Ser o no ser, ésa es la cuestión…

image Fuente: Gabriela Ichaso Elcuaz, ideariapuntog.blogspot.com

¿Quién de nosotros no sabe hace días que Gary Prado Araúz, el ex Oficial Mayor de Defensa Ciudadana de la gestión de Percy Fernández, ha sido citado a declarar por el supuesto caso de terrorismo, por el fiscal Sosa a la ciudad de La Paz?  ¿Quién de nosotros no sabe que él es uno de los tantos candidatos a ser detenido y apresado en la cárcel paceña de San Pedro, si se resiste a pagar de su bolsillo los $us 254,- que cuesta viajar en avión a La Paz para evitar la orden de aprehensión, sólo porque al Fiscal le da la gana de conculcar la garantía de todo boliviano de prestar su declaración en el lugar de su residencia?  ¿Quién de nosotros no sabe ya que durante el proceso histórico de reivindicación de autonomía departamental, cabildos, recolección de firmas, presentación de iniciativa legislativa ciudadana, referéndum aprobatorio, estatutos y nuevamente referéndum, existió una organización -dicen que llamada La Torre- para llevar adelante del discurso a la acción, lo que hubo que arrancarle al Gobierno nacional y a Evo Morales, para que lo incorporara medianamente en la Constitución?  ¿Quién de nosotros no sabe que cuando comenzaron las persecuciones y detenciones por el denominado caso Rosza, un silencio cobarde acalló a quienes hasta entonces llevaban las voces unísonas del anhelo regional? ¿Quién de nosotros no sabe que la unión hace la fuerza cuando todos se ponen de acuerdo de dar un paso al frente? ¿Quién de nosotros no sabe qué fue la Guerra de los Talones, allá por los años sesenta?

Esta mañana Gary Prado, quien es candidato a Alcalde de esta capital también, marchó en rechazo a la persecución política de la que es objeto al igual que muchos otros cruceños.  ¿Y dónde estuvimos todos?



Meses atrás este pueblo estaba movilizado por la detención del ex Prefecto Leopoldo Fernández, a quien parece que hubieran liberado, pues su caso también ha caido en el olvido, reemplazado por la disculpa de las campañas electorales. ¿O será que de pronto, de perseguido político ha pasado al rango de dudoso asesino para las airadas voces de protesta que lo acompañaron en la perdida candidatura a Vicepresidente y hoy se pelean por una pega intrascendente al mando mentiroso de una brigada parlamentaria partida políticamente por diferencias irreconciliables?

¿Qué hizo Gary que no sepamos, para que los defensores mediáticos de los derechos humanos de quienes están en sus alianzas políticas, hubieran brillado por su ausencia en la marcha de este viernes?

Antes de encontrarme con la amarga lectura de consignas contra el Gobierno por los derechos de unos por ser de un color, mirando a un lado los derechos de otros por alzar el color rosado (en este caso), o descalificando la presencia de Urenda por ser naranja, me adelanto a compartir que me alegró el gesto de Juan Carlos.  Estuvo ahí, donde las ideas se unen:  donde se ve si existen principios fundamentales universales por encima de las visiones de programa de gobierno o proyecto de región.

No estamos hablando de la historia de un siglo atrás ni la de otro país u otro confín boliviano:  antes de las elecciones, adonde se nos llamó para defender la autonomía y los derechos a la libertad, estuvimos entusiastas.  Ahora, ¿Gary es de segunda o es que se lo condena a marginal por no haberse alineado con los "ganadores" de las encuestas?