Como no respetan mi voto, votaré mamarracho

Susana Seleme Antelo

Nos están “robando el alma” como ya amenazó el ‘Vice-copresidente’ hace años, cuando hablaba despectivamente de los K’aras, es decir de los mestizos y blancos, a los que había que “aplastarlos”, quitarles bienes y autoestima. Hoy también le están robando el alma a la democracia, vaciándola de sus principios. ¡Y miramos de palco lo que sucede, cuando debiéramos ir de la protesta indignada a la rebelión política organizada, orgánica y democrática! Entre tanto, votaré mamarracho.



Hablo en singular para no comprometer a este medio, pues cada quien hará lo que le dicte su conciencia. Votaré mamarracho o tacharé la papeleta en la tramposa elección para conformar los 4 órganos del Poder Judicial, elección que de inédita nada tiene. Verdaderas democratizaciones para la administración de justicia se han dado en muchos países antes, sin la parafernalia masista que nos bombardea sin tregua.

En este caso como en otros, vimos el árbol y no el bosque y por eso perderemos lo grande: porque en el fondo y en la forma lo que se juega con esa elección es la sepultura definitiva de la independencia del poder Judicial, sometido luego de la elección, ya sin tapujos, al poder político. Ese es el verdadero problema.

A pesar de que el presidente Morales –ante la indignación y reclamo social- haya decidido que se levanten las mordazas a la libertad de expresión, al derecho de informar y de ser informado, tacharé la papeleta, pues levantar esas prohibiciones era una parte importante, pero no la más importante de un problema mayor. Con esta elección el MAS y sus hombres completan el dominio total de los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y lo suman al dominio que ya tienen en el ámbito militar, policial, en los llamados movimientos sociales afines al masismo, entre ellos, los indígenas, y en otros segmentos de la sociedad.

En otras palabras, la democracia no existirá ni el fondo ni en las formas y no habrá apologistas del masismo que puedan quitarle el rótulo de autoritarios- totalitarios en todas sus variantes: fascistas, comunistas, estalinistas y dictadores. El Vice-copresidente tan suelto de lengua tildó al Comité Pro Santa Cruz de fascista por haber exigido el cese de las detenciones y persecuciones a políticos opositores. Sin embargo, habrá que acudir al refrán popular que reza “buscando al burro y montado en el” como dijo un periodista, refiriéndose al comandante de la Policía que ‘buscaba’ al dueño de un auto clonado. A la postre le costó el cargo.

Votaré mamarracho haciendo uso de mi soberano derecho a expresar lo que dictan mi conciencia democrática y mi militancia autonomista. Sin embargo, el gobierno pluribochorno que nos llena de vergüenzas por la metidas de pata del Presidente; gobierno pluri-cocalero y pluri-narco, ahí está el general Sanabria y los que aún no sabemos; pluri-corrupción, como el otro general Farfán y los que sí sabemos, se pueden llevar más de una sorpresa: quizás no sea yo la única que pifie la papeleta. Esos son los riesgos de utilizar la democracia método-instrumento, es decir, solo el voto para satisfacer los impulsos de dominación disfrazados de demócratas del presidente y el co-presidente.

En los hechos, si algo desvirtúa las palabras vaciándolas de su más esencial significado, es la estupidez de quienes abusan de ellas, como los Morales, Garcías Linera y los demás, que no han cesado de prostituir la palabra democracia. Utilizándola con mañas y perversamente, pretenden legitimar aberraciones antidemocráticas y satisfacer las ambiciones autoritarias y prorroguistas del autócrata Evo Morales Ayma.

A partir de ahora votaré mamarracho porque sí antes creímos que la democracia iba en serio, hoy ya está demostrado que el voto y la libre elección de candidatos no ha sido respetado. Por eso, “para ganar lo que no pudieron con los votos” como señaló el gobernador Rubén Costas, desprecian los votos honestos y van camino a hacerse del poder total sin importar los medios. De ahí que el gobierno multi-represores está llenando las casas con arrestos domiciliarios, las cárceles de Bolivia y los exilios con demócratas, autonomistas, empresarios y profesionales como Branko Marinkovic, Humberto Roca, Samuel Doria Medina y muchos más.

Y no olvido a jóvenes políticos de larga y limpia trayectoria como Guido Añez Moscoso, Hugo Carvajal Donoso, Jorge Torres Obleas, entre otros, acusados de genocidas, cuando los instigadores del alzamiento y muertes de octubre de 2003, ejercen hoy cargos públicos, el propio presidente Morales, entre ellos. Pero quedaron fuera de las investigaciones merced a una amnistía que les concedió el ex presidente Carlos Meza, entonces muy a gusto con los autores del quiebre institucional de entonces. Los magistrados que los condenaron ya estaban comprados por el poder político actual.

Con las elecciones para magistrados, pretenden dar un matiz legal a una elección maquinada de antemano, hecha a medida de demagogos y populistas. A título de prohibir campañas electorales para que los medios de comunicación no se ‘enriquezcan’ cobrando fortunas –lo que ya sería ‘favoristimo’, según los ‘pluris’ pues no todos pueden pagarlas– en los hechos se trata de legitimar, olear y sacramentar a ’hermanas’ y ‘hermanos’ favorecidos por el poder Legislativo, apéndice del Ejecutivo con sus 2/3 de aplastante mayoría oficialista.

Salvar la democracia, es salvar a Bolivia del totalitarismo.

Veamos un somero recuento de los zarpazos antidemocráticos de los multi- represores jacobinos: deja que campesinos y originaros se enfrenten entre sí, les manda a la policía, les meten bala y así llevan más de 70 muertos en su haber. A los adversarios políticos, a falta de guillotinas con cuchilla para cortar cabezas, les inventan las guillotinas judiciales, y hoy ya hay cientos de presos, perseguidos, proscriptos y exiliados. Merced a golpes de Estado, destituyen a autoridades, gobernadores y alcaldes. ¿De qué democracia hablan?

El golpe más brutal es el perpetrado contra el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, preso hace 2 años y 8 meses sin sentencia por una matanza orquestada por el entonces ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana. O como la maniobra contra el gobernador de Tarija, Mario Cossío, hoy exiliado. Igual camino intentan con el de Beni, Ernesto Suárez, ya con detención domiciliaria y con poco margen de gestión.

Lo mismo están haciendo con el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas Aguilera, víctima de una colonialista maniobra político-cultural indígena, tan deleznable como las prácticas coloniales de aculturación, producto de la conquista. ¿Dónde queda la tan mentada ‘descolonización que tiene hasta un ministerio? Todo es así: puro cháchara demagoga y populista para ingenuos. Pero los masistas han aprendido y aplican con delectación de artista la tesis leninista de la propaganda política. Nada difiere de la consigna nazi “miente, miente, que algo queda” y eso es lo que han aplicado al caso terrorismo-separatismo contra Santa Cruz.

Con chicanas judiciales varias, los masistas han destituido al alcalde de Sucre, de Potosí, de Sacaba, de Punata, de Buena Vista, de Warnes, van por el de La Guardia, el de San Borja, tras la alcaldesa de Oruro, entre otros, todos electos por mayoría, pero adversarios políticos del MAS, eso sí.

La maniobra que le quita al partido Verdes, de Costas, mayoría en la Asamblea Departamental -algunos transfugios políticos mediante- y con 6 procesos en su contra, entre ellos dos por haber convocado a Referéndum por la autonomía, lo deja sujeto a lo que dicte la actual mayoría masista-estalinista en la Asamblea. ¿Podrá el gobernador restituir su alianza con Nuevo Poder Ciudadano, del senador Germán Antelo, y con el MNR? Esa alianza demostró ser más débil de lo esperado. ¿Por qué? .

Porque las alianzas son para gobernar en conjunto y presentar una alternativa política frente a cualquier bloque en el poder con rasgos autoritarios fascistoides como el actual. Esas alianzas, locales o naciones, hasta ahora no fueron trabajadas y manejadas con criterios políticos idóneos para revertir el dominio del MAS a mediano plazo. Ha sido un fracaso vergonzoso que en más de 4 años las alianzas políticas no hayan aprendido el abc de la política, entre otros elementos, el análisis de la correlación de fuerzas, el aprovechamiento de determinadas coyunturas desfavorables al centralismo, el uso de la propaganda política, el principio de la unidad por un bien mayor: salvar a Bolivia del totalitarismo y por ende, salvar la democracia.

Ello solo sería posible, si las alianzas de la oposición lograran convertirse en una convergencia democrática, por encima de intereses personales y coyunturales, teniendo en cuenta que el enemigo principal es el MAS, y no los internos ni los propios compañeros de ruta, quizás transitorios, pero necesarios hoy.

¡Qué desperdicio! Entre tanto, votaré mamarracho.