Las protestas de los maestros son un "camuflaje" que esconde una "pelea por el liderazgo del sector", con lo que "de una reivindicación se pasa a una conspiración", indicó.
El presidente boliviano, Evo Morales, acusó hoy a los maestros de ser "enemigos de Bolivia" por la huelga indefinida que anunciaron para el próximo lunes contra el aumento salarial del 5% decretado por el mandatario.
En una improvisada rueda de prensa antes de disputar un partido de fútbol en La Paz, Morales criticó a los docentes que durante toda la semana se han manifestado en las calles para exigir un incremento de sueldos superior al propuesto por él.
"No hemos roto nunca el diálogo. Vamos a seguir trabajando. Lamento mucho (que) algunos profesores sean enemigos de la educación, enemigos de Bolivia", dijo.
Añadió que las protestas de los maestros son un "camuflaje" que esconde una "pelea por el liderazgo del sector", con lo que "de una reivindicación se pasa a una conspiración".
Por su parte Wilma Plata, una dirigente de los maestros, confirmó a Efe la huelga indefinida de los educadores en todo el país, y advirtió que las medidas de presión continuarán "y se radicalizarán" conforme pasen los días sin solución del conflicto.
"En una asamblea decidimos la huelga, así como masificaremos las marchas, como medidas de rechazo al incremento salarial del 5% (…) y la propuesta de ley de pensiones del Gobierno", declaró.
El ex sindicalista Morales frenó una huelga general indefinida de la Central Obrera Boliviana (COB), la única del país, con ofertas en campos diferentes al conflicto salarial, pero los maestros y el sector fabril mantienen sus protestas contra el 5%.
El presidente ofreció un nuevo sistema de pensiones que reduce la edad de jubilación de 65 a 58 años para casi todos los trabajadores.
El ministro de Educación, Roberto Aguilar, dijo a Radio Erbol que el Gobierno está "decidido a batallar" para que el derecho a la educación no se pierda, y pidió a los docentes recapacitar.
Por su parte, el secretario ejecutivo de los fabriles de La Paz, Wilson Mamani, explicó a Efe que ese sector paralizó momentáneamente sus protestas para abrir "puertas de diálogo" con el Gobierno, aunque negó que se trate de una medida definitiva.
"Si no hay avances, volveremos a las huelgas de hambre y las movilizaciones, y más radicales", apuntó. El Día (EFE)