Me siento discriminado por la Constitución ¿y vos?

Walter Arrázola*

WALT Soy Republicano, soy liberal, creo en la libertad del individuo, en la economía de mercado, podría decir que soy anarcocapitalista. Amo profundamente a la libertad, creo que el hombre está condenado a ser libre y no debe tener más ataduras que su conciencia y la responsabilidad de sus actos.

Sin embargo, la Constitución dice que deja en el pasado el Estado neoliberal y el republicano, además del Estado colonial. Este último concepto no lo entiendo porque desde que somos república dejamos la colonia; aunque eso sí, en plena república existían los ministerios de colonización de tierras del oriente, y hoy existe un neocolonialimo y aculturización a las identidades, patrimonios y territorios de las tierras orientales.



No creo en la Pachamama, soy católico. En la Constitución se le agradece a la “Pachamama”. Metafísicamente provengo de Adan y Eva, no desciendo de Manco Capac o Mama Ocllo. Biológica y genéticamente mis ancestros descienden del mono, quienes posteriormente colonizaran la tierra según la película “El Planeta de los Simios”.

Soy conservador, porque creo en las instituciones y su fortalecimiento, creo en la evolución y no en las revoluciones, creo en conservar lo mejor que la humanidad ha creado en cada periodo y etapa de civilización. No creo en el status quo, todo cambio debe ser consciente, concertado, razonado y planificado. Creo en la vida no en la muerte, menos en la revolución. Pero estoy dispuesto a ofrendarla en defensa de mi libertad y la de todos.

Nada me ata con la hoja de coca, y me la pretenden imponer como sagrada para que le rinda culto y pleitesía. Esa hoja está en la constitución como si fuese de mi cultura “ancestral”. Rechazo todo tipo de privilegios y la coca representa los privilegios de una casta, de una clase social que oprime a un pueblo, la del Inca y de su monarquía teocrática y esclavista. Hoy la coca significa otra casta opresora, la de un régimen autoritario, la de los narcotraficantes que manejan el poder económico y político en el mundo, quienes oprimen además de enriquecerse con el sufrimiento y la destrucción de vidas y familias, esa es la nueva casta de los “cocaleros excedentarios”.

Me siento discriminado.

*Ex diputado nacional