Obama: Kennedy el más grande senador de nuestro tiempo; murió el último de los hermanos Kennedy

Edward M. Kennedy fallece a los 77 años de un cáncer cerebral. Republicanos y Demócratas lamentan muerte de Kennedy. Fungió como senador en 10 presidencias, incluyendo la de su hermano John Fitzgerald Kennedy.

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El entonces senador Barack Obama conversa con el senador Edward M. Kennedy, durante un acto de campaña en la Universidad Americana en Washington, donde Kennedy dio su apoyo oficial a Obama en su campaña presidencial, en una fotografía de archivo del 28 de enero del 2008. Kennedy murió a los 77 años el martes 25 de agosto del 2009 después de padecer un tumor cerebral. Charles Rex Arbogast, arhivo / Foto AP



The Associated Press

Obama: Kennedy el más grande senador de nuestro tiempo

WASHINGTON — El presidente Barack Obama emitió el miércoles un mensaje en honor al fallecido senador Edward Kennedy y reconoció su trabajo para el bienestar de los estadounidenses calificándolo como el «más grande senador de Estados Unidos en nuestro tiempo».

Obama calificó a Kennedy como un gran líder y le agradeció sus «sabios consejos en el Senado», además de su apoyo durante su campaña presidencial el año pasado. El respaldo de Kennedy en las elecciones primarias del partido Demócrata en el 2008 dio un gran impulso a la campaña de Obama.

El presidente agregó que como mandatario se benefició del «apoyo y sabiduría» de Kennedy, incluso cuando el senador luchaba contra un tumor cerebral.

Republicanos y Demócratas lamentan muerte de Kennedy

Otras figuras de la política estadounidense también rinden homenaje al político estadounidense

Por GLEN JOHNSON
The Associated Press

BOSTON — A pesar de tratarse de un «León Liberal» el senador Edward Kennedy fue recordado por demócratas y republicanos tras su muerte por cáncer cerebral el martes.

Su capacidad para negociar y superar las divisiones bipartitas fue reflejada entre quienes lo recordaron.

«Dadas nuestras diferencias políticas, las personas a veces se sorprenden de qué tan cerca estuvimos Ronnie y yo de la familia Kennedy», dijo Nancy Reagan, viuda del expresidente republicano Ronald Reagan, en un comunicado desde Los Angeles.

«Pero Ronnie y Ted podrían encontrar siempre un punto en común y tenían un gran respeto por el otro. En los últimos años Ted y yo encontramos un punto en común sobre la investigación de células madres y lo consideraba un aliado y un amigo querido. Lo echaré de menos».

Para el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, la pérdida de Kennedy fue algo personal.

Schwarzenegger, cuya esposa Maria Shriver, era sobrina de Kennedy también emitió un comunicado: «Era famoso en el mundo como el «León del Senado», un campeón de la justicia social y un símbolo político. Pero lo más importante es que era la piedra angular de nuestra familia, un esposo amoroso, padre, hermano y tío».

Schwarzenegger, que incursionó en la política después de ser culturista y actor, reconoció a Kennedy por su ayuda en su carrera política.

«En lo personal me beneficié y crecí con su experiencia y consejos, y sé que muchísimas personas más lo hicieron», dijo el gobernador. «Teddy nos enseño a todos que el servicio público no es un pasatiempo o una ocupación, sino una forma de vida y su legado vivirá en nosotros».

El más alto demócrata del Senado, Harry Reid, calificó a Kennedy como el «patriarca» de su partido.

El líder de la mayoría del Senado señaló que el Congreso lamentará la pérdida de Kennedy, pero renovará la lucha por la causa que Kennedy sostuvo toda su vida: una reforma para el sistema de salud.

«El sueño de Ted Kennedy era aquel por el que los padres fundadores luchaban y el que los hermanos querían realizar», dijo Reid en un comunicado. «El rugir del León Liberal podrá haberse callado, pero su sueño nunca morirá».

Muere senador Edward Kennedy

Por GLEN JOHNSON

The Associated Press

BOSTON — El senador demócrata Edward Kennedy, murió el martes a los 77 años después de padecer un tumor cerebral durante un año, era el más joven de los hermanos Kennedy y fue el portavoz liberal más poderoso en Estados Unidos durante décadas.

Heredero de la familia política más poderosa y glamurosa de Estados Unidos durante el siglo XX, se erigió en un paladín de las clases trabajadoras y menos privilegiadas, imprimiendo su sello en un amplio cuerpo de legislación en los terrenos de educación, cuidado de la salud y derechos humanos.

Elegido primero en el Senado en 1962 y reelegido holgadamente en el 2006, fue el tercer senador de mayor servicio en la cámara alta detrás de Robert Byrd y el ya fallecido Strom Thurmond.

«Un importante capítulo de nuestra historia ha llegado a su fin, nuestro país ha perdido a un gran líder que tomó la antorcha de sus hermanos caídos y se convirtió en el más grande senador de nuestro tiempo», dijo el presidente Barack Obama en un comunicado.

«Por cinco décadas, prácticamente cada parte importante de una legislación para mejorar los derechos civiles, la salud y el bienestar económico del pueblo estadounidense tenía su nombre y era fruto de sus esfuerzos», agregó el presidente.

La familia Kennedy anunció su muerte en un comunicado breve la madrugada del miércoles.

«Hemos perdido a un pilar irremplazable de nuestra familia y una luz gozosa en nuestras vidas, pero la inspiración de su fe, su optimismo y su perseverancia vivirán en nuestros corazones para siempre», dijo la familia en el comunicado. «Agradecemos a todos los que lo cuidaron y le dieron apoyo en este último año, y a todos lo que estuvieron a su lado por tantos años en su marcha incansable por el progreso rumbo a la justicia, la igualdad y las oportunidades para todos».

Kennedy fungió como senador en 10 presidencias, incluyendo la de su hermano John Fitzgerald Kennedy. Fue mencionado frecuentemente como potencial candidato presidencial. Pero dejó de lado toda aspiración a la Casa Blanca después de un fallido intento en las primarias de 1980, y nunca volvió a seguir los pasos de su hermano, el presidente John Kennedy.

Al cerrar esa campaña, trazó el sendero de su futuro político en un discurso que muchos consideran su mensaje más significativo.

«Para mí, hace algunas horas, esta campaña tocó a su fin», dijo en ese entonces. «Para todos aquellos cuyo bienestar ha sido nuestra preocupación, el trabajo continúa, la causa perdura, la esperanza sigue viva y el sueño jamás morirá».

Le diagnosticaron un tumor cerebral canceroso en mayo del 2008 y tuvo varias cirugías así como un tratamiento intenso de radiación y quimioterapia. El verano pasado regresó sorpresivamente al congreso para emitir un importante voto para los demócratas sobre el seguro Medicare.

En enero de este año se aseguró de estar presente en la toma de posesión de su colega Obama como el primer presidente negro de Estados Unidos, pero tuvo una crisis durante el almuerzo conmemorativo tras la ceremonia.

La muerte de Kennedy llegó dos semanas de la de su hermana Eunice Kennedy Shriver. Kenedy no estuvo presente en el funeral pues su estado de salud ya era bastante grave.

En una entrevista reciente con The Associated Press, el hijo de Kennedy, el congresista demócrata Patrick Kennedy, dijo que su padre había superado los pronósticos de los médicos al sobrevivir más de un año con su cáncer cerebral.

Figura dominante en cuestiones del cuidado de la salud, derechos sociales y civiles y relaciones exteriores, Kennedy dejó un legado de legislación de servicio público -cuidado de la salud, salud infantil, atención para los discapacitados, alimentos para los ancianos, licencia familiar, derechos laborales-.

También fue una fuerza vital en el proceso de paz para Irlanda y crítico persistente de la guerra en Irak.

Mientras florecía su campaña en el Senado, solía decir: «Mi ambición es el servicio público, y no la búsqueda constante de la presidencia». Centró su poderosa estatura política, enérgica oratoria y persistentes negociaciones en promover proyectos de ley contra lo que consideraba injusto.

Cuando los demócratas retomaron el control del Senado en el 2007, pasó a desempeñarse como titular del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones de la cámara alta.

Sin duda retuvo su poderosa influencia en el Partido Demócrata cuando en enero apoyó a su colega Barack Obama para la candidatura presidencial partidaria. Cuando el líder de la vieja guardia pasó por alto a Hillary Rodham Clinton para apoyar a Obama como candidato del futuro, dio impulso a las aspiraciones del actual presidente.

Aunque sus posiciones irreductibles de centro-izquierda lo hicieron un candidato presidencial menos probable en una nación que se volcaba al centro del espectro político, sus aspiraciones iniciales a la Casa Blanca se vieron impedidas más por escándalos personales. Uno de los más resonantes fue su trágico accidente automovilístico en 1969, en un puente de Chappaquiddick, Massachusetts, que cobró la vida de una joven mujer que lo acompañaba.

Pero para el público estadounidense, sin embargo, Ted Kennedy fue la figura más visible como el último hermano sobreviviente de Kennedy, el patriarca de una familia conmovida más de una vez por tragedias personales.

Consoló a la viuda de su hermano, Jacqueline, cuando John fue asesinado en 1963. Y después que otro hermano, Robert Kennedy, fue asesinado cuando se postulaba a presidente en 1968, Ted pasó a ser la figura paternal para sus sobrinos.

Sumamente popular entre los demócratas, Kennedy solía ser reelegido por amplios márgenes. Y se sintió cada vez más cómodo en su papel de némesis de los republicanos y líder simbólico del ala liberal de su partido. Con su mechón suelto de cabello blanco y marcado acento bostoniano, matizaba sus enérgicos discursos con su encanto irlandés y su habilidad negociadora para lograr resultados.

«Ha desempeñado un papel en toda la legislación social que pasó por el Senado: todo lo que ha afectado a los ciudadanos comunes», dijo su hermana, la ex embajadora Jean Kennedy Smith.

El presidente George W. Bush dijo en el 2001, después de un año en el cargo, que Kennedy «es el tipo de personas que plantea su caso, a veces elocuente y vociferante, y que después en otro asunto se acerca y se puede trabajar con él».

Pero Bush fue también blanco de algunos de sus ataques más enérgicos, particularmente durante la guerra en Irak y el fallido intento presidencial del senador demócrata John Kerry, también de Massachusetts. Kennedy censuró la guerra por considerarla el Vietnam de Bush, un conflicto «fabricado en Texas» y vendido por el gobierno de Bush para beneficio político.