El crecimiento acelerado

HumbertoVacaflorEconomía de palabras – Humberto Vacaflor Ganam

La señora Dilma Rouseff ha tomado la primera decisión de su gobierno: quiere eliminar la pobreza extrema en Brasil. El plan tiene un nombre expresivo: “Programa de Aceleración del Crecimiento” (PAC).

Su idea es que la pobreza se combate con crecimiento económico. Y que, por lo tanto, la pobreza extrema se combate con crecimiento económico acelerado.



Esta ex guerrillera brasileña tendría que dar lecciones a sus colegas ex guerrilleros que fatigan la política sudamericana.

Si supiera esta señora que en algunos países de la región ciertos ex guerrilleros proponen combatir la pobreza con programas de parálisis de la economía, seguramente se avergonzaría de su pasado.

Tendría que saber que en algunos de los once países con los que tiene frontera el Brasil se está comenzando a experimentar con los almacenes estatales para asegurar el abastecimiento, justamente cuando esos almacenes están haciendo crisis en Cuba y en Venezuela. El detalle más preciso que la señora debe saber es que la EMAPA de Cuba acaba de eliminar de la lista de los productos con precio regulado el dentífrico y el detergente, después de haber excluido alimentos esenciales en los últimos años de la revolución cubana.

El discurso de Dilma Rouseff al asumir como presidente del país que pronto se podría convertir en la quinta potencia del mundo, fue una invitación al trabajo y a la confianza.

Dijo que apoyará a los exportadores, que llevan productos brasileños a todos los continentes. Aclaró que también apoyará a los medianos y pequeños productores, pero sin entrar en guerra con los grandes.

También Paraguay es un país donde los exportadores reciben el apoyo del gobierno. Son esos exportadores, sobre todo de soya, los que han hecho posible que la economía paraguaya crezca en 14,5% el año pasado.

(Bolivia creció solamente en 4,2%).

El gobierno boliviano acaba de anunciar que se propone crear otro ministerio más, el número 22, que se ocuparía de la planificación. Ya que estamos, quizá sea oportuno crear el Ministerio del Sentido Común.