Un delgadísimo Enrique Iglesias irrumpió en el show del Grammy Latino 2010, realizado en el centro de convenciones Mandalay Bay de Las Vegas, cantando con un dejo italiano que hizo pensar en Eros Ramazzotti, levantando el ánimo de las bellas asistentes que estaban en primera fila.
El dato curioso es que Iglesias estaba delante de un gran grupo de percusionistas que tocaban una gran cantidad de tambores con sus baquetas mientras cantaba.
Luego hicieron su ingreso los raperos Wisin y Yandel quienes le cambiaron el ritmo al tema y poco a poco cantaron el tema en otro ritmo más urbano. Al final fueron aplaudidos de pie por el respetable que empezaba a sentir la subida de la temperatura.
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