La lengua materna de Evo

Juan Marcelo Columba Fernández

evo11 Identidades étnico-lingüísticas y el castellano boliviano

No voy a referirme a lo que, sin duda, sería un peculiar estudio de caso sobre el actual mandatario boliviano y lo que algunos académicos han denominado “el castellano motoso”. Pero sí discurriré brevemente en torno a las políticas lingüísticas impulsadas por el gobierno de Morales, en relación a “la cuestión de las lenguas en Bolivia”, particularmente sobre el vínculo entre lengua materna e identidad étnica.



La constitución boliviana vigente, ha elevado al rango de “nación” a treinta y seis identidades étnicas, esto a partir de un criterio fundamentalmente lingüístico. Por ejemplo, la identidad étnica “araona” se establece, esencialmente, a partir del uso de la lengua materna de ese grupo humano; asimismo, la legislación actual reconoce al conjunto de sus miembros como una nación al interior del Estado y oficializa su lengua. Análogamente, se han venido re-construyendo otras identidades étnicas que, además de costumbres e historia comunes, han considerado a la lengua materna como un elemento básico de pertenencia a una cultura determinada.

La lengua materna es la primera que aprendemos. Esta lengua, además, permite tener conciencia de la filiación natural a una determinada cultura. La lengua materna no es, como frecuentemente expresan las corrientes neo-indigenistas partidarias del retorno al pasado, aquella que “se supone” deberíamos hablar según un determinado “territorio ancestral” o, peor aún, según ciertas características fenotípicas.

¿Cuál fue la primera lengua que Ud. aprendió a hablar? Esta interrogante fundamental, no sólo debería plantearse en el próximo censo de población en Bolivia, sino también instalarse, desde ahora, en el debate público en un contexto donde se han oficializado identidades étnicas a partir de un criterio lingüístico y donde, vergonzosamente, la “intelligentzia plurinacional” ha ignorado e invisibilizado de manera sistemática la “identidad mestiza boliviana”.

Un conocido estudio realizado por la fundación UNIR el año 2008, estableció que un 73,3% de la población boliviana, se auto-identifica como “mestizo”, es decir, que más de dos tercios de los bolivianos asumen una identidad étnica mixta en cuanto a sus orígenes; una identidad que es resultado de las múltiples influencias culturales que han constituido la sociedad boliviana ¿Cuál es la base lingüística de esta identidad étnica?

A inicios del 2009, el Instituto Boliviano de Lexicografía y Estudios Lingüísticos, publicó dos obras tituladas “Gramática mestiza” y “Léxico mestizo”. Estos trabajos describen minuciosamente características del “Castellano boliviano” que ha asimilado elementos gramaticales y palabras de lenguas regionales como el quechua, generando una suerte de mestizaje lingüístico que dista, significativamente, de otras variedades de castellano europeo o americano. Estamos aquí frente a la evidencia lingüística de un “Castellano mestizo boliviano” que se ha enriquecido con el aporte de varias lenguas regionales como el guaraní o el aimara, y constituye la base lingüística de una “identidad mestiza boliviana”.

Es necesario retomar y fortalecer la estructuración de esta identidad étnica cuya interculturalidad supere el “apartheid étnico-lingüístico” planteado por el estado plurinacional. La continua construcción de esta identidad, deberá incluir aportes culturales de los diferentes grupos que conforman la sociedad boliviana y retomar elementos históricos que, en lugar de atomizar y dividir nuestra sociedad, vigoricen el encuentro entre los ciudadanos nacidos en este territorio.