Crímenes, granadas y lujo, al descubierto en cárcel de Chonchocoro

Descontrol. El uso de una granada de guerra y una balacera entre reos que pugnan por el control del penal de máxima seguridad hacen saltar las alarmas. El Gobierno interviene la penitenciaría. Llorenti cambia a la guardia y al Gobernador

image



La Prensa

Una explosión en Chonchocoro devela descontrol y celdas VIP

Medidas: El Gobernador del penal de máxima seguridad fue destituido luego de que se comprobara la existencia de una granada de guerra y armas de fuego. La celda de Luis García Meza contaba con sauna y gimnasio.

La explosión de una granada de guerra, que el domingo dejó tres heridos en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, provocó la destitución del Gobernador y de todo el personal de seguridad del reclusorio.

A raíz de este hecho, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, intervino el recinto junto con una comisión de fiscales y descubrió, además, que el ex dictador Luis García Meza vivía en una celda dotada de sauna, gimnasio y parrillero, entre otras comodidades.

De acuerdo con los primeros informes que se entregaron luego de la intervención, la granada explotó alrededor de 19.30 del domingo en la celda 324. Allí se encontraban los reos Jhonny Villarroel Cejas, Juan de Dios Villalobos y Sergio Frías, quienes fueron trasladados con heridas de diferente gravedad a tres centros asistenciales (Juan XXIII, Boliviano Holandés y el Hospital de Clínicas). Adicionalmente, uno de los reos fue herido con un arma de fuego calibre 38, informó el ministro Llorenti.

Los convictos pugnaban el liderazgo de la sección de la Lavandería, un área que ya fue escenario de sangrientos ajuste de cuentas y que desembocó en el cambio del anterior gobernador, Óscar Alvis Flores, hace apenas cuatro meses. En algún momento se consideró que la explosión pudo estar ligada a un intento de fuga de los reos.

Alrededor de las 13.00 de ayer, el ministro de Gobierno se desplazó hasta la cárcel para tomar varias medidas orientadas a retomar el control del penal, y luego de una inspección anunció la destitución del gobernador Gilmar Oblitas y de todo su equipo. Solicitó el aislamiento de los internos jefes de sección, que son parte de las pugnas y la violencia.

A su turno, el fiscal Julián Marca aseguró que durante la requisa de ayer se encontraron armas blancas y de fuego, además de un revólver calibre 38 y otros objetos. “Lo que manifiestan los mismos internos es que se trata de una disputa de poder”.

Por su lado, el Ministerio Público iniciará una investigación para determinar la procedencia del material bélico y su forma de ingreso al penal. Llorenti expreso que “es preocupante lo que pasa (…) no creo que este penal ingrese a la categoría de máxima seguridad”. En noviembre del pasado año, los reos del este penal de máxima seguridad revelaron a La Prensa la existencia de venganzas y armas. Hasta entonces, unas 17 personas fallecieron en circunstancias aún no esclarecidas.

Para los reos, la circulación armas y proyectiles no era casualidad, además de los sistemas de ajustes de cuentas con los que procedían para tener el control interno del recinto.

Uno de los guardias de seguridad del penal, ubicado a 4.000 metros sobre el nivel del mar, expresó que pese a los controles, los reos suelen gozar de diversos beneficios que eran apañados por efectivos de bajo rango y algunos oficiales.

Llorenti también se declaró impresionado por las comodidades de las que gozaba Luis García Meza y anunció que el ex dictador, condenado a 30 años de reclusión sin derecho a indulto por delitos de lesa humanidad, tendrá las mismas condiciones que cualquier otro reo del penal. García Meza está en Chonchocoro desde 1995. “No se trataba de una celda, sino se trataba de un departamento, con muchísimas comodidades: no solamente tiene un parrillero, no sólo tiene un gimnasio bien equipado, sino tiene teléfono privado y tiene sauna. Impresionante”.

De acuerdo con algunos reportes, recabados por este diario, desde 1992, fecha en que ingresó en funcionamiento al penal de máxima seguridad, hubo más de cinco motines y un intento de fuga que la Policía logró controlar. El primer motín y huelga de hambre se desarrolló en febrero de 1993 durante la gestión del coronel Jorge Oroza, a quien tomaron de rehén junto con otros tres policías. Tras fallidas concertaciones, los reos decidieron quemar el penal, incluyendo el taller de carpintería de bambú. Fueron reprimidos y los instigadores, sometidos a castigo.

Según los presos, inicialmente el penal de Chonchocoro albergaba a sólo 28 personas y estaban distribuidos en los pabellones de acuerdo con el grado delictivo.

El 26 de enero de 2004, la Policía frustró el motín e intento de fuga más relevantes de su historia. Los delincuentes recluidos en la cárcel cavaron un túnel y, según el Gobierno, pretendían usar explosivos que fueron obtenidos de afuera.

En los anteriores años, en el penal han sido asesinados 17 presos por supuesto ajuste de cuentas. Entre ellos, Guido Benavides; Ronald Monasterios, Omar Casis; Ángel Paredes; Mauricio Suárez, alias “Chichuriru”; Danilo Vargas Portugal, “El Fantasma”; César Llusco; Alberto Rubín de Celis, “El Petas”, y Félix Braulio Flores Catacora, este último, el 19 de enero. Unos, asesinados con armas blancas y otros, con armas de fuego.

Llorenti dijo que Luis García Meza ya no tendrá más privilegios.

Requisarán celda de García Meza

image

Lujo: la celda de García Meza estaba equipada con un juego de comedor y gimnasio. Incluso tenía un sauna (foto pequeña)

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, solicitó al Ministerio Público la requisa de las celdas del dictador Luis García Meza (1980-1981) y la de su ex ministro del Interior, Luis Arce Gómez, con la esperanza de hallar datos sobre las personas desaparecidas durante la dictadura liderada por ambos militares.

El Ministro convocó a los fiscales Milton Mendoza y Eduardo Morales a cumplir esta tarea, que será ejecutada a partir de hoy. Según un reporte de Cadena A, Morales coordinó anoche esta investigación. Anteriormente, ambos fiscales pidieron documentación reservada al Ejército para dar con el paradero de los desaparecidos tras el golpe de julio de 1980, entre los que figura el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.

“Existe información que ayudará a encontrar a los desaparecidos de la dictadura de 1980. Ya se ha ordenado su ingreso a la cárcel”, informó Llorenti, tras la intervención al penal, que permitió el descubrimiento de los beneficios con los que contaba García Meza.

Más detalles

La cárcel de seguridad está ubicada a 20 kilómetros de La Paz y es controlada por 150 efectivos en dos turnos.

Sus muros son de hormigón pretensado y alberga a 150 internos, en tres pabellones divididos por una malla de alambre.

Delegados de sección son Blass Valencia y Enrique Castro, quienes controlan el ingreso y salida de todo.

En el pabellón A se “alojaban” los que tenían ganas de rehabilitarse; en el “B”, los violadores, y en el “C” los más peligrosos.

Cae equipo de seguridad por descontrol en Chonchocoro

Cárcel. Dos hechos de sangre provocaron la suspensión del personal de seguridad

La Razón

Daniela Romero – La Paz

Luego de que, en menos de 13 horas, el penal de Chonchocoro fue escenario de dos ataques entre internos, el Gobierno estableció que el reclusorio no puede considerarse de máxima seguridad y relevó a su gobernador y a todo el personal de seguridad.

La determinación fue asumida tras conocer la existencia de grupos de reos que pugnan por el control de esta penitenciaría, lo que provocó dos hechos de sangre y dos heridos. Además, verificó que el ex dictador Luis García Meza posee una celda con sauna, gimnasio y teléfono, entre otros.

“No creo que este penal ingrese a la categoría de máxima seguridad. En coordinación con el Comando General de la Policía se tomó la determinación de suspender a todo el personal policial que estaba a cargo del penal de Chonchocoro”, aseveró ayer el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, en una conferencia de prensa que ofreció tras una visita al lugar.

El primer incidente ocurrió a las 17.00 del domingo. Dos reclusos que se encontraban en una celda resultaron gravemente heridos debido a que una granada de guerra explotó en el lugar.

“Introdujeron una granada por la ventana, la misma cayó debajo de una cama y ahí explosionó. Uno de los heridos se llama Johnny Villalobos, quien es el más afectado y el otro ya salió del hospital”, informó el juez 1º de Sentencia, José Ayaviri, quien no precisó la identidad del reo.

Después de 13 horas del atentado, un prisionero disparó con un arma de fuego a otro de nombre Rodrigo Frías y le dañó el esófago. El herido fue operado en el hospital Juan XXIII. El juez Ayaviri sostuvo que Frías habría amenazado de muerte a un peruano y, de acuerdo con un reporte de PAT, sería allegado al ex policía Blas Valencia, detenido por un atraco a Prosegur hace 10 años.

Según la autoridad, ambos incidentes son aislados, sin embargo, el ministro Llorenti sostuvo que el herido con arma de fuego es el mismo interno que resultó lesionado por la granada y que fue víctima del segundo ataque cuando retornaba del hospital.

“No entiendo en qué penal de máxima seguridad se permite el ingreso de granadas de guerra y armas de grueso calibre”, cuestionó el Ministro de Gobierno.

Llorenti relevó al gobernador Gilmar Oblitas, que será sancionado, y a un grupo de policías, y anunció que aislará a determinados reclusos. “Se tomarán todas las medidas para aislar a todos aquellos internos que están promoviendo la pugna y violencia para tomar el control de algunos beneficios indebidos en el penal”.

La pugna entre grupos de reclusos que pretenden ejercer ciertos poderes no es un tema nuevo. Según fuentes de la Dirección de Régimen Penitenciario, al menos tres son las agrupaciones de internos que se disputan el control de la cárcel. Una de ellas es la comandada por Valencia.

La otra estaba liderada por Alberto Abaroa Rubín de Celis, alias El Petas, quien fue asesinado en noviembre dentro del penal; ahora, sus seguidores habrían tomado las riendas del grupo, ya que su lugarteniente, Félix Flores, también murió asesinado en enero.

Ambos grupos querían tener el control de la cocina y el comedor, ya que al ingresar alimentos también se filtraban armas y droga. Un tercer grupo que apuntaría a controlar el penal estaría comandado por Raúl Salazar, de supuesta nacionalidad peruana, dedicado al narcotráfico.

En las próximas horas se reubicará a los internos que provocan la inseguridad. Mientras, un contingente policial al mando del comandante de El Alto, coronel Félix Segales, vigila el penal.

17 muertes desde su apertura

Desde la implementación del penal de Chonchocoro en 1992, se registraron 17 muertes, de las cuales dos fueron por causas naturales, tres se suicidaron y los restantes fueron asesinados con arma de fuego o arma blanca. Entre las muertes violentas se registran las de Mauricio Suárez, el Chichuriru; Danilo Vargas Portugal, el Fantasma; César Llusco; Alberto Abaroa Rubín de Celis, El Petas; y Félix Braulio Flores Catacora.