Atacantes griegos usaron libros ahuecados

BOMBAS Los dos jóvenes griegos implicados en el envío postal de una andanada de microbombas a embajadas y gobernantes en Europa utilizaron una mezcla sencilla de pólvora y libros ahuecados para generar nerviosismo, según investigadores y documentos judiciales vistos por The Associated Press.

Haciéndose pasar como representantes de personalidades de Grecia, tales como un clérigo prominente y un viceprimer ministro, así como del ministerio de finanzas del endeudado país, un estudiante de química de 22 años y un desempleado de 24 pudieron al parecer enviar los paquetes explosivos a lugares insospechados como el despacho de la canciller alemana Angela Merkel.

No hubo lesionados y sólo dos artefactos pudieron salir de Grecia. La mayoría de los 14 paquetes localizados hasta el jueves estaban dirigidos a embajadas extranjeras en Atenas, incluido uno para el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Los dos que salieron llegaron a su destino, y las autoridades griegas creen que uno o dos podrían estar todavía en el correo.



Pero la maniobra evidenció fallas en el sistema de seguridad postal en Europa y planteó la necesidad de redoblar el mecanismo de revisión de la paquetería en el continente.

La policía destruyó el jueves en el centro de Atenas un paquete dirigido a la embajada de Francia, mientras las autoridades mantienen la prohibición de remitir al extranjero correo aéreo y paquetería con el fin de intensificar la revisión de los miles de envíos.

El paquete, con una pequeña cantidad de explosivo, llevaba como remitente el nombre del arzobispo Hieronymos, líder de la Iglesia Ortodoxa Griega, informó la policía. El envío había sido rechazado.

En París, el portavoz del Ministerio del Exterior de Francia, Bernard Valero, confirmó la devolución del paquete sospechoso por parte de la embajada en Atenas.

Aunque no abundó en detalles, Valero dijo que parecían sospechosas las "condiciones" en las que el paquete había llegado a la embajada en la capital griega.

Los últimos incidentes ocurrieron a pesar de una operación de gran escala que ha incluido la revisión de miles de paquetes y en la que participaron la policía, la oficina postal y las compañías de correo privadas.

Según las autoridades, uno de los sospechosos pertenece supuestamente a un grupo anarquista radical que, tras comenzar hace dos años como una fuente de molestia con ataques con incendios provocados, ha evolucionado con rapidez y ahora genera una gran inquietud.

La experta en terrorismo Mary Bossi dijo que las bombas por correo podrían ser vistas como parte de la tendencia europea de anarquistas y de grupos anticapitalistas que recurren con mayor frecuencia a la violencia en un continente todavía asolado por la recesión.

"Usar el correo para enviar explosivos es una táctica muy antigua, pero aquí fue utilizada con mucha eficacia", consideró Bossi en declaraciones a la televisora privada Skai.

La mayoría de las bombas fueron interceptadas y destruidas en Atenas, aunque hubo estallidos pequeños en una compañía de paquetería y dos embajadas. El paquete enviado a Merkel _también en un libro ahuecado_ y otro remitido al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, fueron retenidos en Berlín y en el aeropuerto italiano de Bolonia.

Los paquetes no tenían un potencial para ser letales.

De acuerdo con detectives y altos funcionarios, se utilizaron unos 70 gramos de pólvora, equivalentes a unas ocho cucharadas, que posiblemente fueron retirados de un petardo con la intención de activarlos con el filamento de una bombilla eléctrica unido a una batería pequeña.

Algunos detalles de un documento judicial, del cual AP vio una copia, describieron la manera en que los presuntos atacantes habrían armado los artefactos.

"Las páginas de un libro de un código legal de Grecia fueron cortadas de manera uniforme… para ocultar un artefacto explosivo improvisado", refirió el documento. "El libro fue cubierto con un plástico para envoltorio de burbujas y papel quemado liso con una etiqueta de plástico transparente".

AP