Tecnología contra dictaduras

Roberto Casin

CASIN Las revueltas sociales en Túnez y Egipto y la resonancia que han tenido las protestas en otros países de gobiernos históricamente autocráticos del mundo árabe, han sido la demostración reciente más palpable de la nueva dimensión de poder social que confieren al ciudadano las nuevas tecnologías de comunicación electrónica.

Tan pronto como estallaron las primeras manifestaciones callejeras en El Cairo y otras ciudades egipcias, grabaciones de audio, fotografías y videos filmados con teléfonos celulares empezaron de inmediato a inundar la web. Y en pocas horas el mundo entero pudo ser testigo de lo que estaba pasando.



La inmediatez con que los canales de comunicación virtuales fueron usados para difundir información, concertar acciones y coordinar protestas han puesto definitivamente de manifiesto el carácter protagónico que pueden desempeñar en la movilización popular medios como la telefonía móvil y las redes sociales de Internet.

El primer indicio efectivo que tuvimos de la relevancia de Twitter, Facebook y otros portales para promover acciones políticas contra la represión gubernamental fue durante las protestas ocurridas en Teherán tras las elecciones iraníes del 2009, denunciadas como fraudulentas.

De entonces acá no han transcurrido siquiera dos años, sin embargo Facebook, Twitter, la telefonía móvil, los correos electrónicos, los blogs y otras herramientas de la Web 2.0 se han convertido ya en recursos de primer orden para los movimientos que luchan contra los sistemas autoritarios.

Ese poder ha sido corroborado en parte por los datos de un informe preparado por el Centro Internacional de Asistencia a los Medios de Comunicación que revela que en los países árabes las redes sociales han superado a los diarios en cantidad de usuarios o lectores.

De acuerdo con el estudio, Facebook por sí sola ya cuenta con 17 millones de usuarios en esas naciones, en las que como contraste sólo circulan diariamente unos 14 millones de ejemplares de periódicos. Específicamente en el caso de Egipto, el informe señala que el 50 por ciento de la población emplea Internet para informarse, mientras que sólo el 34 por ciento lee la prensa escrita.

De hecho, la versatilidad y rapidez en la difusión que ofrecen los medios satelitales, unidos a Internet y sus redes sociales, están haciendo que la población pueda saltar los muros de censura y de control informativo impuestos hasta ahora con casi absoluta impunidad por los gobiernos dictatoriales.

Así ha sido últimamente en aquellos países donde las autoridades destinan enormes recursos a poner riendas al ciberespacio, como China, Venezuela y especialmente Cuba, donde a pesar del celoso control policíaco sobre todos los ciudadanos y los muy reducidos espacios en Internet accesibles a la población, un grupo de ingeniosos y valerosos blogueros encabezados por Yoani Sánchez han logrado arrebatarle al gobierno el monopolio de la información.

Aunque el papel de estos nuevos medios de comunicación aún está en evolución, la más beneficiada a simple vista y en su conjunto es la gente; las más preocupadas son las dictaduras.

Voz de América