Cuatro muertos y 9 chicos heridos por una trágica caída de rayos en Argentina

Murieron dos nenes de 8 y 11 años de una colonia de vacaciones, el masajista de Racing y otro adulto de 25.

imageESTUPOR. LOS VECINOS DE LA ZONA NO PODIAN CREER ANOCHE LO QUE HABIA SUCEDIDO EN LA COLONIA DE FLORENCIO VARELA DONDE MURIERON DOS CHICOS.

imageDOLOR. CUERPO TECNICO, JUGADORES E HINCHAS SE JUNTARON EN EL HOSPITAL DE LUJAN DONDE MURIO CESAR NARDI.



Una trágica caída de rayos tiñó de muerte y dolor ayer la tarde bonaerense. Cuatro personas –entre ellas dos chicos de 8 y 11 años y el masajista de Racing– murieron fulminadas por tormentas eléctricas registradas en los partidos de Florencio Varela y Luján. Además, otros nueve chicos, que junto a los nenes fallecidos asistían a una colonia de vacaciones organizada por el Obispado de Quilmes, sufrieron heridas como consecuencia del shock eléctrico causado por los rayos. Anoche, al cierre de esta edición, uno de ellos seguía internado en gravísimo estado .

La tormenta sorprendió a los chicos de la colonia “Encuentro de Evangelización Cura Brochero”, en Pergamino y Trenque Lauquen, en la localidad de Bosques, cuando estaban bañándose en la pileta, cerca de las 18. Cuando empezó la tormenta uno de los mayores que estaba a cargo les pidió que salieran del agua . Según las versiones de los vecinos, todos ya habían salido y estaban entre los árboles, buscando sus cosas, cuando cayó el rayo. Y a pesar de que la colonia tenía un pararrayos, según denunciaron algunos vecinos no tenía el cable a tierra necesaria para evitar las consecuencias de la descarga.

Fueron tres los chicos más afectados, que llegaron al Hospital El Cruce, de Florencio Varela, con paro cardiorrespiratorio. Uno falleció al llegar al hospital y el otro dos horas después. El tercero es el que, hasta el cierre de esta edición, seguía internado en terapia intensiva, en gravísimo estado, según confirmó a Clarín el jefe de Pediatría, Leandro Busso.

En el mismo centro de atención médica fueron internados en una sala de terapia intermedia y en observación, otros tres niños aunque fuera de peligro, agregó Busso.

Por su parte, otros cinco chicos que iban a esa misma colonia, a la que van chicos de Quilmes, Florencio Varela, Bosques y otras localidades cercanas, y que también fueron afectados por el mismo rayo, fueron internados en el hospital Mi Pueblo, de Florencio Varela, aunque con heridas leves.

“Tienen quemaduras en los miembros inferiores” , dijo Aníbal Montes de Oca, director médico del Hospital Mi Pueblo.

Según explicaron los médicos, para entender por qué algunos chicos tenían lesiones leves y otros habían sido más afectados hay que tener en cuenta varios factores, entre ellos qué tan lejos estaban del punto en donde cayó el rayo y qué tan mojados estaban. El fenómeno, además, es menos infrecuente de lo que parece (ver “Los rayos provocan…” ).

A ese mismo centro de atención llegó sin vida un joven de 25 años –el tercero de los fallecidos–, que perdió la vida también como consecuencia de la tormenta de rayos que pasó por el sur del conurbano bonaerense, según confirmó a este diario Francisco Risso, jefe de Defensa Civil de Florencio Varela.

La víctima fue llevada en un auto particular junto a su hermana, una joven de 22 años, que quedó internada en grave estado, con quemaduras. Además sufrió un traumatismo de cráneo al caer tras el impacto del rayo.

Ambos se encontraban en una zona de quintas situada en el barrio La Capilla, lejos del predio deportivo de Bosques.

Con igual dramatismo y a 50 kilómetros de los hechos de Florencio Varela se produjo la muerte de César Nardi, masajista de Racing, que fue afectado por un rayo que cayó durante el entrenamiento del equipo de primera división en Open Door, cerca de Luján.

Ocurrió cerca de las 18, cuando la lluvia amenazaba con suspender la práctica. El masajista, de 61 años, que se encontraba cerca de uno de los arcos de la cancha en la que practicaban dos equipos integrados por suplentes, fue afectado por la feroz descarga de un rayo que cayó a su lado, sobre un grifo metálico.

“Pareció que el cielo se rompía en pedazos”, según relató un periodista de Clarín que estaba cubriendo el entrenamiento de Racing (ver Escapando de un bombardeo ) “Fue una fatalidad” , dijo el presidente de Racing, Rodolfo Molina. “La práctica se estaba llevando a cabo normalmente, no hubo tiempo de nada. Era imposible cualquier tipo de previsión”, resaltó. Y precisó que se hicieron todas las tareas de reanimación para salvarle la vida a Nardi “pero no se pudo”.

El masajista murió en el Hospital Nuestra Señora del Lujan. En tanto, el mediocampista Braian Lluy también resultó afectado y fue llevado al mismo centro de salud, donde anoche recibió el alta médica.

El arquero juvenil Mauro Dobler, otro de los aturdidos por el impacto, señaló a los periodistas que estaban en el lugar que sintió “algunos cosquilleos”.

Clarin.com

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“Los rayos provocan más muertes de lo que la gente cree”

El Director del Servicio Meteorológico Nacional, Héctor Ciappesoni, explicó a Clarín que el fenómeno de descargas eléctricas que provocó la muerte de cuatro personas durante la tarde de ayer es “más habitual” de lo que la gente cree. “La cantidad de fallecimientos por descargas eléctricas como las que vivimos ayer es superior a la de gente que muere por tornados. Son medidas de referencia de los Estados Unidos, pero uno las puede tomar para la Argentina tranquilamente porque en nuestro país tenemos tornados y descargas eléctricas muy frecuentemente”, dijo el especialista.

“Las descargas eléctricas pueden ser de nube a tierra, de nube a nube (los llamados relámpagos) y también hay de nubes al espacio exterior. La de ayer fue de nube a tierra y es algo muy habitual: los primeros hombres obtenían el fuego de esta manera”, expresó Ciappesoni y enumeró una serie de recomendaciones para tener en cuenta cada vez que se avecina un fenómeno de este tipo.

“Hay que quedarse bajo techo –sugirió–, lejos de lugares con punta como un alambrado, una antena o un árbol solo en medio del campo. También hay que salir de la pileta o del mar porque el agua es una superficie plana y los torsos o cabezas que salen operan como puntas que atraen rayos. También está prohibido jugar al golf”.

Ciappesoni concluyó: “Acá fueron dos niños y dos personas adultas, una de ellas relacionada con el deporte y por eso hubo un impacto muy grande. Pero los rayos provocan más muertes de lo que la gente cree.

Cada vez que había tormenta, las abuelas decían que no hay que salir a la calle.

En una ciudad con edificios es poco probable que caiga un rayo en la calle porque va a parar a una terraza. Pero en un campo o en un lugar abierto es altamente probable y muy peligroso”.

Escapando de un bombardeo

Por Javier Quintela – clarin.com

Fue un segundo en el que pareció que el cielo se rompía en un par de pedazos. Se escuchó un ruido tremendo, con la sensación agregada de que en cualquier momento todo se venía abajo, sobre nosotros. Lo siguiente fue la desesperación.

A unos 60 metros de donde estábamos parados los periodistas, alguien cayó al piso. Era el masajista César Nardi, quien estaba muy cerca del arco donde en ese momento atajaba Mauro Dobler. Hubo gritos de los jugadores, señas, pedidos de ayuda, desconcierto. También miedo. La imagen no mentía: era como si estuviéramos escapando de un bombardeo.

Un rato antes del drama, el horizonte se comenzaba a parecer bastante a alguna escena de la película Tornado o a algún tramo de El Señor de los Anillos . Todo negro, un puñado de relámpagos cayendo al suelo y la impresión inequívoca de que ese vendaval se acercaba. Cuando llegó hasta el Resort de Campo y Polo, donde practicaba el plantel de Racing, todos quedamos expuestos. Después de la tragedia, sólo nos habitaba una sensación incómoda, además del dolor por la vida que se fue: le podría haber pasado a cualquiera.