Time cuestiona la vocación ecológica de Evo; defiende la tierra en ONU y hace lo contrario «en casa»

La coca, carreteras y proyectos extractivos cuestionados. Un viceministro renunció para no ser cómplice de una licencia ambiental para carretera del Isiboro-Sécure.

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    El presidente Evo Morales, durante la Conferencia del Cambio climático en Tiquipaya. – Abi Agencia



    Los Tiempos – 9/08/2010

    Time cuestiona la vocación ecológica de Evo

    “EL ECO-PRESIDENTE BOLIVIANO”

    La construcción de una carretera en medio del Tipnis que afectaría una reserva ecológica, la construcción de una pequeña represa en Cachuela Esperanza (en el oriente) a cambio de permitir que Brasil instale dos grandes hidroeléctricas por la zona y la excesiva dependencia económica boliviana de la industria extractiva son algunos ejemplos citados en un artículo de la revista Time, que cuestiona la verdadera vocación medioambiental del presidente Evo Morales frente a proyectos y políticas internas que se contradicen con la imagen de defensor ecológico que irradia fuera del país.

    El portal electrónico Hidrocarburosbolivia.com tradujo un artículo de la revista norteamericana Time, publicado el pasado 6 de agosto en ocasión del aniversario patrio, y titulado “El Eco-Presidente boliviano: ¿Que tan ecológico es Evo Morales?”, escrito por la periodista Jean Friedman-Rudovsky, corresponsal de la revista en La Paz.

    Comienza señalando que la coca, “causa célebre” del Presidente, pasó a segundo plano ahora que él se muestra más interesado en criticar el historial ambiental de los países desarrollados y asume como compromiso propio buscar un futuro más sostenible.

    Continúa señalando que hace dos semanas hizo historia al lograr que las Naciones Unidas aceptaran por votación unánime la propuesta boliviana para hacer del agua un derecho humano. Sin embargo, “ya en casa”, Morales impulsa proyectos de desarrollo que perjudican al medio ambiente y tiene a muchos críticos denunciando que no practica lo que predica cuando se trata de proteger la Tierra.

    Carretera en el Tipnis

    Entrevistado por Friedman-Rudovsky, el presidente del Tipnis, Adolfo Moya, dijo que “la cruzada medioambiental de Morales se siente como un espectáculo”. Moya vive en esa comunidad indígena ubicada en la región del Parque Nacional Isiboro-Sécure, donde está a punto de iniciarse la construcción de una carretera que cruzará por el corazón de esa reserva ecológica.

    El Gobierno insiste en que los proyectos como el del Isiboro-Sécure y que la ruta de 300 kilómetros que conectará a Beni y Cochabamba es necesaria para mejorar el comercio. Pero el Isiboro-Sécure es hogar de muchas especies autóctonas de flora y fauna, incluyendo 11 especies animales en peligro de extinción y el Tipnis es lo último que queda del territorio donde la etnia mojeña de Moya puede vivir en relativo aislamiento cultural.

    Cachuela Esperanza

    La carretera no es la única controversia ecológica. Recientemente, Morales alentó la Iniciativa para la Integración de Infraestructura Regional (Iirsa), un esfuerzo nuevo y audaz de los gobiernos de la región para construir una red de infraestructura continental que incluye carreteras, vías navegables, puertos,  proyectos de energía y de comunicaciones, aunque con costos preocupantes.

    “No quiero decir que estoy a favor y tampoco quiero decir que me opongo,” dijo a Friedman-Rudovsky un vecino de la zona, Álvaro Martínez, sobre una planta hidroeléctrica del Iirsa planeada para Cachuela Esperanza, pequeña ciudad en la cuenca amazónica a orillas del río Beni. Actualmente, él y sus vecinos dependen de un generador a diesel que sólo proporciona electricidad durante algunas horas y les ilusiona disponer de luz todo el día, pero saben que esa pequeña represa está condicionada a que Bolivia haya aceptado que Brasil construya dos inmensas represas hidroeléctricas en el río Madera a 160 kilómetros de la frontera. Ambas presas ponen en peligro a los peces del río y podrían ocasionar inundaciones.

    Industria extractiva

    Igualmente inquietante es la dependencia económica boliviana de las industrias extractivas. Morales reprende a las naciones prósperas del mundo desarrollado por su adicción a los combustibles fósiles y la reticencia hacia la limitación de sus emisiones de carbono, pero Bolivia se beneficia en gran medida por la venta de esas materias primas. Friedman-Rudovsky dijo que el Gobierno no respondió a su solicitud para comentar al respecto.

    RENUNCIA CONCIENCIAL

    Hasta hace poco, Juan Pablo Ramos era la máxima y más antigua autoridad ambiental de Morales, pero declaró a Time que renunció al Viceministerio de Medio Ambiente “por un tema de conciencia” dejando, al salir de su escritorio, la licencia ambiental para la carretera del Isiboro-Sécure sin su firma. Dijo que tiene la esperanza de que el liderazgo ambiental internacional de Morales sea más que un simple discurso