llobet: Vivir en esos tiempos era diferente, eran tiempos en los que cuando uno se levantaba en la mañana no era para ir a entrevistas de televisión, era, porque se había levantado en una casa que no era la suya, en una cama que no era la suya, porque la noche anterior nos habían dicho que había una golpe. Nuestros contactos telefónicos eran permanentes porque sabíamos que se iba a producir cualquier cosa. La incertidumbre era absoluta.

Unos meses antes, habían asesinado de una manera vil al padre Luis Espinal, lo torturaron, cuartearon el cuerpo, lo llevaron simbólicamente a un matadero donde se encontraban los restos. A la gente joven que no ha vivido esos tiempos ha sido muy difícil, muy sacrificada la lucha por la democracia en este país, no ha sido regalo de nadie.

Llobet: ¿Cree usted que ya se acabo en Bolivia el fantasma de la dictadura?

P.- Lamento decir que no, todos los que hemos vivido esos tiempos, de repente nos vemos en situaciones en las que no es que habrá nuevas tentaciones represivas, nuevas tentaciones autoritarias. Hay una reflexión de base, más allá de lo que puede ser dramáticamente anecdótico. Hay una reflexión muy importante y es cuando la gente piensa que tiene total el poder, cuando piensa que ese poder es ilimitado, cuando piensa que ese poder es eterno, entonces cuando empiezan a funcionar cabezas autoritarias la democracia tiene que ponerse en guardia, la democracia tiene que encender luces amarillas y decir, aquí está pasando algo, no hay que olvidarse que la primera afirmación de García Meza cuando tomó el poder fue: ‘Acostúmbrense, porque he llegado a quedarme por lo menos 20 años’

P: Hay muchos que dicen, sobre todo el hermano de Arce Gómez dice que el MAS lo va utilizar como trofeo político. ¿El que esté Arce Gómez en Bolivia hay que agradecérselo al MAS o a Estados Unidos?

Llobet: Por favor, si a alguien en el MAS se le ocurre hacer de esto un trofeo político, si el MAS o alguien del gobierno considera que es merito gubernamental la devolución de Arce Gómez está cometiendo el peor de los errores y probablemente la peor de las manipulaciones políticas, en la medida en que esto no tiene que ver con ninguna gestión que hubiera hecho el gobierno.

Algo más, he escuchado a algún funcionario gubernamental hablar de una extradición exitosa, tratando de extrapolar la situación, la figura de extradición con otras situaciones que se viven en el país en relación a otras personas, esto no ha sido una extradición, es el resultado de un acto burocrático, judicial de Estados Unidos que tenía que realizar. En esto el gobierno de Bolivia no ha tenido nada que ver, que obviamente para los fines de su discurso político, como ha estado utilizando el nombre Quiroga Santa Cruz durante mucho tiempo lo va hacer, no tengo la menor de las dudas.

Alguna gente del actual gobierno que hoy pasa por gran luchador de la izquierda jamás ha sabido lo que era salir de su casa con un mínimo de peligro. Jamás han sabido lo que era pelear por la democracia. Hay otra gente que sí ha estado, quiero decir el actual portavoz de la presidencia Iván Canelas estaba en la COB, estuvo preso en el Estado Mayor estuvo con nosotros cuando nos llevaron a las caballerizas.