El ingreso del Islam al siglo XXI

image

El papel de los jóvenes y de las nuevas tecnologías parece ser el dato fundamental en la "Revolución de los Jazmines" y todas sus secuelas

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Evo Morales: cinco años en el poder

  2. El Día: El socialismo a la boliviana

  3. El Día: La sabiduría de la traducción

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: Cinco milloncitos

  6. El Día: Pugnas internas

  7. Los Tiempos: EL INGRESO DEL ISLAM AL SIGLO XXI

  8. El Deber: Un censo certero y transparente

  9. Cambio: Un drama humano

  10. La Prensa: Video-soborno bajo presión

  11. El Diario: Gasto dispendioso pese a la pobreza

  12. El Mundo: Incierto

  13. Opinión:

  14. Clarín, Argentina: Las recordaciones del Holocausto




El Día: Evo Morales: cinco años en el poder

Enfoque Internacional

En su hora más sombría tras cinco años en el gobierno de Bolivia, Evo Morales debería aceptar el reto planteado por la oposición sobre la posibilidad de realizar un "gran debate nacional" en el cual no haya exclusiones de ningún tipo.

La lucha contra la exclusión es un fenómeno del cual hizo su bandera el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS). Curiosamente, con ella se ha validado en desmedro de sectores políticos que, con mayor predicamento en las llanuras de Santa Cruz de la Sierra que en las alturas de La Paz, se han visto desplazados desde 2006.

En este quinto aniversario de gobierno, con un escaso 36 por ciento de adhesión popular a raíz de las ideas y venidas del aumento del combustible, Morales cumplió el primer año de su segundo mandato, que concluirá en enero de 2015, con la renuncia colectiva de sus ministros, de los cuales mantuvo 17 de los 20. Ese acto formal, una forma de permitirle ajustar su gabinete, dejó en evidencia que era el momento para hacer un ajuste o un replanteo de la situación, conmovida desde comienzos de este año por saqueos y otros actos improcedentes como consecuencia de la carestía de vida.

Alentó ese tipo de actitudes hostiles el alza de los precios de los combustibles, conocido como "gasolinazo", del cual el Gobierno después se retractó. Los titubeos tienen un alto costo en política: Morales fue elegido en 2006 con un 54 por ciento de los votos, resultó reelegido en 2009 con un 64 por ciento y, tras el draconiano aumento de los combustibles, cayó en picada a menos del 40 por ciento. Tras cinco días de zozobra, se vio forzado a anular la medida frente a un panorama desolador de protestas populares, escasez de alimentos y fuertes aumentos de precios.

En estos años, Morales ha impulsado reformas económicas y sociales y ha ampliado la participación democrática con la incorporación de sectores marginados como los indígenas en la vida institucional de Bolivia, pero, a su vez, su partido comenzó a interferir más en los poderes Legislativo y Judicial; las gobernaciones, y las alcaldías. En algunos casos, el exceso de poder llevó a concluir que se trata de una escalada autoritaria similar a la orquestada en Venezuela por su principal sostén regional, Hugo Chávez.

Es evidente que Morales no atraviesa el mejor momento de su presidencia. Le resultó muy duro admitir que Paraguay le otorgó protección al defenestrado gobernador del departamento de Tarija, Mario Cossío, acusado de evadir un juicio por presunta corrupción; había entregado un audio y un video como pruebas del complot que el MAS preparaba para derrocarlo. Brasil, por su parte, ha otorgado asilo a Luis Hernando Tapia Pachi, juez de Santa Cruz, y a otras dos personas. Los tres están vinculados con la investigación del polémico caso Rózsa, presunta conspiración para acabar con la vida de Morales.

En los últimos días, acaso como una forma de remontar el vuelo desde otro escenario, Morales comenzó a presionar a Chile para que este año resuelva su centenaria demanda de una salida soberana al océano Pacífico. El gobierno de Sebastián Piñera tomó la posta de las discusiones de sus antecesores y, en principio, sólo estaría dispuesto a concederle facilidades comerciales portuarias.

Ambos países sólo mantienen relaciones consulares. De fracasar el diálogo por la salida al Pacífico, Bolivia ha revelado su intención de llevar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), de la Haya, donde la Argentina y Uruguay resolvieron su diferendo por las pasteras.

En este contexto, con frentes abiertos tanto en Bolivia como en el exterior, lo más prudente debería ser avenirse al debate que plantea la oposición sin reparar en la cantidad de votos o, incluso, en la representación parlamentaria.

En estos cinco años, Morales procuró avanzar con reivindicaciones largamente postergadas. Gobernó para la coyuntura. Bien haría ahora en hacerlo para la posteridad y, sobre todo, para la unidad frente a la posibilidad, siempre latente, de una secesión a causa de la exclusión.

Ir al Indice

El Día: El socialismo a la boliviana

Fulcros.

En una entrevista publicada a fines de 2010, o sea antes del gasolinazo de diciembre y su increíble secuela inflacionaria y de escaseces de azúcar, cemento y otros productos básicos, el Ministro de Finanzas del Estado Plurinacional definió lo que él creía que hacía como un “socialismo a la boliviana” que “no es un modelo estatista” , sino “un modelo social comunitario productivo”, que incluye a la empresa privada.

No se necesita ser genio para concluir que lo dicho por el ministro es una ensalada que no tiene pies ni cabeza incluso antes del gasolinazo y sus consecuencias. Peor después del gasolinazo. El primer ingrediente de la ensalada  está en meterse con la palabra “socialismo” que viene a ser un saco donde cabe mucho, desde el principio de propiedad colectiva del revolucionario francés Fracois N. Bobeuf, de fines del siglo XVIII, hasta el socialismo científico del alemán Karl Marx en el siglo XIX y su estela, para llegar a la social democracia sobre todo del siglo XX que inteligentemente ha legislado sobre el proletariado, la iniciativa y emprendimientos privados en forma exitosa que es lo que debería emular en lo posible el Gobierno del Estado Plurinacional.

El segundo ingrediente de la ensalada es el ablativo “a la boliviana”. Lo que seguramente quiso decir fue “a la Estado Plurinacional” porque “a la boliviana” la historia muestra que no han salido las cosas bien para la mayoría de los bolivianos desde 1825, excepto algunas obras de arte que se destacan por su individualismo que es nada menos que contrario a cualquier socialismo descontando quizá el de “protesta si se estira el cuero”.

No hace mucho el Gobierno del Estado Plurinacional quiso vetar libros de literatura boliviana como la novela Raza de bronce de Alcides Arguedas, lo que me pareció algo “a la boliviana” porque si se lee la novela se ve que defiende a brazo partido al indígena del Altiplano, Agiali, y a su esposa, de los abusos del hacendado Pantoja. Como decí­a el gran orador religioso de fines del siglo XVI, J.B. Bossuet: “En Egipto llamaban tesoro a las bibliotecas que guardaban los remedios del alma [y que curaban] la ignorancia, la más peligrosa enfermedad y el origen de todas las demás”.

Ahora, si nos vamos por el supuesto ”socialismo al estado plurinacional” nos encontramos de entrada con la debacle de YPFB y sus poco menos que estertores; el gasolinazo como ejemplo estelar de cómo no hacer las cosas; la “broma de Atacama” que los militares chilenos tienen derecho a entender a su modo, como nosotros tenemos el derecho a que Su Excelencia (S.E.) sepa que en las relaciones internacionales no hay espacio para bromas; y la increíble insistencia de estar por encima de las leyes y sugerir que los abogados hagan leyes de lo que dice S.E. Los emperadores romanos hacían otro tanto aunque no todos; y desde luego el llamado “imperio”, o sea EEUU, que yo sepa, nunca ha confeccionado una ley como resultado de lo que discursee o diga el Presidente sin antes pasar por proyecto de ley y la aprobación o reprobación de comités y las cámaras del Congreso, et. al.

Lo de “modelo social comunitario” es increí­blemente ambiguo porque para empezar “social” y “comunitario”, en el sentido solidario, son sinónimos porque no se puede socializar otra cosa que no sea una comunidad de humanos que buscan y acepten, por desesperación, engaño, ignorancia o sapiencia asociarse de alguna manera incluyendo constituirse en cofradí­a. Tampoco se puede organizar una comunidad si no se tiene la protección de caballero feudal, la Iglesia, el cantón, la provincia, el departamento y el paí­s o estado o lo que sea. Un problema grave es proclamarse líder socializante sin tener claro y estudiado qué modelo se busca popularizar y plantear, lo que hasta ahora el Ministro de Finanzas no ha identificado ni menos explicado.

Ahora, sin tener claro lo de “modelo social comunitario” ¿cómo se puede hablar de productividad que incluya a la empresa privada por más espoliada que esté?

Ir al Indice

El Día: La sabiduría de la traducción

Tribuna.

La lengua castellana ha tenido en este siglo, particularmente en los campos de la filosofía, la historia y el ensayo, un traductor insuperable, digno de admiración tanto por la riqueza de su prosa como porque aplicó a su actividad, dedicada a trasladar de otro mundo cultural al nuestro, una laboriosidad impresionante.  Este genial artífice de la traducción fue Manuel García Morente, filósofo de la más alta categoría, quien adquirió justa fama en el ámbito hispanoamericano por sus célebres e imperecederas Lecciones preliminares de filosofía, dictadas en Tucumán en 1942.  Ya al final de su vida, como se sabe, se hizo sacerdote, escribiendo en esa condición algunos hermosos libros como el pequeño gran ensayo Ideas para una filosofía de la historia de España.

La obra de traducción de Morente se realiza en la versión al castellano de algunas de las obras capitales del pensamiento alemán contemporáneo.  Le debemos, ante todo, los diez tomos impecables de la Historia Universal dirigida por Wálter Goetz, en la edición de Espasa-Calpe (1945).  A mi parecer, es la mejor de las historias universales que se haya publicado en idioma castellano; es de suponer que el original alemán es también un trabajo monumental, de capital importancia por la calidad de los historiadores a quienes se confió la redacción de los diferentes capítulos de cada volumen.  La edición de Espasa Calpe es una maravilla desde el punto de vista de las reproducciones en blanco y negro y a color, de los mapas, de la selección depuradísima de las láminas, del material gráfico en general.  Pero lo que seguirá teniendo siempre un valor de perfección y de calidad literaria suprema es la traducción hecha por Manuel García Morente, el cual no sólo fue uno de los filósofos de más alto vuelo en la España contemporánea sino también un escritor en quien se advierte un dominio pleno de los recursos de arte, de matiz, de adaptabilidad a los más variados asuntos de la ciencia que ofrece el idioma en su desarrollo actual.

Otra hazaña del pensador García Morente fue la traducción de La decadencia de Occidente, de Oswald Spengler.  He oído decir a diversos conocedores del tema que la mejor de todas las versiones a idiomas extranjeros de ese libro que tanta impresión causó en el mundo de entreguerras, hasta más allá de los años 60, fue la castellana, efectuada con dedicación plena, línea a línea, midiendo el alcance de cada palabra.  Aparte de la obra indicada, la colaboración de D. Manuel a las ediciones de la Revista de Occidente, dirigida por José Ortega y Gasset, fue en extremo valiosa, saliendo de sus manos traducciones tan prolijas como las que dedicó a La esencia del arte gótico, de Worringer y, en el campo estrictamente filosófico, a Kant, a Leibniz, a Husserl, sin olvidar su diáfana y clásica versión del Discurso del método cartesiano.

En el mundo de las letras, ocupa un puesto clave Pedro Salinas, quien nos dio un Proust perfecto en nuestra lengua; los gozadores de la obra del gran novelista de En busca del tiempo perdido pueden disfrutar de la comparación de ambos textos, el original y el castellano, pues no cabe duda de que es éste uno de los pocos casos en que una espléndida obra literaria nada ha perdido al ser trasladada de una lengua a otra.  Es evidente que esto sólo puede ser conseguido cuando se posee un magistral dominio de los dos idiomas, el que ha servido de fuente primigenia y el que ha sido usado como receptor o idioma traslaticio, tarea nada fácil a la que sólo puede atreverse un consumado escritor, eximio sobre todo en la lengua que va a emplearse en la traducción.  No es esto lo que suelen pensar incontables autores de nuestros días que, por poseer con cierta soltura el idioma de un escritor extranjero, pero careciendo de rigor y maestría en la lengua castellana, se lanzan impúdicamente a la tarea de presentar su propia versión de obras escritas en otro idioma sin darse cuenta de que, al hacerlo, están mutilando, deformando o traicionando del modo más espantable la gramática castellana.
Nos da gusto recordar, a la vista de tantos textos indignos que corrompen el idioma español intentando malamente trasladar a él libros de literaturas ajenas, la obra ejemplar que cumplieron en otro tiempo traductores excelentes, de los cuales fue tal vez uno de los representantes más notables el crítico y sociólogo Eugenio Imaz, que tradujo en México, para el Fondo de Cultura Económica, la obra de Dilthey, así como libros de Cassirer y otros autores alemanes.  A la misma altura, pueden colocarse los trabajos de Fernando Vela y Francisco Ayala, en la esfera de las ediciones de la Revista de Occidente, o los que dedicó a ofrecer versiones impecables de la literatura contemporánea el escritor cubano radicado en España Ricardo Baeza.

En tiempos más recientes, se me ocurre pensar en dos casos notables de trabajos de largo aliento, realizados con extremada pulcritud y esmero idiomático.  El primero, la obra de Valentín García Yebra, al traducir al castellano los tomos luminosos de Literatura del siglo XX y cristianismo, de Charles Moeller, de la Editorial Gredos. Y el segundo, las traducciones hechas por José María Valverde de la obra de Rilke y de Joyce, aparte de su participación en la edición española del Diccionario literario de González Porto, Bompiani.

Los nombres registrados hasta aquí corresponden a autores españoles.  Naturalmente, no faltan los de hispanoamericanos que se hayan dedicado a este noble afán literario.  Algunos, en forma notable, otros, con logros poco brillantes.  Alfonso Reyes, el humanista mexicano, conocedor eximio de los clásicos españoles, dejó algunos trabajos altamente apreciables.  Jorge Zalamea, en Colombia, ha hecho una labor encomiable.  En Argentina, son numerosas las figuras de traductores meritorios, especialmente en lo que se refiere a la literatura francesa contemporánea vertida al castellano; entre otros, cabe citar a Aurora Bernardes, Bonifacio del Carril, Ángel Battistessa, Ángel Luis Bixio, así como Guillermo de Torre, español avecindado en Buenos Aires.  Pero hay que reconocer, en este orden, que nuestra producción hispanoamericana es escasa y que muchos ensayos han resultado fallidos, a veces, deplorables, sin que, en casos numerosos, los autores de esos intentos hubieran caído en cuenta de su inhabilidad para el oficio.
*Jorge Siles Salinas es miembro de las Academias Bolivianas de la Historia y de la Lengua, correspondientes de las Reales Academias Españolas

Ir al Indice

El Día: Bolítica

Va a faltar alimentos en todo el mundo, no sólo va a faltar alimentos en Bolivia. Algunos países (no dijo cuáles) nos pidieron la exportación de 3.000 TN de cebollas, papas y zanahorias, pero primero  garanticemos el alimento en el país".

Evo Morales
PRESIDENTE DE BOLIVIA


Se dice que: El presidente Evo Morales se reunió con los pequeños productores de Santa Cruz para proponer una alianza destinada a garantizar la seguridad alimentaria de los bolivianos".


En el campo no ha llovido, los ayllus están preocupados por la falta de agua y ya debían cosechar papas, zanahorias y otros productos, el Gobierno sólo se preocupó de perseguir a los opositores y ahora éstos son los resultados, no hay alimentos".

Rafael Quispe
DIRIGENTE DE CONAMAQ

Ir al Indice

El Día: Cinco milloncitos

Bajo el Penoco.

Satélites, aviones de 40 millones de dólares, energía nuclear, misiles rusos, Miss Universo. Hay que admitir que al presidente Morales le gustan los grandes retos, por más estrafalarios que éstos puedan ser y los gastos no parecen impresionarlo.  El más reciente objetivo que se le ha puesto en la cabeza es el Rally Dakar, que por segundo año consecutivo se realizó en Chile y Argentina, luego de que los corredores fueron ahuyentados de África, donde se produjeron amenazas de atentados. La notable participación en la competencia de los pilotos bolivianos, Juan Carlos Salvatierra y Marco Bulacia, ha entusiasmado al jefazo, quien ha prometido hacer todos los esfuerzos por incorporar a Bolivia en el circuito del Dakar. Evo Morales ha prometido enviar alguien a París a negociar con la empresa organizadora, que en principio, exigiría alrededor de cinco millones de dólares, cifra que tuvieron que pagar los argentinos y los chilenos. El factor dinero fue el que impidió traer a Bolivia el Miss Universo, aunque ahora, con avión y con satélite, qué pueden significar para el país cinco milloncitos.

Ir al Indice

El Día: Pugnas internas

Resulta deseable y alentador que un partido político que acceda a la administración gubernamental demuestre no sólo la suficiente cohesión estructural de sus cuadros militantes en torno a sus objetivos, sino también la coherencia mínima en el plano ideológico para mantener un discurso acorde con los valores y principios que enarbola. A menudo se ha reclamado a los partidos denominados tradicionales esa característica que permite sino la deseada gobernabilidad en el terreno democrático, al menos una postura digna frente a la ciudadanía. Las más de las veces se ha tenido que asistir con pesar a una deplorable lucha interna por hacerse de cargos públicos en el aparato estatal.

Esta suerte de pugnas internas ha sido a menudo el reflejo temprano o mediato del clientelismo y prebendalismo que ha caracterizado a la política boliviana. Con la llegada del Movimiento Al Socialismo (MAS) al poder, rodeado de una evidente expectativa popular por una transformación del modo de hacer política, se esperaba, entre otras cosas, un comportamiento digno y ejemplar de la militancia en su relación con la administración pública. Se suponía que los movimientos sociales buscaban auténticas reivindicaciones sociales a través del fragor de la tarea militante, lejos de las minucias del “peguismo” y la adulonería. La realidad sin embargo, ha sido otra, y desalentadora.

Lo que impresiona como una falta de compromiso en el proceso de cambio que proclama el partido en función de gobierno, por parte de los militantes del MAS, al reclamar pegas y espacios de poder, no hace otra cosa que crear divisiones internas que socavan la credibilidad del oficialismo, ya venida a menos por errores propios, y le dificulta el camino hacia sus propios objetivos. Estas prácticas -condenadas por antidemocráticas y clientelares- afectan sin embargo a la gobernabilidad del país, por lo que no pueden ser simplemente pasadas por alto. En los hechos, demuestra que el MAS se parece mucho en su conducta, a los partidos “neoliberales” que tanto ha criticado.

Los propios movimientos sociales han denunciado que no se trata tan sólo de una búsqueda incesante de puestos públicos, al más puro estilo de los “buscapegas” en la extinta república antes del Estado Plurinacional, sino de lograr espacios de poder, que en la práctica significa dirigentes que se aferran a los cargos de influencia, sin escuchar la demanda de las bases sociales y lucrando en beneficio propio. A la larga estos hechos quitan respaldo popular al Gobierno, como está ocurriendo, y afectan largamente su credibilidad. Por otro lado, estas conductas prebendalistas merman el ejercicio democrático que privilegia el consenso popular y la autoridad de las bases sociales.

De manera adicional se está viendo cómo adeptos al MAS ser aprovechan de las circunstancias y tratan de sacar réditos, así sea incurriendo en el delito. Una muestra es el alcalde sorprendido en posesión de droga. Y no es el único ejemplo, para pesar del oficialismo. De hecho, está resultando cada vez más evidente que oportunistas y tránsfugas de último momento buscan aprovecharse de las debilidades de un partido que ha tenido que aceptarlo todo por acceder al poder. Ahora, las consecuencias están a la vista, con un creciente deterioro de su imagen y credibilidad. Quizás, por el bien del país pueda dar un golpe de timón a este barco que parece a la deriva. Parece improbable.

En los hechos, demuestra que el MAS se parece mucho en su conducta, a los partidos “neoliberales” que tanto ha criticado.
 

Ir al Indice

Los Tiempos: EL INGRESO DEL ISLAM AL SIGLO XXI

El papel de los jóvenes y de las nuevas tecnologías parece ser el dato fundamental en la "Revolución de los Jazmines" y todas sus secuelas

Cuando hace algo más de un mes un joven tunecino llamado Mohamed Bouazizi se suicidó prendiéndose fuego en una calle de la capital de Túnez para protestar contra un abuso policial del que fue víctima, a nadie se le ocurrió suponer que con ese acto se estaba desencadenando uno de los fenómenos políticos y sociales, y ahora también económicos, más importantes de nuestro tiempo.

Pocas semanas después, cuando las protestas cuya chispa encendió la inmolación de Bouazizi culminaron con el derrocamiento y la fuga del presidente Zine el Abidine Ben Alí, en lo que ya se conoce como la "Revolución de los Jazmines" el fenómeno comenzó a llamar la atención de los más avezados observadores de los signos de nuestros tiempos. Un dato que no pasó desapercibido, el primero que fue destacado, fue que se trataba de una insurrección eminentemente juvenil.

No pasó mucho tiempo antes de que se difundiera la hipótesis de que el principal instrumento de los insurrectos no fueron las bombas Molotov, como en otros tiempos, sino Facebook y Twitter. Y que el detonante de la furia no fue una rotura accidental del dique de contención de las frustraciones populares que tan eficazmente funcionó durante los 23 años del Gobierno de Ben Ali, sino las revelaciones de WikiLeaks sobre la vida íntima de la élite gobernante, sus abusos, sus excesos y su lujuriosa vida financiada a costa de la austeridad que se le pedía al resto de la población.

Por supuesto, nadie pretendió reducir a esos factores la explicación de lo que ocurría en Túnez. Mucho menos cuando días después, como una chispa en la pradera, el fuego se extendió a todo lo ancho del Magreb, primero, hasta llegar, después, a lejanos rincones del Medio Oriente como Yemen pasando por el Egipto que hoy arde en llamas.

Hipótesis no excluyentes, sino complementarias de la anterior, surgieron cuando la cadena catarí Al Jazeera lanzó al mundo su unidad de transparencia (Al Jazeera Transparency Unit, AJTU)" y la estrenó difundiendo los ya conocidos "papeles palestinos", un conjunto de casi 2 mil documentos "secretos" en los que se exponían con toda crudeza los entretelones del papel que jugaron y juegan los más modernos y moderados de los líderes musulmanes en el proceso que tendría que conducir a la formación del Estado de Palestina.

Según quienes sostienen esa hipótesis, al ser mostrados por las "filtraciones" de Al Jazeera como cínicos traidores, corruptos e infieles, o simplemente malos conductores de sus pueblos, los gobernantes señalados terminaron de perder la poca legitimidad que les quedaba. De ahí a que los jóvenes de todo el mundo árabe unidos por Facebook y Twitter más que por el Corán se contagiaran y compartieran objetivos y acciones tan comunes como comunes sus problemas y frustraciones cotidianas, habría hecho falta sólo un pequeño detonante.

Si esa interpretación de los hechos es correcta o no, es algo que está por verse. Mientras tanto, lo que sí es seguro es que algo importante y novedoso está ocurriendo en el mundo islámico. El desafío es si esta rebelión irá por el camino de la modernización y la democracia o, más bien, por el retrógrado radicalismo religioso, dilema que ya se vivió en Irán tras el derrocamiento del Sha Pahlevi. Del curso que tomen los acontecimientos dependerá, probablemente, no sólo el futuro del mundo islámico.

Ir al Indice

El Deber: Un censo certero y transparente

Obviamente que el levantamiento de un Censo Nacional debe hacerse cada diez años a fin de establecer los datos precisos sobre las variaciones en la demografía nacional, cambios que se ajustan a un invariable ritmo de ascenso. El censo de 2001 nos demostró que el crecimiento vegetativo de nuestra población se registraba en porcentaje superior al de muchos países. Llegábamos casi a los ocho millones de habitantes, de los cuales más de cinco vivían en las ciudades y sólo poco más de tres millones en las poblaciones rurales.

Desde entonces y hasta la fecha, seguramente que se ha ensanchado mucho más la brecha entre la población urbana y la rural. No bajó sino aumentó la migración campo-ciudad, fenómeno común en casi todo el mundo de hoy, sobre todo en países de alto desarrollo que emplean tecnología de punta en la producción agropecuaria, reduciendo al mínimo la demanda de mano de obra campesina, por lo que la gente de comunidades rurales se traslada a las ciudades.

Entre nosotros ocurre al revés: no se produce a escala de mercado en el agro, siendo el minifundio altiplánico una de las causas que obliga a los ‘originarios’ a dejar sus lares y buscarse la vida en las ciudades (La Paz, El Alto y Santa Cruz, principalmente). La excepción es la zona oriental del país, con Santa Cruz a la cabeza, donde impera la empresa agropecuaria, grande y mediana, que produce para el mercado interno y externo.

Entre lo urbano y lo rural se dan especificidades que urge remarcar, como el hecho de que el primer espacio corresponda no sólo a las ciudades del eje troncal y subtroncal del país, sino también a las capitales provinciales y sus poblaciones urbanas. Cualquiera que visite estos municipios comprobará enseguida que sus poblaciones son mayoritariamente mestizas. Lo indígena, tanto en lo puramente étnico, lingüístico y cultural, es asociable únicamente a las comunidades de originarios o ‘ayllus’ que con poblaciones cada vez más reducidas subsisten en diferentes áreas del altiplano. A igual categoría corresponden los pueblos ‘indígenas’ del oriente boliviano, circunscritos a ostensibles minorías demográficas, toda vez que la mayoría de sus miembros emigraron a la capital cruceña o capitales provinciales del departamento.

Son realidades a tomar en cuenta por quienes desde el Gobierno central preparan el Censo de 2011, cuya realización se anuncia hasta marzo del presente año.

El recuento debe responder a bases depuradamente técnicas que garanticen la confiabilidad de sus resultados. Lo político o etnoculturalista tiene que ser meticulosamente expurgado de lo demográfico. Esto último entraña fiel estadística cuantitativa: tantos habitantes en las ciudades y pueblos, y tantos en las comunidades indígenas. Obviamente que esta limpieza debe abarcar preguntas erróneas, como aquellas alusivas a la pertenencia étnico-cultural del censado, cuya finalidad no era otra que inflar las cifras correspondientes a tan ya minoritaria categoría racial.

Un Censo 2011 absolutamente transparente y certero. Es lo que sin duda alguna exigirá el pueblo boliviano. Sobre todo, aquellos que temen que se haga lo contrario, porque el rumbo hegemónico que sigue el Gobierno les hace temer alteraciones estadísticas que perjudiquen a las autonomías regionales y municipales, beneficiando a las autonomías indígena-originario- campesinas. No en vano la Ley Marco de Autonomías que el Gobierno promulgara en su momento perforó con este último enclave a las autonomías regionales.

Ir al Indice

Cambio: Un drama humano

Un edificio de diez pisos que se encontraba en construcción en una zona céntrica de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra se desplomó sorpresivamente alrededor de las diez de la noche del lunes 24 de enero, atrapó a muchos trabajadores y desencadenó un drama humano que, transcurridos cinco días, golpea el sentimiento de millones de bolivianos.

El multifamiliar Málaga —ubicado en la calle Manuel Ignacio Salvatierra— se vino abajo y arrancó escenas de desesperación por parte de los familiares de los trabajadores que se encargaban de la construcción y de técnicos que supervisaban las obras.

Desde que la tragedia se apoderó de los familiares de las víctimas, nueve cuerpos inermes han sido recuperados y se teme que el número de víctimas crezca conforme avancen las tareas de rescate, aunque la llama de la esperanza de hallar sobrevivientes de entre los restos de la estructura colapsada permanece.

Un reporte del enviado especial de Cambio a Santa Cruz señala que ayer, por cuarto día consecutivo, no han cesado los golpes metálicos sobre el pesado concreto. En la esquina que conforman las calles Gabriel René Moreno y Monseñor Salvatierra, un enjambre de gente hacía vigilia frente a una enorme grúa que permanecía estática. Alrededor, cascos de todos los colores brillaban en medio de socorristas y voluntarios que ayudaban a levantar a pulso los escombros. Los obreros, combo y cincel en mano, sienten que sus fuerzas se agotan.

En la misma esquina se ha formado una rueda de mujeres y hombres para rezar y cantan pidiendo que ocurra el milagro de recuperar con vida a quienes quedaron enterrados por toneladas de concreto y fierro. Como no había ocurrido antes ni se había imaginado nadie, el drama golpeó el corazón mismo de Santa Cruz.

El edificio Málaga colapsó por causas que parecen estar a la vista, pero que serán aún motivo de indagaciones. Lo que iba a ser un moderno y lujoso edificio Málaga, y donde muchos soñaban con tener un departamento, es ahora un montón de escombros que ha despertado contundente muestras de solidaridad de todos los sectores de la sociedad cruceña y boliviana. Comida y agua no falta, en contraste con los medios disponibles para rescatar vidas humanas.

En ese contexto, no sólo desde el interior del país han llegado técnicos capacitados en acciones de socorro en casos de desastres naturales y de edificaciones colapsadas, sino que la solidaridad también provino de México, Chile, Argentina y Perú, cuyos especialistas arribaron ayer munidos de equipos de alta tecnología para encontrar —ojalá con vida— a quienes aún permanecen atrapados debajo de toneladas de escombros. Esto ha inyectado una alta dosis de esperanza a las atribuladas familias de las víctimas del siniestro.

Mientras la vigilia y el incesante trabajo no se dan pausa y el calor cruceño agobia, la realidad parece imponerse a la esperanza en un contexto en el que los esfuerzos de muchos socorristas y voluntarios tropieza con el aire plagado de impotencia frente a la cantidad de concreto y fierro que los separa de las víctimas aún atrapadas… de la esperanza de vida.

¿Cuáles fueron las causas para que un edificio que se suponía era construido con el cumplimiento de todas las normas técnicas en materia de construcción haya colapsado? ¿Qué es lo que desencadenó la tragedia? ¿Por qué se derrumbó el Málaga? Las preguntas son muchas, así como el dolor, pero —por el momento— las respuestas escasean. Sin embargo, y por la particularidad con la que se desmoronó el edificio Málaga, es posible sospechar que el descalabro se produjo por fallas técnicas en el diseño y en la ingeniería, o por deficientes estudios de suelo realizados.

Además, es necesario que el proceso investigativo que anunciaron las autoridades sobre ese desastre constate si los planos del edificio en cuestión fueron aprobados por el Gobierno Municipal de Santa Cruz guardando todas y cada una de las normas técnicas, y si los propietarios y contratistas incurrieron —o no— en la perniciosa práctica de abaratar costos utilizando materiales de construcción de mala calidad, es decir, no aptos para soportar estructuras pesadas. Lamentablemente, las alcaldías no siempre constatan que la calidad informada de la obra sea la que en realidad se aplica.

En tal sentido, los arquitectos proyectistas, ingenieros calculistas, constructores, jefes de obra y los inspectores técnicos tenían por obligación certificar que la construcción del edificio Málaga cumplía con los requisitos técnicos exigidos, porque alguna falla ocasionó el colapso del Málaga y enlutó a familias de los obreros y técnicos que fallecieron en el desastre.

El drama humano que viven los familiares de las víctimas debe obligar a las autoridades ediles a revisar los mecanismos de control de calidad y de seguridad de las edificaciones en nuestras ciudades, porque más allá de intereses personales está el respeto a la vida.

El drama humano que viven los familiares de las víctimas debe obligar a las autoridades ediles a revisar los mecanismos de control de calidad y de seguridad de las edificaciones en nuestras ciudades, porque más allá de intereses personales está el respeto a la vida.

Ir al Indice

La Prensa: Video-soborno bajo presión

Habrá que descubrir de dónde procedió el dinero pagado, sobre todo porque ahora ya no existen gastos reservados, según asegura el Gobierno.

Un viceministro y un ex senador del oficialismo se interesaron en el tema de la investigación y el proceso legal que debe seguir el caso del video?soborno, que vino a poner en duda todo el proceso del ?caso Rózsa?.

Además, las excusas de los fiscales y la excesiva parsimonia de una juez de La Paz vienen a contrariar la exigencia de la opinión pública de que se acelere este proceso y se establezca qué estuvo realmente detrás del caso que el Gobierno nacional llama ?terrorismo?separatismo?.

Rafael Puente, ex viceministro y además ex prefecto, aunque muy efímero, de Cochabamba, se ha mostrado muy interesado en defender a Carlos Núñez del Prado, señalado como el personaje que pagó el soborno de 31.500 dólares a Ignacio Villa Vargas (?el Viejo?) para que desaparezca.

Puente dijo dos cosas muy reveladoras: que lo que hizo el Gobierno con Villa Vargas fue comprar información, ?una práctica que se hace en todos los países del mundo?, y que altos funcionarios del Ejecutivo le han asegurado que ?no dejarán solo? a Núñez del Prado.

Es decir que Villa Vargas ?vendió? al Gobierno la información sobre el grupo Rózsa, que llevó a su aniquilación. Lo curioso es que un policía en ejercicio estaba infiltrado en el grupo y se supone que tenía mejor información que Villa Vargas, y el Gobierno no tenía que pagar nada extra por el servicio. Lo revelador es que, según Puente, el Gobierno se propone defender al personaje que en este caso aparece como el agente sobornador.

El ex senador Antonio Peredo se propuso mostrarse en todas las apariciones que deba hacer Núñez del Prado, quien es su hijastro, con lo que queda claro que el señalado como el sobornador tiene un respaldo muy fuerte.

Si el soborno se justifica y es una práctica común, como dice el ex viceministro Puente, habrá que cotejarlo con lo que mandan las leyes bolivianas acerca de esta práctica. En el presente caso, lo que se haga en otros países no importa, sino lo que mandan las leyes bolivianas. Puente dice que la compra de la información se justifica porque de esa manera se estaba defendiendo la integridad del territorio de las amenazas de unos ?separatistas? que se habían propuesto dividirlo.

Además, habrá que descubrir de dónde procedió el dinero pagado, sobre todo porque ahora no existen gastos reservados, como asegura el Gobierno.

Lo más importante, sin embargo, es seguir este hilo y llegar a descubrir la verdad sobre el grupo del boliviano?húngaro Eduardo Rózsa Flores.

Se ha dicho en estas páginas que conviene someter el caso a una investigación seria e imparcial, como lo han pedido también los gobiernos de Hungría e Irlanda.

Una investigación semejante permitirá saber si realmente existía el riesgo de la división de Bolivia. Todo el caso, comenzando por la muerte de los tres que cayeron en el hotel Las Américas, la actuación del fiscal Marcelo Soza y el mismo soborno se explicarían por la supuesta amenaza del separatismo.

Se está haciendo necesario, por todas estas razones, y por la imagen del Gobierno y del propio país, que se haga una investigación seria sobre todo este sórdido episodio.

Ir al Indice

El Diario: Gasto dispendioso pese a la pobreza

“Quien gasta lo que no tiene, hace lo que no debe”, reza una vieja máxima china al referirse a quienes gastan más de lo que tienen o ganan; pero mucho más a quienes lo hacen con dineros o bienes ajenos. Esta realidad, lamentablemente, y en todos los tiempos, se la ha sufrido en nuestro país, ya que, de una u otra manera, la tenencia del poder ha dado lugar a que se crea que todo es de propiedad de quien lo posee.

Hace pocos días -y antes de los “festejos partidarios”- una ministra anunció, muy tranquila y feliz: “los actos de recordación del primer Gobierno plurinacional sólo costarán Bs 400.000”. Peregrina y cómoda declaración que muestra hasta qué punto puede actuar la irresponsabilidad en la disposición festinatoria de los dineros del Estado en festejos que nada tienen que ver con los intereses nacionales y que a nadie benefician; menos, por supuesto, contribuyen a paliar la pobreza que sufre el pueblo.

Quiénes han dispuesto semejante gasto, ¿podrían responder a simples preguntas? ¿Por qué y para qué? ¿A quienes ha beneficiado? ¿Cuánto pudo hacerse por familias que sufren pobreza lacerante en Potosí? ¿Cuántos pobres de todo el país podían haberse beneficiado con algunos alimentos y medicinas con tal cantidad de dinero? ¿Dónde está el sentido de solidaridad y servicio de quienes, siendo autoridades, determinaron tanta erogación?

El gasto de Bs 400.000 (más de 57 mil dólares) sería aceptable que lo hagan quienes festejan lo anunciado; se justificaría siempre que salga de cuotas de ministros, senadores, diputados, concejales, militantes, funcionarios, etc., etc., que festejan el acontecimiento por pertenecer al partido de gobierno; no obstante ello, con actitud de desprendimiento y solidaridad, pudieron destinar a mejor fin tal cantidad excesiva de dinero.

Para los bolivianos “nada es extraño, dada la vocación por festejar todo, haya o no razón”, decía un viejo militante obrero. La verdad es que, dadas nuestras condiciones de pobreza excesiva, ningún gasto oneroso o dispendioso con dineros del Estado se justifica y menos si es agregar a la millonaria inversión en un avión presidencial, en aviones para la Fuerza Aérea, en la adquisición de armamento, en lo que podría ser “un satélite” y otros muchos gastos que, a diario, se los hace en viáticos, viajes, comisiones y otros.

¿Cuándo aprenderemos a ser austeros? ¿Hasta cuándo habrá adicciones al despilfarro, la francachela, los presteríos, los permanentes carnavales y otras formas de gastar el dinero? Lo ocurrido -empezando por el anuncio de una ministra y su gasto en un festejo- debería ser llamada de atención para el Gobierno, para no incurrir en semejantes conductas en el futuro, especialmente si se quiere que el pueblo confíe y efectivamente se produzcan cambios, pero con base en honestidad y sentido de responsabilidad; de otro modo, seguiremos por la pendiente del despilfarro y el menosprecio de lo que no cuesta ganar y se destina a todo lo contrario de lo que es solidaridad, servicio, entrega y vocación por combatir efectivamente a la pobreza.

Ir al Indice

El Mundo: Incierto

Mientras los gobernantes realizan discursos que buscan el diálogo y la negociación para resolver situaciones particulares, por otro lado adoptan medidas que no sólo entorpecen la situación, sino que crean incertidumbre sobre el desempeño futuro.

Aquella actitud beligerante con los empresarios que había complicado la situación de tal manera que resultaba difícil pensar que el aparato productivo podría satisfacer las necesidades alimentarias de la población, cambió con un discurso de apertura que sembró duda e incertidumbre en las personas que consideran que la posición frontal no solo contra el empresariado sino contra la región oriental del país, difícilmente podría se alterada.

No obstante las consideraciones anteriores, el Presidente del Estado ha buscado el diálogo con los productores y no solo ello, sino que ha ofrecido dar facilidades a fin de que las necesidades de la población puedan ser satisfechas.

Hemos visto en los últimos tiempos, como la escasez de azúcar hace que las personas ser vean obligadas a pagar precios elevados o a realizar largas colas, ante órganos estatales que lo que mejor hicieron, fue mostrar su inoperancia y lo que es peor, la corrupción que corroe las entrañas de la nación desde la época neoliberal y que se pensaba que podía ser revertida con el neosocialismo masista.

Después del diálogo se pensó que el peligro de escasez de carne por falta de alimentos o de la falta de productos agrícolas, como trigo, arroz etc. podía ser alejado; sin embargo, a vuelta de correo nacen nuevas dificultades.

La aplicación de la nueva Ley de Pensiones no trae otra cosa para los empresarios que nuevas dificultades, ya que ellos ven la casi imposibilidad de cumplir con las obligaciones que la norma les impone, para desarrollar el proyecto que piensa inclusive en las personas mayores que no tuvieron oportunidad de aportar para una vejez digna y que hoy podrían recibir un beneficio.

Lo grave de la situación es que el Gobierno se muestra solidario y actúa con generosidad pensando en los recursos ajenos, ya que los fondos para esas obras sociales saldrían de los bolsillos de los empresarios y de los trabajadores activos que tendrían que hacer nuevos sacrificios.

Los empresarios han sido claros en mostrar la imposibilidad de cumplir con los aportes que les impone la nueva ley y muchos han visto inclusive la imposibilidad de que sus actividades puedan continuar, creando una situación de desempleo para sus trabajadores que al cerrarse las empresas, quedarían cesantes.

El discurso gubernamental ha ido todavía más lejos y ahora fija plazos para que las empresas que demoraron en la entrega de sus aportes a los fondos de pensiones lo hagan en un tiempo perentorio. Lo grave de la situación radica en que el Código de Seguridad Social, creado por la revolución nacional y luego la Ley de Pensiones creada con el régimen neoliberal, tuvieron como objetivo mejorar la situación de los adultos mayores, luego de haber entregado sus trabajo en la actividad productiva; sin embargo, en ambos casos las dificultades surgieron en el momento en que el principal deudor de los pagos rezagados era el Estado que no había sido capaz de cumplir con los aportes correspondientes a sus trabajadores.

Pensar en que los trabajadores privados y las empresas tienen que llevar adelante un plan de pensiones para favorecer, además de sus trabajadores, a la amplia burocracia estatal y lo que es más al gran número de desocupados, resulta demasiado optimista por decir lo menos. Una norma de esa naturaleza está condenada al fracaso, en el mejor de los casos al mediano plazo.

Si se quiere producción, lo primero que se debe hacer es facilitar las condiciones de trabajo para esa actividad, lo contrario será como matar la gallina de los huevos de oro, porque por muy buena voluntad que exista, es fácil colegir que los planes no darán resultados.

Ir al Indice

Opinión:

Ir al Indice

Clarín, Argentina: Las recordaciones del Holocausto

La recordación de las víctimas del Holocausto, y de lo que significó aquella tragedia siete décadas atrás para toda la Humanidad, es un ejercicio de memoria colectiva que acerca a las sociedades a la dolorosa experiencia de reconocer su propia historia en sus momentos más ominosos. Es un momento para rendir homenaje a las víctimas y sobrevivientes y para renovar el compromiso de prevenir y sancionar los crímenes de lesa humanidad, que siguen acompañando a la civilización humana como una sombra que amenaza su presente y su futuro.

Desde que las Naciones Unidas establecieron en 2005 que el día 27 de enero de cada año sea designado como ?Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto? es mucho lo que se avanzó en las legislaciones nacionales y en el reconocimiento internacional de lo que significó la Shoá, el exterminio de seis millones de judíos en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. También se extendió la condena a las manifestaciones de intolerancia y discriminación por motivos religiosos y étnicos, y dentro de estas manifestaciones, a la pretensión de negar la existencia del Holocausto y relativizar la perpetración de genocidios homologando unos crímenes por otros. La persistencia del negacionismo, las distintas formas de antisemitismo y la utilización de interpretaciones del pasado para justificar la reproducción de conflictos que invocan o provocan la cancelación del derecho a la vida de pueblos enteros, indican que aquel pasado de horror aún no está lo suficientemente lejos.

La recordación de las víctimas del Holocausto, y de lo que significó aquella tragedia para la Humanidad, es un necesario ejercicio de memoria colectiva y conciencia de los desafíos presentes.

Ir al Indice