El Gobierno puede prescindir del MAS por el liderazgo de Evo

Fortaleza del Presidente. Choquehuanca vs García. En esta segunda gestión en el MAS hay facciones que se disputan el poder. El poder se sobrepone a la ideología en el Gobierno

image

LA PAZ/OPINIÓN



La purga interna que tiene lugar dentro del partido en función de Gobierno, el Movimiento Al Socialismo (MAS), donde caen dirigentes medios, incluso altos, pero no se altera la fortaleza del Gobierno y el respaldo masivo al Presidente del Estado, demuestran que ese partido político es prescindible, ante el liderazgo de su jefe, Evo Morales.

Ésa es la conclusión del politólogo y analista Jorge Lazarte, quien recordó que varios dirigentes medios del MAS quedaron excluidos de ese partido, incluso intentan agruparse para disputar liderazgo, pero no consiguen su propósito.

“El MAS, en buena parte, es su propio caudillo, pero no por el MAS sino por la vinculación íntima que tiene con sectores sociales que son los que constituyen lo más seguro que tiene el Gobierno como apoyo social en Bolivia. El MAS tiene una existencia solamente nominal porque lo que hay es una relación directa del Presidente con su base social indígena, que la tiene en el occidente, los pobres, los excluidos, en fin. Esa unidad entre el caudillo y su base social hace vivir al MAS, pero el MAS como movimiento tiene una existencia muy nominal porque carece de estructura”.

Lazarte señaló que “parecería que se han dado cuenta que esto es así por lo que están intentando crear algo como una estructura intermedia y que esta función quisieran darle a Conalcam (Consejo Nacional del Cambio), para que lo que es un cierto distanciamiento entre la base social del MAS y el MAS mismo y el Gobierno, aunque no aún con el Presidente del Estado, no fuera más lejos y que pudiera ser controlad a través del Conalcam”.

Agregó que no es fácil saber si ése es el remedio, “pero el hecho de que estén intentando resucitar no solamente al Conalcam y darle una función precisa dentro del MAS, es revelador”. Definió al MAS como débil y al Gobierno como fuerte, lo que está creando problemas pero que aún no llegan a preocupar respecto de la gobernabilidad.

Jorge Lazarte advirtió que ese debilitamiento no llega a beneficiar a la oposición por su extrema debilidad.

Según Lazarte, en el partido en función de Gobierno no hay corrientes políticas, a diferencia de lo que fue el MNR en los años 60, donde pugnaban izquierda y derecha.

Afirma que los conflictos ideológicos más importantes se dieron en el pasado, con Filemón Escóbar, Román Loayza y otros. “Ahora no son conflictos de esa naturaleza, pero si no son controlados a tiempo, se puede perder el control de ellos y creo que eso es lo que está pasando en este momento en el MAS, que ha perdido el control de sus propios conflictos”.

Destacó que en el ejercicio del Gobierno y, especialmente en el segundo periodo, iniciado en enero de este año, dirigentes vinculados a las corrientes indígenas se han separado o han sido separados del MAS. “Curiosamente en un partido fuertemente orientado hacia la ideología indigenista, con una Constitución indigenista, pero en el último tiempo es como si hubiera entrado en un proceso de desindigenización”.

VISIONES IDEOLÓGICAS. La politóloga Ximena Costas también considera que en el Movimiento Al Socialismo existen varias visiones ideológicas y no existe ninguna concepción clara, lo que provoca que no existe un solo objetivo sino diferentes miradas y objetivos.

“Es una organización tremendamente compleja. Probablemente más compleja que otras organizaciones políticas y sería simplificar demasiado dividir las tendencias entre unos y otros aunque hay coincidencias entre ambos como por ejemplo la lucha internacionalista de mirar más allá de las fronteras para la exportación del socialismo comunitario, la destrucción del capitalismo”.

Explicó que, es probable, que la concepción “evista” tenga una raíz nacional más cercana al nacionalismo revolucionario, y la línea del vicepresidente Álvaro García Linera esté más cercana a la visión de los estudios culturales y descolonizadores pero desde un punto de vista más teórico.

“Los lineristas vienen más del debate académico, los evistas vienen más de la bases, de la praxis política en las bases. Por supuesto que el pensamiento es diferente pero sería caer en un simplismo resumirlo en dos o tres cosas”, añadió.

Costas aclaró que la mirada desde fuera es sesgada y parcializada,  pero “pareciera que los ministerios más importantes del área política y económica están más cercanos al Vicepresidente y el resto de ministros que vienen del IPSP, las Bartolinas, aquellos cuadros que vienen de los actores del movimiento popular están más cercanos al evismo”.

Choquehuanca vs García

imageimage

En criterio del analista Jorge Lazarte, el canciller David Choquehuanca no tiene demasiada fuerza como para liderar una corriente que intente disputar espacios de poder a la liderada por el vicepresidente Álvaro García Linera.

“Choquehuanca, en términos de capacidad de decisión política en el MAS tiene un peso prescindible, no forma parte propiamente del círculo de poder. Pero, probablemente, esta acción aislada del Canciller, esté de algún modo conectada con una cierta disidencia del MAS y con sectores indígenas”, señaló Lazarte.

Explicó que la debilidad del Canciller se expresa en el hecho de que en más de una ocasión ha actuado como mediador, “como si quisiera ratificar la idea de que no tiene mucho poder dentro del MAS”.

Agregó que, en cambio, “García Linera es quien más se ha beneficiado de estos conflictos internos en el MAS. Parecería que el poder real está en manos del Presidente, pero que el ejercicio del poder estuviera pasando cada vez más al Vicepresidente”.

En esta segunda gestión en el MAS hay facciones que se disputan el poder

En el Movimiento Al Socialismo han surgido pugnas por el control del poder, tras el cumplimiento, en la primera gestión de Gobierno, de la primera parte de los objetivos que se había fijado esa agrupación política, según la politóloga Ximena Costas.

Explicó que el MAS se aproxima cada más a los partidos políticos tradicionales que a lo que se denomina oficialmente instrumento político, ya que tiene varias facciones o tendencias internas que empiezan a disputarse la cúpula del poder.

“Habrá que ver cuáles son las tendencias y facciones, hay que hacer seguimiento a ese tema para decir con precisión si son “evistas”, son “lineristas”. Es una de las fuentes en conflicto”.

Señaló que otra fuente de conflicto tiene que ver con la bases que se han empezado a recuperar su independencia sindical en organizaciones que apoyaron al MAS orgánicamente en las campañas del 2005 y el 2009, porque, afirmó era la única alternativa para revocar o sustituir el viejo sistema.

“Este año al MAS se le disputa el monopolio del cambio, empezando por el Movimiento Sin Miedo y Juan Del Granado y, continuando con los indígenas de tierras bajas del CIDOB y más adelante con Potosí. Es decir, ya se está cuestionando no sólo el monopolio del cambio, que es parte del cambio pero no el único”. También afirma que se está cuestionando el propio indigenismo del Gobierno después de la marcha de la Confederación de Pueblos Indígenas (CIDOB), porque dirigentes de base consideran que son excluidos del poder.

Según la analista Ximena Costas, la movilización de Potosí, por demandas regionales, es una reivindicación nacional popular como las promovidas por el nacionalismo revolucionario del año 1952.

“Es decir, los actores de base están empezando a recuperar su independencia sindical, su pensamiento propio porque se supone que las tareas fundamentales que tenía el MAS en el primer Gobierno han sido cumplidas”.

La analista política dijo que no cree que una de las tendencias fuertes en pugna dentro del Gobierno sea la del canciller David Choquehuanca, pese a que se trata de uno de los liderazgos legítimos ante las bases de ese movimiento, especialmente indígenas, junto al presidente Evo Morales.

“No veo que haya una tendencia con capacidad de decisión y ejercicio del poder al interior del bloque, creo más bien que se trata entre los evistas más cercanos al MAS y los lineristas que entran  con el Gobierno. Hay un movimiento histórico bastante más antiguo del MAS IPSP y otro que se inicia con el Gobierno del MAS el 2005”, señaló.

Agregó que el canciller Choquehuanca está más cercano a la línea del presidente Evo Morales que lidera un movimiento histórico bastante previo al gobierno mismo.

El poder se sobrepone a la ideología en el Gobierno

El MAS es una organización política que gira alrededor de la idea del poder y del Gobierno, también pensado como ejercicio del poder. Y una vez que el MAS llegó al Gobierno han ido naciendo, poco a poco, intereses ligados al poder que han ido sobreponiéndose a aquellos otros provenientes de la ideología.

Esa es la conclusión a la que llega el politólogo Jorge Lazarte, quien recuerda que el MAS fue un grupo político muy ideologizado y recuperó el valor de la ideología respecto a partidos tradicionales demasiado pragmáticos.

Agregó que en el caso del MAS, en el ejercicio del poder empezaron a nacer intereses propios del poder, “sea para preservar lo que se tiene o sea para tener lo que aún no se tiene”.

Según Lazarte, esa situación ha ocasionado, dentro del MAS, conflictos por más áreas de poder, entre las distintas fracciones que pugnan al interior de esa agrupación política. “No son necesariamente corrientes ideológicas sino más bien grupos organizados, pequeños o grandes, a veces clanes alrededor del poder”.

Añadió que ese proceso de pugnas por el poder es paralelo a un proceso de deterioro de la imagen pública del Gobierno y del MAS.

“Es como si el MAS hubiera llegado al máximo adónde podía llegar con las elecciones de diciembre del año pasado y hubiera empezado un proceso de declinación lento, pero cada vez más visible y que se alimenta, por otra parte, de una creciente conflictividad con su propia base social que se refracta interiormente en estas distintas facciones que han surgido por espacios de poder”.  “Como se sabe, estas luchas por espacios de poder no suelen tener moral, todo parecería estar permitido que, de algún modo también, expresa lo que el MAS ha estado comunicando al país de que para lograr sus propósitos políticos todo valía”.

Explicó que el MAS carece de estructuras y de reglas, institucionalidad para contener sus conflictos y darles una salida controlada, por lo que esos conflictos adquieren una amplitud que en partidos con estructura organizada no causarían tanto efecto.