Parece que el presidente Evo Morales no será el único integrante del staff gubernamental que legará una colección de dichos disparatados para la historia. El vicepresidente Álvaro García Linera no se queda a la zaga del primer mandatario y acaba de ampliar su lista de “alvaradas” con recientes declaraciones vertidas en un encuentro de jóvenes del oficialismo.
Allí, el ex integrante del terrorista EGTK, alias “Qananchiri”, hizo una apología de la violencia y el vandalismo aplaudiendo revueltas como la que ha caotizado Inglaterra en los últimos días.
Además, incurrió en una probable incitación al delito al proponer un motín similar en los Estados Unidos, “en el corazón del imperialismo”.
García Linera también se declaró “enamorado” de la dirigente del Partido Comunista chileno, Camila Vallejo, una geógrafa que sin embargo sigue presidiendo una federación de estudiantes universitarios en el vecino país.
De yapa, el teórico del “punto de bifurcación” y las “estrategias envolventes” alentó a los jóvenes del MAS a ser “agresivos con los enemigos” pero humildes con su propio partido.
Una vez más, el vice mostró su fibra profundamente antidemocrática y su opción por la violencia “revolucionaria”, aquella que lo ha llevado a definirse como “el último jacobino”.
Por debajo de los barnices oratorios y las poses caviar, es evidente que estamos ante un político de claro talante estalinista.
Por supuesto, al mencionar las rebeliones que tienen lugar en diversas partes del mundo García Linera se cuidó de no mencionar las que se desarrollan en Siria (socio del ALBA), Libia o China, para no hablar de la ola de protestas sociales que está comenzando a levantarse aquí mismo, en Bolivia.
Protestas indígenas por el TIPNIS, de alteños por el postergamiento del Censo, de los potosinos por el olvido de sus demandas regionales y de campesinos contra la ministra Achacollo son parte del explosivo panorama nacional…
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