En aumento la venta ilegal de combustible en frontera Bolivia-Brasil

Contrabando. El mercado clandestino de diésel y gasolina se expande sin control en el cinturón fronterizo con Brasil, mientras el valor y los volúmenes de importación de combustibles van en ascenso en Bolivia. Las autoridades hidrocarburíferas regionales admiten la existencia del problema. La gasolina y el diésel no abastecen. Comercialización. En los surtidores de San Ignacio de Velasco, Roboré, Quijarro y Puerto Suárez hay largas filas. En Pando denuncian que el litro de diésel se comercializa a Bs 9.

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Control. En la ruta San Ignacio-San José de Chiquitos hay una tranca móvil



Hilton Heredia García, El Deber

En aumento la venta ilegal de combustible

Mientras el valor y los volúmenes de importación de combustibles van en ascenso, pues hasta comienzos de agosto la factura trepó un 70%, de $us 223 a 375 millones, comparado con el mismo periodo de 2009, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el mercado negro también se dispara en el cinturón fronterizo con Brasil y se impone a la ley, pues decenas de revendedores de diésel y gasolina, también denominados ‘picos blancos’, consolidan su negocio.

Un equipo periodístico constató tal situación en un recorrido de cuatro días efectuado por las poblaciones de San Julián, San Ramón, Concepción, San Ignacio de Velasco, San Vicente, Ascensión de la Frontera, San Matías, Roboré, San José de Chiquitos y Tres Cruces.

El primer punto del ‘negocio redondo’ se practica en el mismo bastión del partido gobernante, desde San Julián hasta La Asunta, en el que se evidenció la venta ilegal de carburantes en 13 puntos. Ubicados en ambos lados de la carretera, los revendedores comercializan el litro de gasolina y diésel entre Bs 5 y 7.

Unos kilómetros más allá, en el ingreso a la localidad de San Ramón y casi al llegar al surtidor La Cueva, hay tres negocios que expenden libremente combustibles, incluso tienen vistosos letreros. Las irregularidades continúan al avanzar por la Chiquitania. En el surtidor de Concepción se evidenció la venta de diésel en turriles y galones en presencia de los militares.

En San Ignacio de Velasco, a una cuadra del surtidor Guajojó, expenden el carburante en Bs 5 y 6. El local se encuentra ubicado entre la avenida Las Américas y Héroes del Chaco.

Mientras, en la zona fronteriza de San Vicente se comercializan ambos carburantes en Bs 7 el litro. El punto de venta está en las ‘narices’ del puesto militar Cacique Cumbay y a la vuelta de las oficinas de la Aduana. En Ascensión de la Frontera, a unos 80 kilómetros de San Matías, también creció el negocio.

El mercado negro también llega a Roboré, Puerto Suárez, Puerto Quijarro y San José de Chiquitos, además de Tres Cruces. Lo más preocupante se observa en Puerto Suárez y Puerto Quijarro, donde los surtidores El Lido y Chapaco hacen ‘malabares’ para abastecer a los transportistas.

Sin embargo, el combustible se acaba en cuatro horas y la gente tiene que hacer filas hasta el día siguiente para abastecerse. Esto ocasiona que los ‘picos blancos’ aprovechen y vendan carburantes en Bs 7 y 8 el litro.

Al respecto, el representante regional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) Santa Cruz, Gustavo González, admite:

“Es evidente que hay un ‘secreto a voces’ sobre la existencia de revendedores. No obstante, es un tema en el que la ANH no toma acción directa sobre la situación, sino a través del Ministerio Público. Con las competencias que tiene debe asumir responsabilidades con la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Sustancias Controladas y las Fuerzas Armadas. Estas entidades son las encargadas del control”.

El jefe de la zona comercial de YPFB San José de Chiquitos, Diego Hevia, admite el problema, pero asegura que el cupo de comercialización para dos surtidores de San Ignacio de Velasco, dos de San José de Chiquitos, uno de Roboré y uno de San Miguel asciende a 200.000 litros por día, con lo que se garantiza el abastecimiento.

Militares comienzan a instalar trancas móvilesEl Ministerio de Defensa anunció el desplazamiento de 2.000 efectivos a la frontera con Brasil, como parte de una política gubernamental para sentar soberanía y evitar las actividades ilegales, entre ellas del oro, carburantes y madera.

Se constató la presencia de un pequeño grupo de efectivos militares, a 60 kilómetros de San José de Chiquitos, que informó que a partir de la fecha se instalarán trancas móviles.

No obstante, en el resto de los tramos de la Chiquitania no se observó a otro contingente.

Según la cartera de Estado, el plan será ampliado a las siguientes gestiones en la perspectiva de que las Fuerzas Armadas cumplan la función de resguardo y control de las fronteras.

Los 2.000 efectivos destinados al oriente estarán a lo largo de la frontera con Brasil, especialmente en lo que corresponde al departamento de Santa Cruz.

De acuerdo con el plan elaborado por el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, se pretende el desplazamiento de unos 32.000 efectivos en los venideros cuatro años.

El comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Ramiro de la Fuente, informó la semana pasada que el personal cumplirá con la misión de proteger las zonas fronterizas porque la misión Constitucional de las FFAA es la de sentar soberanía en aquellos lugares donde existen recursos naturales. Como parte de este plan, efectivos del Ejército, intervinieron el 5 de octubre centros mineros donde explotaban oro en San Ramón, en San Simón y una mina cercana al predio Guapurutú (San Javier).

Por su lado, YPFB evitó referirse al tema, pese a que se envió un cuestionario al titular de la estatal, a comienzos de semana.

    La importación en cifras   

Gasolina. La importación subió de 1.625 metros cúbicos (m3) a 2.935 m3, en julio. Sin embargo, la máxima cantidad se registró en junio con 9.717 m3, de acuerdo con un boletín del Ministerio de Hidrocarburos. YPFB Refinación importó un promedio de 4,88 millones de litros en los siete meses. En enero 1,62 millones, en febrero 2,67 millones, en marzo siguió ascendiendo a 3,51 millones, en abril escaló a 6,05 millones, en mayo a 7,67 millones, para llegar a su máximo en junio de 9,7 millones y en julio cayó a 2,93 millones de litros.

Diésel. En enero se importó 5.195 m3, pero en julio tan sólo 229 m3, según registro de la cartera energética. De enero a julio, YPFB Refinación importó un promedio mensual de 3.098 m3 de diésel, equivalente a 3,09 millones de litros. En febrero, la cantidad bajó a 3,76 millones, en marzo descendió a 3,62 millones, en abril a 2,94 millones, en mayo volvió a subir hasta 4,16 millones de litros, pero en junio descendió a 1,79 millones.

Norma. El contrabando de combustibles es un delito comparable con el narcotráfico. Tiene su base legal en la Ley 1008 y le permite al Estado castigar con dureza el tráfico, desvío, ocultamiento o tenencia ilícita de carburantes. La norma autoriza a las FFAA, Policía, COA y la Felcn, además de la ANH, a ejecutar operativos de secuestro de las sustancias controladas.

  Opinión  

“La solución pasa por la conversión”+

H. de la Fuente / Ex-Superintendente

El problema es estructural, ya que tenemos precios internacionales que se manejan normalmente en las naciones vecinas y precios nacionales en el mercado interno. Entonces, obviamente se genera un incentivo perverso en el lado nacional por algunas personas inescrupulosas que suelen aprovecharse de ese precio diferencial.

Nosotros tenemos un precio de carburante considerando una cotización del crudo de 27 dólares, en cambio los países vecinos tienen precios calculando aproximadamente entre 84 y 85 dólares el petróleo, entonces es un diferencial abismal que es aprovechado por la gente de la frontera y otras zonas rurales, principalmente del departamento de Santa Cruz.

La alternativa o la solución a este problema es básicamente la conversión de vehículos a gasolina a Gas Natural Vehicular (GNV). Cabe recordar que por Puerto Suárez y Puerto Quijarro pasa el gasoducto al Brasil, en este caso hay una interconexión con el ducto San Marcos, que es un ramal y que tiene una capacidad disponible de casi un millón de metros cúbicos día, lo cual es más que suficiente para que toda esa región pueda transformar sus vehículos a GNV.

Creo que la solución pasa por una conversión urgente de la matriz energética, con lo cual se evitará el 100% de contrabando. Conozco que hay una estación de la CRE en Arroyo Concepción, que se alista para operar con GNV, pero desconozco las razones por la que no cuenta con la licencia de operación.

El hecho de que no actúe de manera eficaz el COA, la Fiscalía, los militares u otra institución reguladora es algo que ellos mismos deben responder.

La gasolina y el diésel no abastecen

Comercialización. En los surtidores de San Ignacio de Velasco, Roboré, Quijarro y Puerto Suárez hay largas filas. En Pando denuncian que el litro de diésel se comercializa a Bs 9

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Puerto Suárez. Los transportistas hacen fila desde las 5:00 para abastecerse de carburantes. Empero, casi siempre la mitad de ellos tiene que esperar otro día

Centenares de vehículos que hacen filas en las estaciones de servicio de San Ignacio de Velasco, Roboré, Puerto Quijarro y Puerto Suárez, reflejan la cruda realidad de la falta de diésel y gasolina en varias zonas del país. Sin embargo, los revendedores tienen ambos productos, pero lo ofrecen hasta dos veces más caro. El problema llega a Pando, departamento afectado desde hace un mes y que ha semiparalizado las actividades forestal y agrícola, según denunció la Cámara Forestal de Bolivia (CFB). Pese a esta situación, la estatal petrolera YPFB opta por mantener silencio.

Las largas colas como la que se muestra en la gráfica en Puerto Suárez, se constituyen en el ‘espejo’ del estancamiento de la producción de carburantes en el país y a la vez la falta de control eficaz de parte de las autoridades, según coinciden algunos analistas energéticos.

Los que más sufren son los transportistas y los exportadores, pues muchas veces tienen que quedarse hasta dos días parados en alguna estación de la Chiquitania para abastecerse de diésel y continuar su recorrido hasta Brasil.

Funcionarios de los surtidores de San Ignacio de Velasco, San José de Chiquitos, Puerto Suárez y Quijarro aseguran que los cupos asignados no alcanzan para toda la población. No obstante, para YPFB los 200.000 litros que se distribuye a seis surtidores de la Chiquitania son suficientes.

La peor situación se vive en Pando, departamento que no contó con combustible hace un mes. Según el presidente de la CFB, Pedro Colanzi, la escasez aún impacta en el sector pues se ha paralizado casi toda la actividad laboral.

Lo anecdótico del caso, es que gracias a los revendedores de carburantes algunas empresas grandes siguen operando ya que pueden adquirir el litro de diésel a Bs 9, mientras que más de una treintena de madereros dejó de trabajar.

“YPFB dice tener problemas de transporte, que bajaron las aguas en los ríos y otros argumentos que no son muy válidos. Es difícil evaluar las pérdidas, pero hay empresas que tienen más de 300 trabajadores parados, realmente es una catástrofe. En Beni también hay una parcial escasez”, aseveró Colanzi.

La estatal YPFB informó el miércoles que enviará cada mes a Pando 1,25 millones de litros de diésel, 900 mil litros de gasolina y nueve mil garrafas de gas licuado de petróleo (GLP). El jueves llegaron nueve camiones con el energético.

Datos del sector forestal de Pando señalan que se requieren 180.000 litros de diésel cada día para desarrollar con normalidad sus actividades.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Transporte Nacional e Internacional, Enríque Martínez, indicó que más de 500 camioneros sufren un verdadero vía crucis para abastecerse de combustible en la ruta a Brasil al igual que para llegar a Beni y Pando. “Hemos tenido reuniones con representantes del Gobierno pero hasta el momento no hay ninguna solución”, dijo.

Por su parte, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) a través de su titular, Mauricio Roca, dijo que el Ministro de Hidrocarburos garantizó el abastecimiento para la presente campaña de verano. El sector demanda entre 130 y 150 millones de litros de diésel para los meses de octubre, noviembre y diciembre.

Roca alertó que hay situaciones difíciles de manejar en la frontera por el bajo precio del combustible boliviano, lo cual hace que sea requerido por los brasileños.

Autoridades y expertos lanzan sugerencias y critican a YPFB y a la ANH   

Olvis Hurtado

Cívico Prov. Germán Busch

“Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen Rivero Tórrez tienen un problema social: el contrabando. Uno va a la estación de servicio a las 10 u 11 de la mañana y no hay diésel ni gasolina, esto no puede ser posible. Hay vehículos que cargan permanentemente carburante para desviarlo y la autoridad no hace nada. Se debe reflexionar y trabajar conjuntamente”.

José Padilla

Asesor en Hidrocarburos

“No hay control en la comercialización. El problema se centra en la distribución de carburantes en la Chiquitania, la cual se genera en San José de Chiquitos. También pasa porque al Ejército se le dio el control de la comercialización de combustibles en frontera, pero sólo se fiscaliza cuando surgen denuncias. La venta de diésel es un negocio redondo”.

Felipe Dorado, Diputado

“No existe control gubernamental. Los militares que tenemos en los surtidores sólo se dedican a controlar la placa y número de chasis de los vehículos, pero el problema sigue porque el cupo destinado a las estaciones de servicio es insuficiente. Empero, se conoce que algunos cupos son desviados y es ahí donde se debe investigar”.

Carlos Sánchez

Col. de Ing. Petroleros

“Para dar solución al tema del contrabando de gasolina y diésel se debe hacer un censo de los vehículos que se tienen en frontera y adoptar una política clara en la otorgación de cupos.  En cuanto a las garrafas se puede cortar instalando una red domiciliaria de gas que permita que la población tenga el energético a domicilio. Urge un gasoducto virtual”.

Diego Hevia

YPFB San José de Chiquitos

“El cupo para cada surtidor varía cada día. Por ejemplo el surtidor de Roboré, La Perla del Oriente que festejó su aniversario el pasado fin de semana, vio incrementado su cupo un 20%. Normalmente se le asigna entre 10.000 y 15 mil litros día. A los de San José de Chiquitos se les da entre 15.000 y 20.000 litros. Para San Ignacio y San Matías es similar”.

Gustavo González

ANH Santa Cruz

“Hay más de 30 denuncias ante el Ministerio Público, con decomiso de cantidades considerables de combustibles. Esta semana hemos decomisado 10.000 litros de carburantes. En lo que va del año por lo menos hemos incautado 30 mil litros. Empero, somos pocos (25) y apenas contamos con tres movilidades para controlar esta actividad en Santa Cruz”.