Magnicidio, ¿Quién matará a Zelaya?

Daniel A. Pasquier Rivero *

image Honduras en la mira: lo que sucede allí, nos dice algo. Una destitución constitucional “automática” por graves faltas contra la misma CPE y otras leyes, y una sucesión constitucional. Para Zelaya, un golpe de estado, de parte de la oligarquía terrateniente con apoyo militar. ¿Democracia en riesgo o aplicación de las defensas de la democracia? ¿La condena de OEA y ONU apresurada o comprometida? ¿Hasta dónde se puede violar una CPE?

Hugo Chávez, en su tono más visceral, demuestra en sus declaraciones su rabia, su amor propio herido, profundamente herido, como si algo muy querido o buscado se le escapara de las manos. ¿Tomado por sorpresa? Amenaza con invadir a un país soberano que no es el suyo, pues se alteran compromisos labrados durante más de una década de petrodólares y los afines al castro comunismo abandonan responsabilidades en sus respectivos países para atender la emergencia del hermano Mel. La logia del Caribe: Está en riesgo el proyecto totalitario del socialismo siglo XXI, suficiente con el batacazo a los “hermanos” Cristina y Néstor, fuera de combate por las urnas, “Es una prueba de fuego”, “no lo vamos a permitir de ninguna manera”.



El totalitarismo no admite su derrota, ni en una sola batalla. Ha reforzado el poderío militar, removido las FFAA de elementos no confiables ni comprometidos, ha invertido miles de millones de dólares en dotarlos de medios disuasivos (balas, balas) para ser utilizados al interior de las repúblicas objetivo. La estrategia está definida, la máquina está preparada y la ciencia militar está al servicio del exterminio. Hasta ahora su práctica sistemática ha sido exitosa, con saldos convertidos en muertos, exiliados, pueblos sometidos y embobados con fantasías económicas y políticas.

Debido a “sus” medios de comunicación dotados de un único discurso, la información se manipula de tal manera que es difícil distinguir en dónde estamos, si, en una república bananera o en Suiza, como prometió Evo, y en cualquiera de los países satélites está el lujo de ver el mismo canal, Telesur. Hasta se ha creado un ambiente favorable a la figura del Dictador, cualquiera de ellos, dechados de virtudes aunque estén observados por la justicia. Y las masas, convertidas en “movimientos sociales”, como los elementos más eficaces para chantajear a la sociedad con bloqueos, amenazas, persecuciones y hasta con la justicia comunitaria; dotados de conciencia universal actúan y se entrometen hasta donde no se los llama. Se van de país en país con el mismo uniforme y bajo las mismas consignas, total, son campesinos indígenas originarios. Pero, a los que dirigen se los reconoce por su acento tropical especial y por los distintivos de mando que ostentan. Los medios dóciles contarán que los caídos son de un solo color, los mártires, y denunciarán el “genocidio” cometido por el enemigo, justamente el degollado. Así, los movimientos sociales ejecutan impunemente las más perversas acciones contra sus mismos conciudadanos.

Y es que este socialismo de nuevo cuño hace gala de burlarse de la democracia, explotando la intrínseca ingenuidad de los demócratas liberales que confían ciegamente en que existen mecanismos legales y legítimos para resolver las diferencias en consenso y mediante el diálogo, que en el respeto a la ley asienta su fortaleza. No es así para los socialistas del nuevo siglo. La incorporación de grupos radicalizados, fanáticos ahítos de ideologías foráneas, no atienden a la realidad social de cada país y arremeten con la declarada intención de controlar los bienes y la vida del resto de los ciudadanos. Las convocatorias tienen que cumplirse según un cronograma favorable que garantiza los resultados, sin sorpresas, hay que reelegir al mesías, aunque esté prohibido en la CPE.

Si no hay espacio para la ética, tampoco hay espacio para la piedad. Se debe aniquilar a la oposición, si fuera necesario, físicamente; es el paradigma totalitario fascista, nazista y comunista. Cientos de millones de “purgados” sirven de prueba. Tratan de no cometer errores, perfeccionan la estrategia, pero están dispuestos a los mayores horrores en todas las latitudes: Fidel, Hugo y Evo, los “salvadores”, siguen su marcha sobre estela roja, atropellando derechos y despreciando vidas, en su paso por la historia. El empeño es destructor y, a diferencia de los antiguos golpes “de” Estado, esto son golpes “al” Estado. No se toma el poder para usufructuar de él, sino, se golpea al Estado hasta dejarlo sin cimientos, sin instituciones. Como un signo maligno, la opción es “reconstruir” desde la nada, tirando por la borda la cultura labrada durante siglos. La observación es fundamental: líderes y oportunistas convertidos en profetas, apóstoles del nuevo evangelio, marchan con la fe puesta en el salvador, el libertador, que trascenderá el espacio y al tiempo, derribarán fronteras e insinúan un nuevo mapa regional, continental y quizás mundial. Para realizar tan magna tarea hay que dotar al libertador de tiempo ilimitado, la reelección. Soberbia totalitaria: ¡Si hasta Dios necesita de la eternidad para realizar su obra!

"Zelaya va para Honduras. En cualquier momento les va a aparecer en cualquier parte de Honduras. El gobierno golpista verá si lo mata, él está dispuesto a morir» "Demuestre si es verdad que está dispuesto a enfrentar a los halcones, si no mejor que se vaya porque va a terminar peor que Bush». Castro, Chávez y Morales han manejado muchas veces la tesis del magnicidio, en especial a Fidel le fascina el realismo mágico, pero hasta ahora los inmolados siempre han sido sus colaboradores, después muy bien explotados como poderosos simbólicos para la causa. La suerte del pobre Mel parece estar echada, las balas entran igual por el pecho que por la espalda, se lo verá, vivo o muerto, aparecer las noches con luna llena, con su sombrero de alas anchas, y se lo culpará a Obama. Mientras tanto, el progreso de nuestros pueblos, los derechos humanos, el fortalecimiento del Estado de Derecho, en suspenso.

*ICEES, Santa Cruz (Bolivia), www.eldia.com.bo/20090716