Enfriamiento global

Manuel Molares do Val

PERIODISTA_manuel_molares_doval En los últimos meses Barak Obama ha reducido notablemente sus alarmas sobre el calentamiento global, lo que desconcierta a quienes las recuerdan tan dramáticas durante su exitosa campaña electoral.

Ahora autoriza la apertura de nuevos pozos petrolíferos, de nuevas minas de carbón y la construcción de centrales nucleares. Aparte de que recientísimas técnicas extractivas han multiplicado en su país y en casi todo el mundo –en España parece que no– las reservas de gas natural.



Y es que el planeta quizás esté en un período de enfriamiento, en contra del negocio de los “calentólogos” y demás vivaces alrededor del Protocolo de Kioto, que para mantener sus teorías llegaron a falsificar datos, como se descubrió con el “Climagate”.

Hay estudios señalando que la Antártida tiene más hielo que nunca. Y que en el polo opuesto, en el Ártico, en los tres últimos años creció el volumen del hielo el veintiséis por ciento (sí, 26), según datos de los científicos de la Marina estadounidense.

Como siempre, el clima está cambiando, pero parece que hacia el frío a causa de la actual inactividad solar, porque la ausencia de manchas solares enfrió el planeta en otros momentos históricos.

La temperatura media del planeta no se elevó durante la última década, sino que disminuyó levemente y la tendencia parece ampliarse, advierte en CO2, su página de internet, el profesor Antón Uriarte, el sabio español del clima.

Y va a resultar que tenía razón Mariano Rajoy, tan ridiculizado porque parafraseó a su primo, catedrático de Física en Sevilla, que decía lo del calentamiento global era muy dudoso.

Zapatero no se ha enterado aún de los silencios de Obama, pero cuando los descubra alabará su propia sagacidad, gracias a la cual apoya ahora la extracción del paupérrimo y muy contaminante carbón español.

El Diario Exterior