Ají de fideo a la inflación

Gonzalo Chávez

Gonzalo_Chavez175 El año pasado los responsables de la política económica habían anunciado la derrota del dragón de inflación. Pero para tristeza de muchos, el dragón no estaba muerto, sólo andaba de parranda. En efecto, la tasa de inflación acumulada hasta octubre del año, que ya languidece, fue de 4,16 por ciento, un valor elevado pero que está en el rango de lo que había previsto el Banco Central de Bolivia. Entonces, ¿por qué tanto jaleo sobre la subida de precios? Desde las graderías de los agachados se escucha el reclamo: Joven revolucionario. ¡el platito de ají de fideo subió en un 35 por ciento! ¡Alguien haga algo¡ El problema se centra en que la inflación de alimentos, que se ha disparado haciendo estragos en los bolsillos de la gente más pobre. Hasta octubre de este año este índice llegó a 7,69 por ciento. Inclusive esta cifra puede ser mayor, cabe recordar el chanchullo que se hizo con el índice de precios en el año 2008. En la ocasión, se rebajó la ponderación del peso de los alimentos en el cálculo de la inflación de 49 a 39 por ciento. Resultado cuando, la papa sube significativamente, el azúcar se incrementa, o el pollo; a pesar de pelado, vuela, en el índice que calcula el INE las cosas no se ven tan feas, los incrementos de precios de los alimentos se amortiguan. La magia estadística, da argumento a los políticos de turno, pero no alcanza para engañar el bolsillo y olla de la gente, por eso ésta reclama y se indigna con el aumento de la canasta familiar, porque como se decía en la época de la UDP, el pueblo no come un ají de índices, sino lo que le caskca es un ajicito de fideo corbatita con perejil virgen, cuya receta y costos (entre agosto y octubre) le presento a seguir en este domingo de inflación.

Ingredientes para ocho platos bien servidos con repete del también llamado fideoucho. Un kilo y medio de fideos corbatita. Precio de antes, Bs 9, ahora, 10.5 Lucas. Un kilo de carne, se recomienda cadera de vaca presumida. Precio anterior, Bs 20, en la actualidad, 28 morlacos. Seis papas negras y ojosas bolivianas, las peruanas producen gases. Las más ricas son las de Achacachi, tierra del Mallku. Estas pasaron de Bs 7 a 11, la cuartilla. Medio kilo de arvejas tarijeñas coquetas cultivadas en las riberas del Guadalquivir, antes 4 Bs, ahora 5 Bolis. Medio kilo de tomates bien rojos y grandes. Para ver su grado de madurez, estos deben lucir como manzanas avergonzadas. Antes Bs 1,5, ahora 2,5. Siete dientes de ajo chapabeño, use este ingrediente bajo el lema: Sólo quien ha comido ajo puede darnos una palabra de aliento. Este ingrediente no subió de precio y se compra a un Boliviano. Cuatro cabezas de cebolla imilla, aquellas que son fáciles de pelar y que no hace llorar mucho. La libra antes costaba Bs 1,5 y ahora no se encuentra por menos 2,5 lucas. Zanahorias pequeñas al gusto, que antes se encontraban a Bs 4 la libra y ahora se paga 5. Una rama de perejil bien hippie que no cambió de precio y cuesta un Boli.



La forma de preparación de ají de fideo en tiempos de inflación neorrevolucionaria es muy importante. En una sartén caliente con mantequilla broncee el fideo hasta que éste adquiera un color verano Ipanema. Apague la hornilla pero deje el fideo reposando en la sartén. Cuadricule la carne hasta obtener cubitos simétricos y colóquela en una vasija de barro. A continuación haga lo mismo con los ajos y las cebollas. Para evitar el llanto coloque un sorbo de agua en su boca o vea el canal estatal, ¡resista la tentación de hacer buchadas! Junte todos los ingredientes en la olla y deje cocer por 20 minutos a fuego lento. Sirva con perejil virgen y ulupicas. Ahora, comparemos cuanto costaba preparar el fideucho antes y después del salto en la inflación. En agosto los ocho platos de ají fideo cotaban Bs 44, (cada uno 5,5), ahora no sale por menos de 59.5 (7.4 cada uno), o sea este platito popular aumentó en 35 por ciento.

¿Cómo se explica que ají de fideo haya subido tanto justo ahora que la fotografía macroeconómica luce tan bien? El repertorio de las explicaciones oficialistas para este fenómeno se ha diversificado. Se abandonaron las teorías conspirativas, sabotaje de la derecha, los oligarcas, el imperio, y los benditos analistas. Ahora las justificativas van desde echarle la culpa al sol y las estrellas, pasando por el tierno, “los precios siempre suben, Mami”, hasta la sabiduría resignada: “no hay que llorar sobre la leche derramada”.

Pero más allá de la pirotécnica del gobierno, las explicaciones para el salto en la inflación son las mismas del 2007 y 2008, cuando la inflación llegó casi al 12 por ciento y los precios de los alimentos aumentaron en un 20 por ciento. La historia se repitió porque el salto en la inflación se debió a aumento de los precios de los alimentos importados, avivamiento de las expectativas inflacionarias, especulación en ciertos mercados, fenómenos climáticos, sequía y exceso de lluvias y finalmente, aumento del consumo debido al exceso de circulante. Dada que las causas eran las mismas, no se entiende por qué no se adoptaron medidas preventivas o por qué las acciones adoptadas no funcionaron. ¡Muera la inflación¡ ¡Viva el ají de fideo!

El Día – Santa Cruz