Prisión domiciliaria a tres cruceños por caso Rózsa

Medida. Gary Prado Salmón y José Luis Santistevan podrán salir a trabajar. Ronald Castedo deberá quedarse en su domicilio. Los procesa la jueza séptima cautelar de La Paz, Betty Yañíquez. Fue en la Felcc

image Cautelado. Ronald Castedo sale de la Felcc, al promediar las 22:00. Fue el último en ser liberado, luego de la audiencia



Pablo Ortiz, El Deber

Tres llamadas telefónicas, una receta médica y una declaración de otro imputado fueron usadas como argumentos para dictar prisión domiciliaria contra el general Gary Prado Salmón; el médico y jefe de Falange Socialista Boliviana, José Luis Santistevan, y el ex presidente de Cotas Ronald Castedo.

Ayer por la tarde, mientras la gente se reunía en la plaza para protestar contra la ley corta de autonomías, el fiscal Marcelo Soza presentaba la imputación de sus tres nuevos acusados por el caso Rózsa ante la jueza Betty Yañíquez en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). Así, una jueza del distrito de La Paz procesó un supuesto delito ocurrido en la jurisdicción de Santa Cruz y en un recinto policial situado a más de 1.000 kilómetros de su juzgado. La audiencia fue reservada y entre las determinaciones se les prohibió a los ahora imputados hablar con la prensa sobre el caso de supuesto terrorismo destapado el 16 de abril de 2009, cuando Eduardo Rózsa, Árpád Magyarosi y Michael Dwyer fueron acribillados a balazos en el hotel Las Américas.

La jornada estuvo cargada de sorpresas. Por la mañana se conoció que no eran dos sino tres los imputados. Pese a que el miércoles Soza dejó libre a Prado tras su interrogatorio, decidió imputarlo por terrorismo y alzamiento armado, al igual que a Santistevan y a Castedo.

Para esa hora, Yañíquez ya había llegado desde La Paz y su asistente, José Luis Quiroga, coordinaba los detalles de la audiencia en la Felcc. Soza aguardaba la hora de la audiencia, fijada para las 14:30, en dependencias de Radio Patrullas y los abogados de los imputados trataban de reunir documentación para que sus defendidos no sean enviados a prisión.

A las 14:15 ingresó Gary Prado a la Felcc y cuando se le consultó qué opinaba sobre la intención del fiscal de evitar que hable con los medios, respondió: “Parece que me quieren amordazar”.

También había medio centenar de falangistas en las puertas de la Felcc, que coreaban el nombre de Santisteban cada vez que se aparecía como un espectro, todo de blanco, por una ventana del edificio verde olivo.

Cuando se instaló la audiencia, Soza, “maleducado e irónico”, como definió una persona que asistió a la misma, afirmó que Prado había hablado por teléfono con Rózsa, que su cátedra universitaria, su currículo y su nombre fueron encontrados en la computadora del presunto terrorista.

De Santistevan dijo que era pariente del fallecido y que encontró entre las pertenencias de los supuestos terroristas una receta médica que aunque no tiene firma, supone que es del galeno.

Sobre Castedo pesa la declaración de Marco Antonio Monasterio Mariscal, que en La Paz aseguró que el arquitecto y ex presidente de Cotas es el gran maestro de la logia Caballeros del Oriente y que ésta conformó el Consejo de Defensa de la Sociedad para apoyar las actividades del supuesto terrorista.

Los abogados de Castedo dicen que él pertenece al Círculo de Amigos Santa Cruz y no así a la Caballeros del Oriente, pero el fiscal aseguró que existe una lista de presuntos implicados que también son miembros del Círculo de Amigos.

Al final, los tres tendrán prisión domiciliaria, pero sólo Prado (de 9:00 a 21:00) y Santistevan (de 7:00 a 19:00) podrán salir a trabajar. El general es docente en la Utepsa y el médico trabaja en la Caja Petrolera. Castedo, retirado de la actividad institucional desde hace cuatro años, deberá conseguir un trabajo como dependiente, ya que para la juez Yañíquez no cuenta como respaldo laboral la ganadería.

  En detalle 

Correteos. Los periodistas gastaron bastante crédito de teléfonos celulares pra tratar de averiguar hora, lugar y cantidad de imputados de la audiencia de medidas cautelares. El fiscal Marcelo Soza nunca dio información oficial.

Queja. Soza no tomó en cuenta la situación familiar por la que atraviesa el general Gary Prado, que acaba de perder a un hijo de forma trágica. “Tuvo más de un año para citarme, pero prefiere hacerlo ahora”, dijo antes de que se le prohibiera hablar con los medios.

Castrense. Los fotógrafos y camarógrafos que trataban de cubrir la audiencia de medidas cautelares recordaron sus épocas de cuartel, ya que tuvieron que hacer fila por más de tres horas antes de ingresar en la Felcc. El director de la institución había asegurado que la audiencia era pública y había espacio para los medios.

Combativas. Las mujeres falangistas, activistas y familiares de los detenidos eran las más bulliciosas y decididas en la protesta fuera de la Felcc. Para reforzar filas, los falangistas llevaron incluso a adolescentes.

Repudiado. Soza no puede presumir de popularidad en Santa Cruz. A la entrada a la Felcc, los familiares de los detenidos le gritaron: “Queremos justicia”. A su salida, el grito se transformó en insulto: “Maleante. Masista come pollo”.