Autonomía en el olvido

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Hugo Chávez, Evo Morales y la seguridad nacional del Paraguay

  2. El Día: Los extremos se tocan

  3. El Día: Bolítica

  4. El Día: Los grandes estrategas

  5. El Día: Autonomía en el olvido

  6. Los Tiempos: LA AGENDA OLVIDADA POR EL MAR

  7. El Deber: En tanto la ciudad crece

  8. Cambio: Perdida en su laberinto

  9. La Prensa: Los precios de los alimentos

  10. El Diario: Son 107 años de servicio a la Patria, la libertad y la justicia

  11. El Mundo: Presentes

  12. Opinión:

  13. Clarín, Argentina: La inflación en la canasta de Pascua


El Día: Hugo Chávez, Evo Morales y la seguridad nacional del Paraguay



En su visita de un día a Bolivia, el pasado jueves 31 de marzo, el dictador venezolano Hugo Chávez dio muestras de una total falta de tacto diplomático y de la realidad, al pasar revista a la actual situación internacional y sus posibles repercusiones en el ámbito de los intereses nacionales de sus respectivos países. El encuentro presidencial llevado a cabo en la ciudad de Cochabamba, ante una masiva concurrencia pública, contó también con la presencia del vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, y el pleno del gabinete de ministros, a más del canciller venezolano, Nicolás Maduro.

En la ocasión, el verborrágico dictador venezolano, con su acostumbrada incontinencia verbal, criticó en airados términos la reciente visita del presidente Obama a Brasil, Chile y El Salvador, calificándola como enderezada a manipular y engañar a los pueblos de la región. “Señor Obama: nunca más Estados Unidos será dueño de América Latina. América Latina es libre y será libre para siempre, cueste lo que cueste”, fanfarroneó el dictador en un pasaje de su discurso. Se despachó también con acerbas críticas contra la intervención militar de la OTAN en Libia, calificándola como “locura imperial”, y acusó a los Estados Unidos de estar preparando similar acción militar contra Siria. Finalmente, anunció que en los próximos días habrá una reunión de la ALBA en Caracas.

Ratificando su paranoica fascinación por su autocrático mentor político, Evo Morales no ahorró zalamerías de adulación rastrera al responder a las palabras de su ilustre visitante: “No faltan amenazas (…) Pero quiero decirle, compañero, hermano presidente de Venezuela: Que vengan las amenazas de donde sea, de Estados Unidos o de otras partes del mundo, hermano Chávez, aquí está tu pueblo; siempre estará contigo para defender la revolución bolivariana y para defender al hermano Chávez”.
El vicepresidente García Linera tampoco desaprovechó la ocasión para sumarse a las diatribas contra el “Imperio”, en referencia a los Estados Unidos: “Lo que sucede en Libia es el matonaje planetario, abusivo, indigno”, dijo el Vicepresidente.

Ambos mandatarios aprovecharon la ocasión para firmar varios acuerdos de cooperación en las aéreas de defensa, educación, salud, energía, minería, comercio, agricultura y seguridad. A propósito, con relación a la cooperación de defensa, cabe destacar que, desde la asunción de Evo Morales al poder, el Gobierno venezolano viene asistiendo con prodigalidad a las fuerzas armadas de Bolivia con dinero, armamento y personal para su reestructuración orgánica y modernización.

La visita -con motivación más ideológica que política- del dictador venezolano a Argentina, Uruguay y Bolivia fue a todas luces una réplica más bien caricaturesca a la realizada recientemente por el presidente norteamericano Barack Obama a Brasil, Chile y El Salvador, para congraciarse con sus aliados dictadores Gaddafi y Ahmadinejad y ganarse así alguna repercusión internacional que de alguna manera distrajera el descontento de su propio pueblo con su mal gobierno. De paso, aprovechó la ocasión para darle un espaldarazo a la alicaída popularidad doméstica de su aliado Evo Morales. Resta por verse si tales afanes se concretan en esos escenarios y si sus resultados son duraderos.

A causa del fundamentalismo ideológico que los fanatiza y de la naturaleza antidemocrática de los gobiernos que presiden, tanto Chávez como Morales se han tornado altamente sensitivos a las críticas de sus propios pueblos, por lo que buscan contrarrestarlas de cualquier modo, respondiendo con rigidez y hasta con arrogancia a los desafíos foráneos, reales o inventados.

La agria relación que por muchos años mantuvo Chávez con el presidente colombiano Álvaro Uribe es un buen ejemplo de ello, como lo es también el inatendible reclamo de Evo Morales al Gobierno chileno por una salida soberana al mar; o la absurda concentración de fuerzas militares sobre nuestra frontera del Chaco, donde nuestra presencia militar ha sido hasta ahora mantenida a un mínimo por el presidente Lugo.

El advenimiento de éste a la presidencia de la República ha servido muy bien a Evo Morales para encubrir el rearme militar de su país con una fingida política de amistad y buena vecindad con el nuestro, merced a la afinidad ideológica marxista que ambos comparten. La compra de armas y equipos militares modernos por parte de Bolivia, con el falaz pretexto de defender su soberanía y combatir el narcotráfico, ha creado para el Paraguay un serio dilema de seguridad nacional que es obligación de todo paraguayo tener muy bien en cuenta: mientras el efecto del rearme boliviano aumenta la seguridad nacional de ese país,

la seguridad nacional del Paraguay disminuye proporcionalmente. Y la única forma de contrarrestar esta vulnerabilidad es rearmándonos también nosotros, con lo que sin proponérnoslo, caeríamos en el círculo vicioso de la nefasta carrera armamentista que a toda costa deseamos impedir, pero que el “comandante” Hugo Chávez está meta y ponga impulsar lo más aceleradamente que puede.

Siendo una realidad geopolítica incontestable que para Bolivia el Paraguay es el único enemigo potencial posible, el aumento de su seguridad nacional implica necesariamente una directa amenaza para nuestro país, por lo que no podemos permanecer indiferentes ante ello. Para peor, tenemos un presidente de la República que, por fanatismo político, les facilita el juego a nuestros enemigos de ayer, haciéndose eco de su falaz retórica pacifista.

Afortunadamente, ante tan grave desidia gubernamental, el presidente de la Delegación de Paraguay ante el Parlamento del Mercosur (Parlasur), Alfonso González Núñez, denunció el jueves en un comunicado la amenaza que representa para nuestro país el injustificable rearme de Bolivia. “La vivaz carrera armamentista desencadenada por el gobierno del señor Evo Morales provoca en la sociedad compatriota, hondamente pacifista, fundados recelos respecto a los verdaderos motivos que mueven a la hermana República de Bolivia a instalar fuertes contingentes militares y equipamientos bélicos en la frontera con el Paraguay (…) Por ende, la lógica conclusión a que arriba la población paraguaya en su conjunto, guiada por la prensa independiente y expuesta, en este caso, por la Presidencia de la Delegación de Paraguay del Parlamento del Mercosur, es el recóndito designio boliviano (…) de exhumar, sea por la vía diplomática o tal vez en el campo de batalla, aquel aciago episodio (…)”, expresa parte de la patriótica denuncia del parlamentario paraguayo en concreta referencia a la Guerra del Chaco.

Cabe esperar que, de una vez por todas, el presidente Fernando Lugo tome finalmente en serio la amenaza que para nuestra seguridad nacional representa el rearme boliviano, haciendo escuchar su protesta en los foros internacionales a los que concurre con asiduidad, con y sin motivos valederos.
 

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El Día: Los extremos se tocan

Los grandes armamentistas dicen que la paz es la preparación de la guerra. Los hechos parecen darles toda la razón. Hoy arde África y los cielos del mundo árabe están cubiertos del humo de las bombas lanzadas a objetivos militares y civiles. Los que antes eran revolucionarios o progresistas son tildados de dictadores o de usurpadores del poder popular, mientras que los conservadores del ayer se muestran hoy como paladines de la democracia y defensores de la ley y la justicia. Louis Pawels y Jacques Bergier dirían al unísono que eso significa que los extremos se tocan, que es verdad que todo es arriba como es abajo, y que la izquierda y la derecha en política es cuestión de enfoque.

A finales de la Segunda Guerra Mundial, Japón sufrió el efecto de sendas bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos que devastaron Hiroshima y Nagasaki. Los japoneses sintieron hasta la saciedad y en carne propia lo que es la radioactividad, hasta el punto de identificar sólo la bomba atómica con la adioactividad. Décadas más tarde, habían desarrollado la energía nuclear con fines pacíficos y les iba muy bien hasta que un gran terremoto y un mayor maremoto hicieron trizas sus esfuerzos tecnológicos y sus grandes reactores. La radioactividad, como la libertad, una vez suelta hace temblar  al mundo, porque a pesar de ser tan adelantado científicamente, sigue siendo primitivo.

La libertad es la conciencia de la necesidad, afirman los filósofos. Pero el planeta está dormido e inconsciente frente a su propio destino. Mientras los olvidados de siempre se levantan en armas o ganan en las urnas, los que siempre lo tuvieron todo ven cómo el planeta se les va de las manos. Pero en esta histérica historia de la humanidad podemos ver a los olvidados de siempre luchando al lado de los que siempre lo tuvieron todo. Claro está que cada uno de estos bandos tiene un objetivo distinto. Sin embargo, cada uno sospecha que lo que quiere el otro es tomar para sí el control del mundo.

Entonces es cuando los valores y principios se pasan por alto. Llega un momento en que unos comienzan a hacer lo que antes criticaban al contrario. Los extremos se tocan. Los dictadores hablan de democracia y justicia, respeto y leyes. Los partidarios de la democracia claman por la muerte y el destierro. Por un extremo se llega al otro lado. Los extremistas saben bien cómo son esas fronteras que traspasan. Después no saben en qué bando actúan. Por eso la historia de la humanidad es una lucha constante de los contrarios que se transforman. Esa espiral que nos hace decir que los tiempos se repiten.

Amamos a la naturaleza y perseguimos el progreso. Pero la búsqueda del progreso está matando al planeta, y con él a los animales y a las plantas. También el ser humano se amenaza a sí mismo, consciente o inconscientemente. Recordemos que la alta industrialización aporta al calentamiento global y al Efecto Invernadero. Porque nada se hace sin que tenga efecto inmediato sobre el entorno. Es como la teoría del Efecto Mariposa, cuando se dice que el aleteo de una mariposa en Nueva York ocasiona un huracán en el Asia, por eso de los efectos en cadena.

Otros hablan del Efecto Dominó, donde las fichas se unen y caen una tras otra, hasta que al fin un extremo toca al otro.
 

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El Día: Bolítica

"Estamos advirtiendo que no sería una medida adecuada. Cuando surjan este tipo de impuestos dirigidos, lo único que se está haciendo es desestabilizar más la economía no sólo de las empresas, sino también de los ciudadanos".

Daniel Sánchez
Pdte. Conf. Empresarios Privados


Se dice que: La Confederación Nacional de Empresarios Privados de Bolivia alertó que un eventual impuesto a los salarios desestabilizará la economía del país y sugiere que con esta medida se pretende cubrir parte del déficit fiscal de Bolivia".


Todo impuesto significa menor ingreso para el que recibe un salario y menor capacidad de compra, situación que causará protestas sociales. Esta sugerencia del gobierno se da por los problemas económicos en el Tesoro General de la Estado".

Napoleón Pacheco
Director de Fundación Milenio

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El Día: Los grandes estrategas

Al día siguiente del “chilenazo” del 23 de marzo, el vicepresidente García Linera aseguró que todo había sido “fríamente calculado”, que sobraban los argumentos y la artillería para enfrentar a Chile en los tribunales de La Haya. Por eso es que sorprendió que posteriormente, el Gobierno realice una convocatoria abierta a ex presidentes y ex cancilleres para que colaboren en la elaboración de la estrategia a ser planteada. Hoy se sabe que el Estado Plurinacional tiene serios problemas para nombrar al “iluminado” que se hará cargo de la “Dirección de Reivindicación Marítima” y que obviamente será la punta de lanza de la nueva diplomacia que reconquistará los territorios perdidos en 1879. En el plano de la materia gris, los argumentos y las propuestas, la situación no parece ser mejor. No sería raro que los estrategas de la Cancillería anden buscando en Google algunos estudios sobre el tema y eso se nota cuando el presidente Morales regatea públicamente para que le entreguen alguna tesis o cuando menos una monografía sobre la reclamación del acceso al Pacífico. Recientemente lo hizo con los alumnos de la Escuela de Altos Estudios Nacionales, donde protestó por la ausencia de expertos y trabajos sobre el tema marítimo.

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El Día: Autonomía en el olvido

Algunos se esfuerzan en resaltar el 4 de abril como un día histórico y en realidad lo es, pero sólo en el plano de lo formal, ya que en realidad la autonomía sigue siendo una quimera en el país, un proceso que ha sido encadenado por el centralismo más feroz que haya ejercido el poder en la historia de Bolivia.

El 4 de abril de 2010 fueron elegidos los primeros gobernadores de la “era autonómica” de Bolivia, hecho que resulta insignificante cuando uno de ellos ya fue destituido junto con una veintena de alcaldes opositores, gracias a una ley inconstitucional y violatoria de los preceptos más elementales del derecho. Las otras autoridades opositoras están prácticamente crucificadas y con las voces embargadas, por la vía de numerosos procesos judiciales auspiciados por el Gobierno central, que además de acorralarlos, ha diseñado sistemas de administración insólitos como la flamante Ley de Fronteras, que establece zonas de exclusión dentro de los departamentos. En el caso del Beni, la “solución” ha sido el paralelismo ejercido por medio de un esquema militarista que le otorga a un solo individuo el control de un vasto territorio nacional.

Qué autonomía se puede celebrar con todas las Asambleas Departamentales en manos del oficialismo, incluida la de Santa Cruz, donde una vergonzosa maniobra permitió sacar del paso a un representante indígena e inventarse una nomenclatura diferente para categorizar a los pueblos nativos. Esto le ha permitido esterilizar a los gobiernos departamentales y continuar por supuesto, la política del abuso y la imposición, tal como ocurrió con la selección de ternas para elegir a los miembros del Tribunal Electoral.

Prometieron iniciar el trabajo de adecuación de los estatutos autonómicos con la Constitución Política del Estado, proceso que sigue estancado y en cambio, el centralismo incurre en constantes violaciones a la Carta Magna en lo que respecta a las competencias y asignaciones de recursos. La educación es el mejor ejemplo del gran retroceso que se ha dado en materia de descentralización y cuando el Estado Plurinacional “cede”, lo hace con asuntos incómodos y conflictivos, como ocurrió con el transporte público y con las asignaciones de recursos para el mantenimiento de los reclusos de las cárceles. En todos los casos, dicha transferencia se realiza sin el acompañamiento de los recursos respectivos.

En estas circunstancias es muy difícil llegar a un consenso nacional para establecer una agenda que marque una línea de avance del proceso autonómico. Con un Gobierno apegado a las trampas y sin el menor escrúpulo para manejar el país; con una oposición carente de mística y con regiones que parecen haber perdido el impulso que inspiró los cabildos, los estatutos y los referendos; con un régimen que nombra jueces y fiscales y los mueve a su antojo para seguir en sus labores de persecución política en contra de cualquiera que intente levantar cabeza, es prácticamente imposible pensar en un rumbo distinto al que ha marcado el oficialismo. La autonomía requiere esencialmente de una voluntad genuina de fortalecimiento de la democracia y es obvio que este sistema no figura en los planes del Gobierno de Evo Morales.    

Qué autonomía se puede celebrar con todas las Asambleas Departamentales en manos del oficialismo, incluida la de Santa Cruz, donde una vergonzosa maniobra permitió sacar del paso a un representante indígena e inventarse una nomenclatura diferente para categorizar a los pueblos nativos. Esto le ha permitido esterilizar a las gobernaciones y continuar la política del abuso y la imposición. 

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Los Tiempos: LA AGENDA OLVIDADA POR EL MAR

Quienes tienen en sus manos tan delicado asunto no deben caer en la tentación de alentar el espíritu patriótico para atemperar los conflictos internos

El súbito giro dado durante las últimas semanas por el Gobierno Nacional al tema marítimo ha ocasionado el desplazamiento a un segundo plano en la agenda pública nacional de muchos temas que, hasta hace algo más de 15 días, se ubicaban en el centro de la atención colectiva.

Como es fácil recordar, antes del 23 de marzo la atención de todo el país estaba concentrada en asuntos tan conflictivos como las demandas salariales y de los universitarios y sus correspondientes marchas, huelgas y otras medidas de presión; los reclusos estaban en estado de emergencia y no había día sin que algún titular periodístico dé cuenta de las fisuras que aumentaban en cantidad y profundidad en el bloque gubernamental, desde la cúpula ministerial hasta los "movimientos sociales" que lo sostienen.

En el frente jurídico legal, que durante los últimos cinco años tantos réditos brindó al MAS, estaba también llamando la atención por los continuos reveses que recibían en los estrados judiciales los operadores del oficialismo. El caso Rosza ya sólo daba motivos de malestar en círculos oficiales; ya escasean los pretextos para prolongar la irregular detención de Leopoldo Fernández; los juicios de responsabilidades contra expresidentes tampoco tienen suficientes bases para cumplir la función distractiva y cada nueva ofensiva legal contra políticos opositores sólo logra socavar aún más la ya muy deteriorada credibilidad gubernamental.

El panorama en el frente externo hasta hace 15 días no era mejor. El caso Sanabria y la posibilidad de que sus manchas salpiquen a niveles jerárquicos del círculo gubernamental; la decisión de Brasil y Chile de tomar en sus propias manos la lucha contra las mafias del narcotráfico que operan en nuestro país, y la inocultable disminución del peso específico en el escenario internacional de sus principales aliados son otros temas que resultaron opacados por el vigor con el que el tema marítimo se puso en el centro de la atención colectiva.

No es la primera vez que algo así ocurre en nuestra agitada historia republicana. Por el contrario, son tan fuertes los sentimientos y resentimientos patrióticos y chauvinistas que se encienden con la sola mención a nuestra causa marítima que prácticamente desde que el 14 de febrero de 1879 se iniciara la Guerra del Pacífico y con ella la tragedia de nuestro enclaustramiento geográfico, que el tema adquiere nueva actualidad una y otra vez.

Lamentablemente, lo que enseña la historia al respecto no es muy alentador. Es que, por lo menos hasta ahora, el fervor patriótico y la uniformidad de criterios que éste genera suele durar mucho menos de lo que haría falta para que se traduzca en una política de Estado capaz de trascender los circunstanciales vaivenes de ocasionados por nuestras pugnas internas.

Para que esa penosa historia no se repita, bueno sería que quienes tienen en sus manos tan delicado asunto eviten caer en la tentación, como muchos de sus antecesores, de alentar el espíritu patriótico sólo para atemperar los conflictos internos pues, como lo enseña la historia, los asuntos que quedan opacados por la agenda marítima tarde o temprano recuperan actualidad con renovados bríos para exigir la atención que por un tiempo se les negó.

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El Deber: En tanto la ciudad crece

La vieja Santa Cruz de la Sierra  es una ciudad que crece y crece. Tiene rebasados ya, con toda seguridad, los límites que, incluso los más optimistas de sus viejos habitantes, les tenían fijados al azar. Y no solo que crece, que se extiende en todas direcciones, incluso hacia arriba con rascacielos imponentes, sino que casi a la par se moderniza incorporando servicios urbanos de complejas tecnologías.

Con su calidad ambiental, accesible hasta para disminuidos físicamente, con la proverbial hospitalidad que no deja de practicar el autóctono, más las incontables posibilidades que ofrece el rico y dinámico medio cruceño, siempre hay al alcance un buen justificativo para escoger y establecer residencia a lo largo y a lo ancho de la extensa llanura, con asiento definido en la capital, es decir, en esta urbe ardiente nuestra.

El crecimiento de Santa Cruz de la Sierra ha sido prodigioso, superó todas las expectativas de la gente. Y no solo se dio el crecimiento urbano, con barrios surcados de edificaciones imponentes al lado de las ya tambaleantes taperas antañonas estremecidas por el paso del tiempo. Fue, por el contrario, un crecimiento arquitectónico acompañado de los servicios públicos fundamentales como los de agua potable, luz eléctrica, alcantarillado y pavimentación, amén de los domiciliarios, por supuesto.

Sin embargo, y sin que la intención sea desmerecer o apocar lo avanzado, aún hay metas pendientes que no están aplazadas del todo ni menos aún condenadas al olvido eterno. Digamos, por pensar en algo, la modernización y la automatización de señales eléctricas que controlan tráficos vehiculares y de peatones en urbes así de congestionadas, caóticas y copadas como las de nuestra capital grigotana, que suponen para sus estantes y habitantes muchos dolores de cabeza y hasta un perentorio llamado fatal.

Nociones básicas de higiene y de aseo están haciendo falta asimismo en nuestra Santa Cruz de la Sierra. El reflejo de esta falencia urbana se lo descubre a cada paso que damos atravesando calles, plazas y avenidas citadinas. Abochorna dar con esas groseras manifestaciones durante andanzas de rutina porque ponen de manifiesto un nivel cultural muy bajo de los vecinos y de cada uno de nosotros, sin excepción que valga, prácticamente.

Santa Cruz de la Sierra es un poderoso centro de atracción para quienquiera que cruce sus fraternos umbrales. No los defraudemos omitiendo el toque de respeto devoto que la urbe grigotana nos merece y nos exige.

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Cambio: Perdida en su laberinto

La diputada opositora Adriana Gil pidió el domingo pasado ‘disculpas’ al pueblo chileno y expresó que estaba ‘avergonzada’ por los dichos del presidente Evo Morales, quien aseguró que Chile no debe ni puede negar que con la Guerra del Pacífico privó a Bolivia de su salida soberana al mar, criticó que ese país argumente que no es posible discutir nuestro retorno soberano al océano Pacífico y señaló que esta postura "es ignorar la historia de los dos países, entre Chile y Bolivia, y no podemos ignorar la historia".

Es decir, lo único que hizo el Jefe de Estado fue poner los puntos sobre las íes, porque nadie puede negar que la invasión de Antofagasta, el 14 de febrero de 1879, fue el inicio de una guerra de conquista, de una campaña bélica —generosamente financiada por el imperialismo inglés— para apoderarse de las ingentes riquezas naturales del Litoral boliviano.

Y si después de 132 años de un injusto encierro geográfico y a casi cinco años de un diálogo sincero —por parte de Bolivia— para reconstruir la confianza mutua y buscar una salida negociada al centenario conflicto; el país agresor se niega a discutir la reparación de esa injusticia en el marco de la soberanía que exije La Paz, sin duda es ignorar una historia mutua. Ni más ni menos.

Por eso es lamentable, por decir lo menos, que una representante nacional, así sea opositora, pida disculpas al país agresor y condene el nuevo enfoque legal de la causa marítima que es compartida por millones de bolivianos, más allá de las posiciones políticas y estatus social que se pudiera tener, y las que garantiza nuestra democracia.

"Lamentablemente nuestro Presidente no se cansa de avergonzarnos como nación y lamentamos mucho esas palabras y pedimos disculpas al hermano pueblo chileno; como bolivianos nos sentimos avergonzados de toda esta situación que no ha de prosperar ni en los temas diplomáticos, ni en los estrados judiciales, ya que es improcedente el pedido que el presidente Morales está haciendo", aseguró Adriana Gil en declaraciones efectuadas el pasado domingo a Radio Panamericana.

El exabrupto de la legisladora raya en lo absurdo, porque no es posible admitir que una legisladora, poseedora de la confianza del voto de miles de bolivianos, asuma esa representación para abogar por los derechos del país invasor, aunque matizara que "como boliviana jamás voy a renunciar al derecho de una soberanía y una salida al mar".

"Pero tenemos que ser conscientes de que existe una contraparte y tiene sus derechos; entonces, tenemos que ser realistas. Esta es una estrategia distractiva y muy sucia, muy baja, de un gobierno ineficiente y corrupto que nos quiere distraer con este tema tan sensible, porque Chile no ha de ceder un centímetro de propiedad de su territorio; por ahora no lo van a hacer", insistió Gil.

Dicho de otro modo, para la parlamentaria opositora son más trascendentes los derechos que arguye Chile para perpetuar el despojo y bloquear cualquier iniciativa, incluso una resolución de la OEA que en 1979 emplazó a Santiago a reparar una centenaria injusticia. Y quien debería estar avergonzado es Chile, no Evo, por mantener prisioneros y sin salida al mar a diez millones de bolivianos.

Por sus dichos, Adriana Gil se puso al lado del embajador chileno Abraham Koning, quien, el 13 de agosto de 1900, confesó: "Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él, con el mismo título que Alemania anexó al Imperio la Alsacia y la Lorena. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones". Ninguna victoria da derechos, mucho más si unilateralmente Chile rompió el Tratado de 1874 —que ratificó el Tratado de 1866 que fijó como límite el paralelo 24º de latitud Sur— e invadió Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

En ese contexto, Gil debería asumir que "los derechos nacen del respeto, la solidaridad, la complementariedad y la hermandad de los pueblos. Esa es la ley suprema de las naciones" (Evo Morales, 23-03-11), y dejar de oponerse a la causa de Bolivia.

Quien debería estar avergonzado es Chile, no Evo, por mantener prisioneros y sin salida al mar a diez millones de bolivianos. Es que "la victoria, la ley suprema de las naciones", no da derechos, viola la convivencia civilizada.

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La Prensa: Los precios de los alimentos

La FAO y la CEPAL recomiendan restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda de productos, algo que no se consigue de la noche a la mañana?

En un reciente informe, la FAO y la CEPAL mencionan a Bolivia, Venezuela y Argentina como los países de América Latina donde se registran las mayores alzas de precios en artículos alimenticios.

En lo que respecta a nosotros, ambos organismos basan sus conclusiones en datos del INE, relativos a la inflación que en tal rubro experimentamos entre enero de 2010 y enero de 2011. En este lapso, los artículos básicos de la canasta familiar se encarecieron en un 14 por ciento. Obviamente, el dato oficial fue cuestionado por analistas y sectores de oposición, que alegan que aquél corresponde a un índice bastante mayor. No pocos afirman que la subida llegó al 30 por ciento, apreciación que ahora alimenta demandas salariales que el Gobierno considera imposibles de atender y que, sin duda, darán lugar a una serie de conflictos sociales en el transcurso del presente año.

El hecho es que se conjugaron factores específicos para que los precios de los referidos alimentos treparan a cifras imprevistas. La sequía operó visibles efectos restrictivos de las áreas de cultivo de caña, contingencia que dio lugar a la escasez de azúcar, entre otras cosas. El denominado ?gasolinazo? equivalió a campanazo para el encarecimiento de los precios de otros componentes de la canasta familiar, creando una atmósfera de malestar social que derivó en protestas callejeras y rabiosas actitudes en defensa de intereses sectoriales, como el de los trabajadores del transporte público, que aún continúan? Lo por venir será más preocupante aún, porque varios gremios amenazan con medidas extremas para que se atiendan sus pedidos salariales.

En su informe, los especialistas de la FAO y la CEPAL, en forma implícita, recomiendan a los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Argentina producir más para frenar el alza en los precios de los alimentos. Es decir, restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda de los respectivos productos, algo que en un interregno de crisis como el que vivimos no se consigue de la noche a la mañana, sino en toda una etapa de aplicación exitosa de políticas gubernamentales de promoción de la producción agropecuaria. La FAO y la CEPAL recomiendan que esta labor se ajuste a normas claras en el comercio. O sea que los productores sepan exactamente a qué atenerse y cuáles son los principios de seguridad jurídica que se les ofrece.

El dirigismo estatal sujeto a fórmulas ?estatizantes? va a contrapelo de las referidas orientaciones. Son recurrentes los estrepitosos fracasos de los gobiernos que con tal esquema intentaron controlar el mercado. Lo único que consiguen es perforar la economía nacional con crecientes falencias. El caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), tras la denominada ?nacionalización?, es muy ilustrativo al respecto: baja la producción hidrocarburífera respecto de índices anteriores y los inversores privados se resisten a arriesgar capitales?

Ojalá que nuestro Gobierno acoja las recomendaciones realizadas por dos organizaciones de gran credibilidad como la FAO y la CEPAL e ingrese en un proceso de programas idóneos que frenen el alza en los alimentos y nos elimine los riesgos de una grave inseguridad alimentaria.

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El Diario: Son 107 años de servicio a la Patria, la libertad y la justicia

La vida de EL DIARIO, en 107 años, ha sido la culminación de una vocación por las libertades, la justicia y la paz que, conjuncionados en una misión de servicio, se han cumplido sagradamente. Se ha vencido numerosas dificultades, problemas y angustias que sólo las grandes obras pueden superar.

Desde el fundador y primer Director del Decano de la Prensa Nacional, el amor a la Patria fue el lábaro que permitió continuar líneas de servicio y entrega, de luchas permanentes contra la conculcación de derechos del ser humano, de un obrar bajo principios de virtudes que, con el tiempo, se cristalizaron en valores como la defensa intransigente de la libertad de expresión que es el principio y el fin de la libertad de pensamiento que hace al hombre más digno de ser hijo de Dios, el creador de los bienes que hacen que los derechos humanos en libertad sean fundamento de las leyes y principios que permiten la vida de la humanidad.

Han pasado por la dirección de EL DIARIO hombres preclaros, estudiosos y pensadores que sirvieron con honor y dedicación a las columnas de la comunicación y, con ellos, periodistas, escritores, columnistas, analistas, editorialistas y administrativos que, consubstanciados con la línea del periódico, hicieron suya la misión de amor y servicio.

En 107 años se ha pretendido cerrar las puertas de este diario; se ha conseguido, auque en pocas ocasiones, acallar la voz constructiva y orientadora, pero no se derrumbó el espíritu ni las inquietudes ni el ímpetu de quienes laboraron para conseguir la circulación del periódico que no menguó su propósito de servir y amar lo que los pueblos aman y sirven: las libertades, el imperio de la ley, la justicia digna y transparente, el gobierno que administre la República (hoy llamada Estado Plurinacional) con honestidad, vocación de servicio y gran sentido de responsabilidad. Muchas veces se ha conseguido que rumbos extraviados sean corregidos por la política partidista y hasta por gobiernos dictatoriales a los que se criticó y condenó por sus políticas contrarias a la Constitución y las leyes.

Entre los malos tiempos vividos están, por ejemplo, la apropiación de la parte material de este diario, pero nunca la conculcación de sus ideales y principios; se ha soportado la presencia de censores que no dañaron la integridad y majestuosidad de la libertad de expresión pero le hicieron flacos favores a quienes los propiciaron. Empastelamiento de ediciones, persecución a periodistas y otros hechos negativos fueron fuente de nutrición para continuar en la dura batalla que, con pocos intervalos, se han vencido.

Hoy, frente a intentos de dirigir al país por caminos socialistas ya obsoletos en el mundo por lo negativos que han sido para la humanidad, EL DIARIO sigue en la lucha de combatir todo lo que implique destruir o mermar o conculcar o manipular la libertad de expresión que es base y sustento de todas las libertades. Seguirá la lucha porque es parte indivisible de convicciones que, por 107 años, se cumplen en forma incólume en interés del bien común que es la Patria y su pueblo que siempre mereció las mejores condiciones de vida. EL DIARIO, siendo espíritu y temple de la nacionalidad, continuará – “ad–aeternum”, si Dios lo permite – por una línea de servicio y amor por la Patria, las libertades, la justicia y la paz.

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El Mundo: Presentes

En reiteradas oportunidades se ha venido comentando sobre la ausencia de liderazgo, el comentario estaba relacionado con Santa Cruz, pero se puede asegurar que se trata de un problema nacional que vale la pena analizar y resolver.

Como ha sucedido tradicionalmente en el país, se busca resolver los problemas a la luz de la experiencia acumulada a través del tiempo, de donde resulta que en la mayor parte de las situaciones, los acontecimientos se dan con diferencia de hasta medio siglo.

Lo que fue bueno para los países industrializados y aún para los otros en un tiempo determinado, para los bolivianos resulta siendo reeditado con un retraso considerable y como somos expertos en copiar las ideas, sin haber analizado los resultados que ellas tuvieron, resultamos con experimentos cuyas consecuencias son fácilmente predecibles.

La experiencia socialista como la conciben algunos dirigentes políticos es la que se vivió en Rusia y las naciones que la rodeaban en la segunda mitad del siglo pasado y terminó con la caída del muro de Berlín.

El remedo más próximo en América es Cuba y Fidel Castro fue claro en advertir que esa forma de pensar no funcionaba; sin embargo, la persistencia de algunos caudillos hace que las ideas puedan ser reeditadas en Venezuela y Nicaragua con alguna intensidad, mientras en otras naciones, con una visión un poco más moderna y mejor pensada, el experimento trae otros resultados con mayor beneficio.

Nos referimos concretamente a los casos de Brasil y Uruguay, encabezados hoy por personas que en su momento pasaron por la experiencia de la insurrección armada y hoy se han convertido en hábiles negociadores y llevan a su país por caminos dignos de imitar.

En Bolivia la situación se ha caracterizado más bien por la neutralización de los partidos políticos tradicionales que cayeron víctimas de su codicia, ya que lejos de un deseo de servir a la patria y a los ciudadanos utilizaron el poder en beneficio personal. La situación planteada de esa manera dio lugar a que se busque la alternativa en el otro extremo y las condiciones vienen con una receta estalinista que tiende a radicalizarse, hasta convertirse en una dictadura o algo por el estilo.

Como sucedió en algún momento en el pasado, frente a la dictadura de los años setenta, las organizaciones cívicas buscaron tomar cartas en la situación, tratando de buscar recetas que puedan reencaminar el país por el sendero de la democracia.

En la actualidad, comités cívicos de seis de los nueve departamentos se reunieron para tomar acuerdos relacionados con la situación del país, en busca de proponer una solución a los problemas más acuciantes. Hemos tomado conocimiento de las resoluciones que llegan primero por el camino de la autonomía, un sistema de gobierno que ha significado un proceso de desarrollo integrado en otras naciones más desarrolladas, pero que bien puede ser aplicada con ventaja en países como el nuestro.

Tan importante es la vía de la autonomía que la ciudadanía mostró su opinión favorable en sendos referéndums hasta que finalmente el Gobierno se vio en la necesidad de darle legalidad, contemplando su aplicación en la Constitución Política del Estado.

Lo lamentable fue que con una Asamblea Legislativa Plurinacional totalmente sometida a los dictados del Poder Ejecutivo, la Ley de Autonomías dio por tierra con los planteamientos aprobados por las regiones y los estatutos que fueron propuestos en algunas de ellas.

Hoy los comités cívicos han dado a conocer su parecer al respecto y no solo piden que sea revisado el proceso autonómico, para que cumpla con la misión que le asigna la historia, sino que además buscan conocer el estado en que el país se encuentra para encarar una situación de esta naturaleza.

Los comités cívicos piden la reglamentación de la Ley de manera que la autonomía pueda brindar los beneficios que la ciudadanía espera y por otro lado conocer cuál es el estado del país en este momento, en base a un censo general, es de esperar que los gobernantes asuman la responsabilidad que está en sus manos y como en algún momento lo ha ofrecido el Presidente, se sigan los dictados de la voluntad popular interpretados con claridad por sus representantes.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: La inflación en la canasta de Pascua

La evolución de los precios de la canasta de bienes de las pascuas constituyen una nueva desmentida a las opiniones oficiales sobre la inflación y crea un serio problema para los hogares de menores ingresos.

Un relevamiento de este diario encontró que productos típicos de chocolate cuestas un 30 por ciento más que el año pasado y que pescados y mariscos de mayor consumo aumentaron entre un 20 y 30 por ciento. Estos porcentajes están en línea con las estimaciones privadas y de organismos provinciales sobre la inflación de los últimos doce meses y difieren seriamente con el 10 por ciento que proporciona el Indice de Precios al Consumidor del INDEC. La realidad muestra la irrelevancia de la estadística oficial y la necesidad de contar cuanto ante con mediciones confiables. Es de esperar, en este sentido, que el trabajo iniciado por la misión del FMI para la elaboración de un índice nacional -que por otra parte existía, y fue suprimido por el Gobierno- no sea una maniobra de distracción.

La evolución de los precios de la canasta de Pascua muestra aumentos de precios muy superiores a los que surgen de las estimaciones de inflación del INDEC.

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