Al menos 8 temas distancian al Gobierno de Evo de los pueblos indígenas; hoy continúa frágil dialogo

Gobierno propone negociar vía por TIPNIS a partir de 6 opciones. En el inicio del conflicto, Evo y sus ministros apostaron a la ofensiva antes que al diálogo.

Ocho puntos que distancian al gobierno de los indígenas, están el respeto de consulta previa, los escaños indígenas, las autonomías, la conclusión y titulación de las “tierras ancestrales” de origen, aunque también el rechazo a los transgénicos, el cese de actividades hidrocarburíferas en el Parque Nacional Aguaragüe y la Ley de la Madre Tierra. Todos se suman al conflicto por el TIPNIS, que está como en el centro de la agenda pública.

La Razón – I. Paredes/ W. Chipana



GOBIERNO PROPONE SEIS OPCIONES PARA NEGOCIAR LA VÍA

Diálogo. La reunión entró en un cuarto intermedio hasta este domingo a las 08.00

El Gobierno planteó ayer a representantes de los indígenas marchistas negociar la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos sobre la base de seis alternativas que pasan por el TIPNIS.

image San Borja. Representantes indígenas de los marchistas y autoridades de Gobierno reunidos.

Este sábado, seis ministros y otros representantes gubernamentales se reunieron en el Politécnico de la Universidad Autónoma del Beni en San Borja con los delegados de los originarios, que marchan hacia La Paz en defensa del TIPNIS desde el 15 de agosto.

El encuentro estaba fijado para las 10.00, pero se inició a las 11.15. El diálogo versó sobre la construcción del segundo tramo vial y cerca de las 19.00 entró en un cuarto intermedio hasta hoy a las 08.00. Se tratarán los 16 puntos del pliego indígena.

Debido a que en la mañana la comisión gubernamental no tenía equipos para presentar sus alternativas para el tramo, la exposición se realizó en la tarde y estuvo a cargo del gerente de la regional Norte de la Administración Boliviana de Carreteras (ABC), Leonardo Ossio, quien usó una presentación en Power Point.

Alternativas. La primera opción pasa por el núcleo del TIPNIS, en la  segunda, tercera y quinta alternativas el camino estaría cerca del centro. La propuesta cuatro plantea que la vía bordee el parque por la izquierda y la sexta, por la derecha.

Luego de Ossio, la viceministra de Medio Ambiente, Cynthia Silva, explicó con una fotografía cómo sería el tramo II de la vía. Después, los indígenas se quedaron analizando las opciones a puertas cerradas. Pidieron a la prensa salir.

El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, catalogó la cita de “muy positiva”, ya que quedó claro que “el camino entre Cochabamba y Beni debe ir”. Cuando se le consultó si el Gobierno aceptará la decisión tomada por los indígenas, respondió: “Ellos analizarán y corresponde que nos presenten sus puntos de vista, no diría que vamos a restringirnos a escuchar una decisión de ellos”, pero se reafirmó en que la propuesta inicial de que el tramo pase por el centro del parque es la posición del Ejecutivo. Se quiere “escuchar los análisis técnicos, hay ONG y asesores con estudios sobre impactos, y estamos dispuestos a que los presenten”. La comisión de Gobierno está formada por los ministros Romero, Wálter Delgadillo (Obras Públicas); Teresa Morales (Desarrollo Productivo); Nilda Copa (Justicia); Mabel Monje (Agua y Medio Ambiente); José Gutiérrez (Hidrocarburos); y los viceministros Silva, Isabel Ortega (Justicia Originaria) y Édgar Valeriano (Tierras). Además de autoridades de la ABC, YPFB y ABT.

Impactará 0,03% al TIPNIS

El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, dijo que la opción a la que apuesta el Gobierno para construir el tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos tendría un impacto de 0,03 por ciento en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

De las seis alternativas que fueron expuestas este sábado, el Ejecutivo prefiere la que plantea que la carretera pase por el centro del TIPNIS. Romero dice que ésta es la que menos perjuicio tendría para el área.

“La propuesta que cruza el Isiboro Sécure, de acuerdo al Viceministerio de Medio Ambiente, tiene un impacto directo de 0,03 por ciento con relación a la floresta, entonces más que el tema de los lugares, hay que ver el tema de impactos”.

Romero habló con los periodistas luego de que se declaró un cuarto intermedio en el diálogo entre la comisión gubernamental y los indígenas. El encuentro se realiza en el Politécnico de la Universidad Autónoma del Beni José Ballivián.

“Lo que ha presentado el ministro Delgadillo es que la propuesta que tiene menos impacto es esta propuesta, que necesariamente tiene que cruzar por el territorio del Isiboro Sécure”, agregó.

En ese sentido, resaltó que hay otras alternativas que si bien no pasan por el centro del parque, traen mayores perjuicios. Por ejemplo, la opción de construir bordeando el TIPNIS “tiene un impacto mayor porque afecta los cauces de ríos y aguas que circundan  el Isiboro Sécure”.

Demandas

1.- Rechazo a que el tramo II de la carretera se construya por el TIPNIS.   

2.- La paralización de las actividades hidrocarburíferas en  el parque Aguaragüe.

3.- El Gobierno debe garantizar que territorios indígenas sean respetados en la nueva legislación agraria.   

4.- Reconocimiento al derecho de recibir retribución por compensación de la mitigación de gases (Fondo Verde).

5.- Desarrollo normativo       y el derecho a la consulta.   

6.- Desarrollo productivo, la descentralización a las regiones del oriente, Chaco y Amazonía con asignación de recursos económicos.

7.- Participar en elaboración de Ley de Bosques.

8.- Incorporación de las propuestas indígenas de tierras bajas a la Ley de Áreas Protegidas.

9.- Recursos para implementar la “autonomía indígena”.   

10.- Desembolsar recursos para construcción de la Universidad Indígena Boliviana.

11.- Incorporar a los pueblos indígenas como beneficiarios del Seguro Universal de Salud.

12.- Realizar el Censo de Población y Vivienda a la brevedad posible.

13.- Implementar planes de vivienda para los originarios.

14.- Implementar políticas de manejo, protección y conservación para resolver el problema de contaminación del río Pilcomayo.

15.- Cumplimiento del acuerdo de mayo del 2010 con la APG.   

16.- Garantizar el derecho pleno del acceso y uso de la información y la comunicación a los pueblos indígenas.

Sectores de Cochabamba se movilizan por la carretera

Organizaciones sociales de Cochabamba se movilizaron ayer en apoyo a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos con el argumento de que el proyecto generará desarrollo e integración para ese departamento y el Beni.

El gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, dijo que la carretera es vital para el desarrollo de la región, por lo que pidió a los indígenas que marchan desde el 15 de agosto hacia La Paz dialogar con el Gobierno.

“Todas las movilizaciones que se realicen a lo largo de este tiempo respaldando el camino van a ser muy importantes”, dijo.

El representante de la Coordinadora de los Movimientos Sociales, Feliciano Vegamonte, explicó que la marcha de ayer refleja la conciencia de las organizaciones que apoyan la construcción de la carretera que, aseguró, permitirá integrar Cochabamba y Beni.

“Nuestros hermanos indígenas, quienes viven en el territorio del TIPNIS también están aquí presentes para decir su pronunciamiento de apoyo a la construcción de la carretera. Hay también ciudadanos de a pie”, concluyó.

Los indígenas marcharon más de 120 kilómetros

Los indígenas afiliados a la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) iniciaron la marcha el lunes 15 de agosto desde la plaza principal de Trinidad (Beni) en rechazo a que la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviese el TIPNIS. Ahora se encuentran en San Borja, tras haber recorrido más de 120  kilómetros.

La carretera tiene respaldo financiero del Brasil

La carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos consta de tres tramos y tiene una longitud de 306 kilómetros. Su construcción demandará una inversión de $us 415 millones, de los cuales     $us 332 millones provienen de un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil. El Órgano Ejecutivo informó que cada kilómetro costaría $us 1,3  millones.

El Gobierno envió en cinco oportunidades a ministros

Desde que se inició la marcha, el Gobierno envió, sin éxito, cinco comisiones ministeriales para buscar el diálogo con los indígenas. Este sábado, representantes gubernamentales sí consiguieron entablar conversaciones. El Ejecutivo ha denunciado que los  marchistas son financiados por organizaciones y que algunos dirigentes han tenido contacto con la Embajada de EEUU.

La CIDOB denunció la situación en un foro en Brasil

La Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) denunció internacionalmente el plan del Gobierno de construir la carretera en el TIPNIS. El principal dirigente de la entidad, Adolfo Chávez, informó que una comisión viajó a Brasil en agosto al encuentro de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, en el que informó de la situación.

Al menos ocho temas distancian al Gobierno de los pueblos indígenas

El Ejecutivo sostiene que no existe ningún alejamiento y más bien critica a la dirigencia.

Demandas. Indígenas exigen atención. Gobierno dice que sus demandas están ya en la Constitución

imageLos marchistas por el TIPNIS quieren llegar a La Paz. AFP

Página Siete / La Paz

Lo que antes era un idilio ahora está en entredicho. Al menos ocho temas marcan el alejamiento que está experimentado el Gobierno respecto a su base social indígena, sobre todo la del oriente.

No es algo menor: lo indígena cruzó de manera transversal las acciones y el discurso del Gobierno, pero alcanzó un máximo en la aprobación de la nueva Constitución.

Entre los ocho puntos, pero que no son los únicos, están el respeto de consulta previa, los escaños indígenas, las autonomías, la conclusión y titulación de las “tierras ancestrales” de origen, aunque también el rechazo a los transgénicos, el cese de actividades hidrocarburíferas en el Parque Nacional Aguaragüe y la Ley de la Madre Tierra. Todos se suman al conflicto por el TIPNIS, que está como en el centro de la agenda pública.

El abogado Marco Mendoza considera que el fondo del asunto sobrepasa lo anecdótico y que más bien en la resolución de este problema “se juega” la esencia con la que nació este proceso: la “agenda indígena”.

Desde el oficialismo, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, rechaza que hubiera un alejamiento, debido a que esas demandas están “plasmadas” en la Constitución.

Los casos

La Confederación de Indígenas del Oriente de Bolivia (CIDOB) exige el “respeto” a la consulta previa y la “participación” de los indígenas en todos los proyectos y megaproyectos hidrocarburíferos, mineros, carreteros o hidroeléctricos que puedan afectarles. El Gobierno indicó en varias oportunidades que no se trata de un veto.

En el caso de representación indígena en la Asamblea Legislativa, demandaron 18 circunscripciones, pero sólo lograron conseguir siete. Según la Ley de Régimen Electoral, los resultados del Censo 2011 ayudarán a determinar la cantidad que les corresponde. Sin embargo, el censo no se realizará este año, sino que está planificado para 2012.

La modificación de la Ley de Autonomías -en cuanto a los requisitos de acceso, además del pedido de la asignación de recursos para la Gestión Territorial Indígena- es una de las demandas principales que el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) determinó en su voto resolutivo el 17 de agosto.

La conclusión y titulación “de todos los territorios ancestrales” ha sido otra reivindicación, tanto en oriente como en occidente. El presidente Evo Morales propuso el 21 de agosto debatir la vigencia de las Tierras Comunitarias de Origen, luego de que se conocieran hechos de tráfico de tierras y explotación ilegal de madera.

El 27 de julio pasado, la Cumbre de Defensa de la Pachamama sin Transgénicos, en la que participaron varias organizaciones como el Conamaq, exigió -entre otras cosas- la derogación de un artículo de la Constitución y dos de la Ley de Revolución Productiva porque, según ellos, permitirían el uso de tecnología transgénica en la producción agrícola en sectores rurales. Navarro asegura que en ningún momento se dio luz verde a los transgénicos.

La Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) exige la paralización de las actividades hidrocarburíferas en el Parque Nacional Aguaragüe, debido a que no están orientadas al aprovechamiento “sustentable”. El Gobierno dice que eso es innegociable, porque afectaría a la renta petrolera estatal con la que se pagan los denominados “bonos sociales” -Juancito Pinto, Juana Azurduy, etc.-, con los cuales el Gobierno afirma que redistribuye los recursos provenientes de la exportación de gas.

Tanto Conamaq, CIDOB como APG demandan la “pronta” promulgación de la Ley de la Madre Tierra. El oficialismo asegura que el más interesado en ese tema es precisamente Morales. Sin embargo, aún falta que se haga realidad.

El TIPNIS es el tema clave o el eje articulador de estas demandas. La mayoría está inserta en el pliego de 16 puntos de los indígenas. El Gobierno y los marchistas mantienen posiciones diametralmente opuestas y cercanas a la constante ruptura.

Evo y sus ministros apostaron a la ofensiva antes que al diálogo

Una recapitulación de las acciones del Gobierno en el caso TIPNIS.

Página Siete / La Paz

“A veces me da miedo decir que el movimiento indígena es la reserva moral de la humanidad”. Con estas palabras se refirió el presidente Evo Morales el pasado jueves a los indígenas que marchan por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), al hacer referencia a algunos puntos de su pliego que consideró sin posibilidad de tratamiento en las conversaciones.

Y es que desde que se inició el conflicto, el presidente Morales y sus colaboradores pasaron a la ofensiva al descalificar la marcha y acusar a sus principales dirigentes, además de cuestionar el carácter reivindicativo de la movilización indígena.

El Mandatario denunció el 21 de agosto que los dirigentes Rafael Quispe, el diputado Pedro Nuni y Roxana Marupa Tórrez, esposa de Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), tenían contactos con la embajada de Estados Unidos.

Dos días después, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, acusó a los dirigentes indígenas de tráfico de tierras y explotación ilegal de madera.

Un día después, el 24 de agosto, Juan Ramón Quintana, director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas, denunció que la marcha formaba parte “de una estrategia” digitada por EEUU para desestabilizar al Gobierno y entregar las reservas naturales a las transnacionales, con la ayuda de los dirigentes de la CIDOB y del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq).

El 28 de agosto, medios gubernamentales denunciaron que el diputado Nuni abandonó la marcha para ir a beber a su domicilio; en ese afán, los reporteros del canal estatal invadieron la casa del asambleísta. Sin embargo, después se supo que Nuni contaba con el permiso de la movilización para asistir al cumpleaños de sus hijas gemelas.

El Gobierno no logró justificar la intromisión en la vida privada de Nuni.

Dentro de todo este panorama, el presidente Morales calificó a la marcha como “turística” y dijo que “desprestigia” a ese método de lucha, por contar con movilidades y carpas. Aseguró que cuenta con apoyo incluso de Naciones Unidas y cuestionó que los marchistas recorran hasta 50 kilómetros por día, lo que -dijo- era imposible.

El 30 de julio, Morales afirmó que la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos se construirá “quieran o no” quienes se oponen. Y el pasado jueves dijo que “no hay otra alternativa” que cruzar el TIPNIS.