Autonomistas ¿desde cuando?

Todo el respaldo a los gobernadores masistas y hacerle la vida a imposible a los opositores; esa es la visión que tiene Evo de las autonomías.

image El Vice Alvaro Garcia y pobladores de las 19 provincias se concentraron en Plaza Murillo para la proclamación del primer Gobernador de La Paz, Cesar Cocarico. (foto Abi)

El MAS es una organización política signada por el centralismo y el autoritarismo. No hay nada que indique que piensa cambiar. Su eventual adhesión al régimen autonómico no es más que una variante táctica que está ensayando por conveniencia política pero lo más seguro es que en cualquier momento retornará a sus principios originales.



Si bien en los discursos de Evo Morales siempre tenemos que preguntarnos si lo que dijo es en realidad lo que quiso decir, en la Casa de la Libertad, al posesionar a los nuevos gobernadores se mostró tal como es, renovó los antiguos mitos de los que se nutre, habló de supuestas conspiraciones y amenazó de manera descarnada y cobarde a los que no piensan igual que él.

“Se les acabó el tiempo de conspiración” dijo Evo a los nuevos gobernadores. En realidad los destinatarios de sus palabras fueron solo tres: los tres gobernadores de la oposición y su mensaje no podía ser más claro. Les dijo, en suma, que si no se avenían a sus dictados, serían acusados de conspiración con todas las consecuencias que ello implica, lo que podría significar eliminarlos sin más trámite o, en el mejor de los casos y si tienen suerte, la cárcel.

Para el MAS todo es relativo. Nada es intrínsecamente bueno o malo. Todo depende de si es favorable o desfavorable a sus propósitos o intereses. Ya existe una estrategia para dar todo el respaldo y recursos a los gobernadores oficialistas y hacerle la vida a imposible a los opositores: esa es la visión y el concepto que tienen de las autonomías.

Nadie es tan ingenuo para creer que la convocatoria que hizo Evo para “trabajar por los departamentos” fue hecha de buena fe porque,simplemente, la concertación no cabe en su esquema de poder. Lo que si hará es intentar deshacerse de ellos de la forma más rápida posible. Por de pronto los gobernadores de Santa Cruz y Tarija ya tienen una acusación formal en su contra y como van las cosas es de esperar que muy pronto tendrán una condena. En cuanto a Ernesto Suarez, del Beni, el gobierno ha empezado a hacer aparecer sindicaciones de diversa índole con el mismo propósito.

Para cumplir con este cometido tienen a la mano fiscales y jueces diligentes que responden al silbato del Ejecutivo y por otro lado, mediante el control de las Asambleas Departamentales, el MAS no dudará en hacerles muy difíciles las cosas a los gobernadores de la oposición. Es claro que en los departamentos de Beni y Tarija se movieron todo tipo de recursos, amenazas y dinero incluidos, para que la presidencia de las Asambleas Departamentales quede en manos del MAS, en realidad, como ocurre en el Beni, de un ex mirista como Carlos Navia.

Es lamentable que el proceso autonómico no esté comenzando con buen pie debido a la intemperancia del presidente Evo Morales que prefirió mostrar su verdadera faz, agresiva e intolerante.

Creo que todos hubieran preferido al Evo que convocaba a trabajar por el desarrollo de los departamentos y no a aquel que lanzaba advertencias fuera de tono. Una vez más queda en evidencia que desde su lógica, el más mínimo disenso o el ser opositor significa, de entrada, ser un conspirador. En esto Morales no admite medias tintas y su pensamiento y postura se asemeja a la de los dictadores militares que gobernaron Argentina, Chile, Bolivia y otros países de la región en las décadas de los 70 y los ochenta.