Cementerios se llenan de vida y color

Desde anoche miles de personas velaron a sus difuntos. Las masitas, las t’anta wawas, las coronas y las comidas que le gustaba al difunto son algunas de las tradiciones que se ven.

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El Día. Los cementerios de Santa Cruz se llenaron anoche de diversas costumbres para celebrar el día de Todos Santos, fecha que conmemora  la visita de los muertos a sus parientes durante 24 horas.
Hoy las visitas continuarán hasta el atardecer donde cada doliente, y según su lugar de procedencia, hará un culto a su difunto para agradecerle por su visita y, además para celebrar que se encuentra en un mejor lugar.
En todas las culturas el ser humano ha buscado la manera de conocer qué sucede después de la muerte y de entablar comunicación con sus seres queridos que cruzaron el umbral de la vida.
Marioly Rojas visita todos los años el cementerio La Cuchilla. Pero no llega sola. La costumbre es que más de 70 integrantes de su familia llegan hasta el mausoleo familiar para velar toda la tarde y noche del 1 de noviembre a sus difuntos. “Siempre traemos algo para comer porque mientras se acerca la noche, más familiares llegan y les invitamos. Hoy trajimos salpicón y chicha”, contó. Rojas junto a los demás partirán hoy rumbo a Puerto Céspedes (a 40 kilómetros de Pailón), pueblo donde se encuentran sus antepasados.
Mientras oscurece, la gente va llegando apurada para encontrar un lugar junto a la tumba de su difunto. Lo que habitualmente resulta tenebroso para alguien que no está acostumbrado a visitar un camposanto de noche, en esta fecha esta sensación se pierde, pues entre charla y charla, los dolientes pasan las horas recordando los buenos y malos momentos que pasaron junto al muerto.
Una conocida suya que falleció hace seis años es el motivo para que Elvira Mejía llegue con masitas hasta su tumba. “Les regalamos a los niños que rezan por el alma de mi amiga”, dijo al señalar que normalmente viene este primero pero que por motivo de viaje tuvo que adelantar su visita.
Ella vela junto a sus hijos un rato porque no tiene la costumbre de quedarse hasta tarde.
El olor a flores impregna el ambiente. El calor de la tarde da paso a la frescura de la noche. La visita se vuelve más llevadera y aunque el festejo es hoy, los dolientes esperan que la temperatura no aumente.
Una mesa con las tradicionales t’anta wawas, adornadas con piñas, manzanas y otras frutas, está rodeada por unos seis niños, que de dos en dos, rezan por el alma de Edmundo Gramajo. Su madre Dora Bernal y su hermana Daysi Poppe prepararon cada una de las figuras que regalan a los “rezadores” que con un Padre Nuestro y un Ave María llenan sus bolsas para luego llevar hasta sus casas. “Nos quedamos hasta la noche, mañana (hoy) llegan los familiares de su esposa trayendo más masitas para invitar a los que rezan”, dijo Bernal.



las costumbres de los visitantes

Las mast’akus
La mesa de los difuntos (mast’aku), tradicionalmente lo hacen  las familias andinas pero su origen es en Cochabamba. Allí colocan masitas dulces, bebidas, comidas y frutas.

Un platito para convidar
Si bien en el Oriente, las costumbres son diferentes, lo que prima en esta fecha es el reunirse en familia para recordar la vida del ser querido que se fue. El salpicón y la chicha es la cena de los veladores.

Las t’anta wawas
Originalmente tienen la forma del difunto (hombre, mujer, niño ó niña), también los hay animales y la escalera que significa la ayuda para ir a una mejor vida. Son hechos de pan y decorado barniz de miel.

Las coronas para las cruces
Un detalle decorativo para las cruces en los cementerios. Están hechas de guirnaldas de papel. Esta costumbre poco a poco se está perdiendo y da pasao a los ramos de flores.

‘Aviven el sello de Dios’

El cardenal Julio Terrazas, durante su homilía ayer instó a todos los fieles católicos que aviven el sello que Dios impuso sobre todos los fieles que fueron elegidos para ser hijos de Dios.
No todas las personas están marcadas por Dios. El sacerdote dijo que el Santo Padre ha elegido a algunos para que revivan la santidad que nos ha dejado en el mundo como un legado. “No todos son canonizados no alcanzaría la capacidad de los templos….”.
Terrazas, dijo que Dios no quiere que sus hijos sufran sino que vivan su vida de una forma distinta llena de misericordia por los demás.