Sin misterio…

 

Cayetano Llobet

CAYETANO Evo, enamorado de su imagen  -la pasión de los caudillos es el espejo-, pasea por el mundo denunciando golpes,  aconsejando al Papa y pontificando ¡desde El Vaticano!  Igual que Chávez, está convencido de que su palabra y su presencia van iluminando el camino de la verdad y van sembrando las semillas del nuevo socialismo universal en los gastados surcos del capitalismo moribundo. Europa lo contempla: mientras Evo esté, hay esperanza. Y hasta para los homosexuales hay consuelo porque no solamente “ha sido mal interpretado”, sino que hasta ha hecho público  -¡en buena hora!-  que “hay homosexuales que trabajan en el Estado, en Palacio”… ¡la cara que habrán puesto cuando escucharon el discurso de los pollos!



Entre tanto, y precisamente cuando no está el sumo sacerdote, los sacristanes montan los nuevos altares del poder total sin descuidar ninguno de los frentes. El social, sin duda el más bullicioso, es al mismo tiempo al que el país está más acostumbrado. Para nadie es una novedad una movilización del magisterio y desde los tiempos de Banzer en adelante, la vacación anticipada siempre ha sido un recurso a mano. Todos los demás se van arreglando porque no hay una noción de organicidad y menos una dirección común y estratégica en las luchas sociales: eso era, ni más ni menos, la COB de esencia minera.

Hoy, el más importante es el frente político. Las elecciones del 4 de abril remontaron los liderazgos regionales con apoyo popular mayoritario. Es lo que hay que desmontar y nada más sencillo que hacerlo con la aprobación de leyes ad hoc, pensadas y hechas para casos específicos. Imposible no ver la intención de recrear de algún modo los escenarios de 2008, con convocatorias a sus “movimientos sociales”, amenazas a sus dirigentes, resurrección de elementos que el gobierno ya tiene definidos como golpistas y separatistas, provocación sin límite para que los liderazgos regionales repitan fenomenales errores y puesta en escena de cuadros de confrontación inminente que tan rentables le resultaron al gobierno en ese tiempo.

Y es que, además, ahora le resulta más fácil la tarea. Para comenzar, porque el frente empresarial ha sido básicamente domesticado. Expresiones de institucionalidad empresarial como fueron en su tiempo  -hace mucho tiempo-, Confederación de empresarios en lo nacional o CAINCO en lo regional, hoy son símbolos de humildad y hasta de indignidad, como se pudo ver hace poco en Santa Cruz.  Y en el frente mediático es impresionante la cantidad de transferencias realizadas con la común característica de que prácticamente todos los compradores, bolivianos o venezolanos, coinciden en sus simpatías hacia el gobierno. Desde luego, tampoco hay que descartar el hecho de que muchos de los que no comparten esa simpatía, o tienen que dejar la dirección de su periódico, o disimulan sabiamente sus pensamientos,  sentimientos y cálculos, detrás de la máscara de la prudencia editorial.

El proyecto de poder total ha sido y es el proyecto del gobierno: jamás lo ha ocultado. Lo que resulta curioso, paradójico y hasta irónico, es que algunas de las víctimas de ese poder, las que hoy convocan a resistir y a actuar contra el gobierno, son las mismas –caso Rubén Costas- que hasta hace muy poco sostenían la necesidad de negociar con el gobierno. Y el que dijo que ya no había que seguir “jugando a Tom y Jerry”, jamás se enteró de que el gobierno, Tom, nunca había renunciado a darle caza…