Ataques desnudan debilidad, autoritarismo y desorientación del gobierno de Morales

Víctor Hugo Cárdenas, ex Vicepresidente de la República. Considera que mediante un trabajo de marketing electoral se ha creado un culto a la personalidad de Evo Morales, como personaje “originario”. Los politiqueros antidemocráticos se aprovechan de su imagen y de la esperanza popular puesta en él.

Por el momento, no ve un “heredero” de Morales en la estructura política de la jerarquía del Movimiento Al Socialismo.

Asegura que, por el momento, los que no creen en el “evismo” no tienen ninguna esperanza.



image Víctor Hugo Cárdenas, ex vicepresidente de la república y uno de los pocos opositores más lúcidos al régimen de gobierno.

Para el ex vicepresidente de la República, y hoy académico universitario, Víctor Hugo Cárdenas, los ataques constantes del gobierno del presidente Evo Morales Ayma a la Iglesia Católica, a los periodistas independientes, a la administración norteamericana y a todos y cada uno de los gobernadores y alcaldes de oposición, desnudan la debilidad, la desorientación y el autoritarismo del actual régimen.

Cárdenas fue el primer indígena en ocupar la Vicepresidencia de la República, en la época democrática. Fundador del Movimiento Katarista, se alió a Gonzalo Sánchez de Lozada en las elecciones de 1993. Después de ocupar la segunda magistratura de Bolivia, Cárdenas se dedicó a la labor académica como docente universitario. El 2009 tuvo que volver a la arena política después de que su familia sufriera agresiones en el altiplano de La Paz, cuando un grupo de sus paisanos los despojó de su casa.

El ex vicepresidente de la República atendió las preguntas efectuadas por EL DIARIO sobre la coyuntura política y social, al cierre de la gestión 2010.

¿Cómo ve el clima político y social en el país a poco de concluir una nueva gestión?

Muy tenso. Hay una frustración latente en el pueblo. En lugar de atender las necesidades del país, el Gobierno sigue su criminalización de la justicia y el ajuste de cuentas con los opositores. Bolivia importa más hidrocarburos de otros países, la deuda interna crece, más bolivianos emigran del país, crece el narcotráfico y aumentan los linchamientos.

¿Qué esperanzas o alternativas tienen los ciudadanos que no creen en el “evismo” como forma de gobierno?

A corto plazo, ninguna. Sin embargo, hay iniciativas interesantes para construir una alternativa política democrática, seria y propositiva.

El respaldo del occidente al actual Gobierno parece inalterable, ¿cuál es la alternativa para equilibrar la balanza política?

Esa percepción no es cierta. En los últimos meses, los mayores conflictos ocurrieron en el occidente (Potosí, El Alto, Achacachi, Sorata y Los Yungas de La Paz). Para un necesario equilibrio se requiere una alternativa política que incluya todas las regiones del país.

¿Se ha creado un culto a la personalidad de Evo Morales, como personaje “originario”?

Creo que sí, mediante un hábil trabajo de marketing electoral. Varios politiqueros autoritarios y antidemocráticos se aprovechan de su imagen y de la esperanza popular puesta en él.

¿Quién será el heredero de Evo Morales?

Por ahora, no aparece nadie dentro del MAS. Veremos en el futuro.

¿Hay una crisis de liderazgo en la oposición. Por qué?

La oposición no pudo ni supo construir una alternativa electoral y política seria en las elecciones de diciembre. De hecho, su inacción electoral y política ayudó a ampliar el apoyo social del MAS.

¿Cómo ve la ola de ataques judiciales a los líderes de oposición?

Como una expresión de debilidad, desorientación y autoritarismo. El Gobierno usa el aparato judicial para fines político partidarios.

¿Qué opina de los ataques sistemáticos a la Iglesia Católica?

Se desconoce el aporte de la Iglesia a la recuperación de libertades democráticas desde la década de los 70 y 80. Además, el Gobierno siente pavor ante voces contrarias a sus criterios. No sabe aceptar la disidencia ni las voces contrarias.

¿Cómo ve el hecho de que el Gobierno central asuma sus decisiones como verdades absolutas?

Esos comportamientos expresan la ausencia de principios y valores democráticos y, por el contrario, el sometimiento a criterios autoritarios.

¿Cuáles fueron los más importantes aportes durante su gestión como Vicepresidente?

Como parte del gobierno, hemos contribuido al reconocimiento de los derechos sociales, económicos, culturales y políticos (reforma constitucional de 1994) de los pueblos indígenas, los derechos territoriales de las tierras comunitarias de origen, el derecho de las mujeres a ser titulares de propiedad, la educación intercultural y bilingüe, la entrega de recursos financieros a todos los municipios del país.

El Presidente Morales constantemente alude a su persona por apellidar Cárdenas, dice que negó su raíz aymara. ¿Cómo responde a esa permanente alusión?

Cárdenas y Morales son apellidos de origen lingüístico castellano. En mi caso, mi padre, en la época anterior a la reforma agraria, se vio obligado a cambiar su apellido original, Choquehuanca, por Cárdenas. Por mi parte, toda mi vida está dedicada a la causa de los pueblos indígenas y de la democracia intercultural boliviana.

¿Ud. y su familia siguen sufriendo los rigores de algunas fracciones del MAS en el altiplano?

Sí, de forma esporádica. Estos abusos son peores que en las épocas de las dictaduras militares donde yo fui la víctima, pero no tocaron a mi familia como lo hace este Gobierno mediante sus grupos de choque.

¿Cómo está su casa atacada por comunarios afines al MAS, la pudo recuperar, volverá a habitarla?

Después del asalto, la ocuparon durante más o menos tres semanas y luego la abandonaron. Las investigaciones demostraron que uno de los líderes del asalto fue el “narcoamauta” (Valentín Mejillones). Todavía, un año y medio después, el Gobierno es incapaz de realizar la devolución y reparar este injusto atentado.

¿Qué piensa de la Libertad de Expresión en Bolivia?

La libertad de expresión está en un serio riesgo por la voluntad autoritaria del actual Gobierno, por su hostilidad a las leyes y por identificar al periodismo como uno de sus enemigos.

El Diario