“País pobre, avión de rico”

El primer avión presidencial que tuvo Bolivia fue un C-47. Hasta ahora, Evo Morales ha estado desplazándose dentro del territorio nacional a bordo de helicópteros prestados por el Gobierno de Venezuela y para sus viajes al exterior tiene que confiar en la gentileza de Chávez.

laRazon Editorial La Razón

Con este título, el diario La Vanguardia de Barcelona ofreció los detalles de la paradoja por la cual cuanto más pobre es un país, más caro es el avión que quiere usar su gobernante. El reportaje no menciona el caso del avión Antonov que el presidente Evo Morales ha decidido comprar, pero coincide con el anuncio hecho la semana pasada por el Gobierno.



La decisión del presidente Morales de comprar una nave Antonov que cuesta 30 millones de dólares para sus desplazamientos tuvo el impacto suficiente para sobresalir en medio de todas las noticias que se dieron en los días de celebración del 184 aniversario de la fundación de la República de Bolivia.

En la parada militar del 7 de agosto, el presidente Morales recordó, en un tono muy tenso, que su gobierno tenía la intención de comprar una flotilla de aviones de origen checo, con partes estadounidenses, para el patrullaje destinado a controlar el narcotráfico, pero que la operación habría sido desautorizada por el Gobierno de Estados Unidos. El detalle le sirvió para acusar a la potencia del norte de no colaborar en la lucha contra el narcotráfico y podría ser el hilo conductor para entender cómo es que el Ejecutivo decidió adquirir no solamente un avión presidencial de fabricación rusa, sino otras naves para la FAB.

Los aviones Antonov no tienen mucho prestigio en el sector aeronáutico mundial. La fábrica está ubicada en Ucrania, aunque hay plantas que tienen licencia de la marca en Rusia y en Irán. El 2006, el Gobierno de Venezuela se interesó en comprar una flotilla con la intención de lograr una participación en la empresa. Aquí cabe preguntarse si el presidente de Venezuela, el aliado más influyente de Morales, viaja en un avión de fabricación rusa.

Lo que resaltan los entendidos es que se trata, de todos modos, de una marca de poco prestigio en el mundo, pero sobre todo muy poco difundida. Este último detalle podría ser el peor de todos, pues el mantenimiento de una aeronave de esa marca será difícil en comparación con el mantenimiento de aviones de marcas conocidas.

Todos los hangares de mantenimiento de aviones en Bolivia y de los países vecinos están dedicados a marcas o norteamericanas o europeas, pero ninguno a aviones rusos o ucranianos o iraníes, como es el caso de los Antonov. No se conoce si estos aparatos tienen algún centro de mantenimiento en Venezuela, pero es probable que así sea.

El primer avión presidencial que tuvo Bolivia fue un improvisado C-47, un avión norteamericano anterior a la Segunda Guerra Mundial, que hizo habilitar el presidente René Barrientos, pero que difícilmente llegó a costar medio millón de dólares.

Las reseñas sobre la marca Antonov aluden al hecho de que se trata de aviones especializados en el transporte de carga para largas distancias. Se conoce muy poco de aviones presidenciales.

En el caso boliviano, el dato curioso es que el avión pedido por el Presidente tendrá dotaciones propias de este caso. Con el costo que tendrá el avión, se podría poner muchos aditamentos, pero podrá aterrizar en los aeropuertos del país o sólo será para viajar a otros países. Hasta ahora, Morales ha estado desplazándose dentro del territorio nacional a bordo de helicópteros prestados por el Gobierno de Venezuela y para sus viajes al exterior tiene que confiar en la gentileza de Hugo Chávez.