Tipnis, ecología y ethos indígena (*)

Ovidio Roca

La demanda de los indígenas amazónicos pidiendo respeto a su territorio y al Parque Nacional Isiboro – Sécure, y la despectiva e intolerante respuesta del Gobierno, hecha por el suelo el rimbombante y demagógico discurso sobre el respeto a la madre tierra y los derechos de los pueblos originarios.

Finalmente se destapan los intereses que hay detrás de esta carretera que corta el TIPNIS y los de otros proyectos que afectan al ecosistema y a la forma de vida tradicional de las comunidades indígenas de la amazonía boliviana. Intereses de empresas constructoras y mineras; intereses de grupos cocaleros que quieren tomar las tierras y ampliar sus áreas territoriales de influencia, e intereses geopolíticos y de dominación de la cúpula gobernante.



Todo en este proyecto carretero que corta el TIPNIS es un misterio, no se conoce el diseño final que permitió su financiamiento y se niega extrañamente que lo tenga, cuando todos sabemos que ninguna institución financia algo que no ha cumplido con todas las especificaciones; en este caso diseño final, derecho de vía, consulta indígena, estudios económicos de flujo de carga, estudios de impacto ambiental y cumplimento de regulaciones nacionales e internacionales sobre el medio ambiente y algo que se destaca: falta de transparencia en su adjudicación, acusada de sobreprecio. O es que se esta aplicando el método patentado por el Presidente de las seis federaciones “le meto nomás y que después arreglen los abogados”.

Como todo cambia para que nada cambie, excepto nuevos privilegiados encumbrados en el poder; el proyecto del TIPNIS mantiene invariable la actitud centralista del gobierno, esta vez con acento aymara y socialista.

Cambió la cúpula gobernante, se incluyeron algunos indígenas y se mantiene y refuerza la visión geopolítica andina sobre la llanura: la de una reserva nacional de tierras ociosas, listas para ser colonizada, ocupada y explotada con sistemas agropecuarios que no consideran su vocación ni aptitud. Lo nuevo es la expresión ideológica indígena de un espacio vacío que debe ser civilizado sembrando coca.

Vale la pena resaltar el uso por parte de los estrategas del Socialismo Siglo XXI, de las motivaciones sicológicas y económicas de los grupos indígenas andinos, buscando exclusivamente consolidar su estrategia de poder, y por otra parte la percepción y motivaciones de los indígenas amazónicos en defensa de su hábitat y formas de vida.

Sabemos que el espíritu de un pueblo se nutre y forma del conjunto de caracteres comunes impuestos por el medio y la herencia cultural. Este espíritu es permanente y estable y no pude modificarse sino mediante lentas acumulaciones hereditarias. Decía Heidegger “El ethos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos”.

Esta lucha de los pueblos indígenas Mojeños, Yuracares y Chimanes por defender la integridad del TIPNIS, evidencia el choque de dos visiones indígenas en relación al bosque y el ecosistema: La visión desde la llanura y la visión andina.

Los indígenas amazónicos desde siempre han vivido en convivencia armoniosa con la naturaleza, con los bosques y los ríos. Son cazadores, pescadores, recolectores de frutos, de miel, mantienen pequeños sembradíos especialmente de raíces como la yuca. Fiel a este su espíritu y tradición ellos demandan el respeto por su territorio y su forma de vida y ahora también reivindican justamente los frutos del Mecanismo REDD+ Indígena, de manera de poder financiar la conservación y el mantenimiento de este valioso ecosistema.

Por su parte los indígenas aymaras y quechuas miran al TIPNIS como un área de expansión natural del Chapare, destinada a su colonización y no tienen ningún interés en mantener el bosque, que para ellos es lo “salvaje”.

Es importante destacar que los migrantes andinos que llegan al oriente se enfrentan a un ecosistema extraño y hostil de montes y selvas y lo enfrentan como es natural desde sus propia alma ancestral, desde las estructuras guías de su memoria colectiva y su conciencia étnica.

Para la cultura quechua el monte es un espacio no civilizado “hachha” y los indígenas orientales son: salvajes “hachha runa”. (Los colonos utilizan: para el monte “chumi” y para los indígenas orientales “ch’unchu”).

Desde el lado aymara, se hace la diferenciación entre un monte “civilizado” que es el monte de la coca “mallqui coca coca” que tiene una función ritual y un bosque no civilizado, que es el monte sin coca “purum coca coca”.(*)

Esta visión ancestral de los pueblos aymara y quechua impulsa irremediablemente el accionar colectivo de los andinos para convertir al monte en algo “civilizado”, tumbándolo y arrasándolo para luego realizar actividades agropecuarias o convirtiéndolo en un monte de coca.

Esta actitud es ahora reforzada por el interés mercantilista de la producción cocalera, materia prima de la cocaína; un cultivo que permite grandes ganancias con poco esfuerzo.

De esta manera se complementan las visiones tradicionales andinas, con los proyectos geopolíticos de dominación del territorio oriental de los intelectuales comunistas, los intereses de las empresas constructoras y los de los funcionarios gubernamentales beneficiados con los diezmos y primicias de este ecocidio.

El avance colonizador sobre el TIPNIS, facilitado por la carretera, significa la destrucción de los bosques y el ecosistema, el avasallamiento de la cultura de los pueblos amazónicos y su paulatina expulsión, en beneficio del proyecto cocalero y del Socialismo Siglo XXI.

(*) El Estudio de Caso, realizado por Burkhard Schwarz, en la zona del Parque Nacional Amboró sirve de base para las consideraciones relativas a la cultura andina.

En el mismo estudio, Schwarz señala que “la eliminación del colchón protector que antes estaba vigente – por la presencia de indígenas orientales en las márgenes del espacio del PNA- y que de una u otra manera, hubiese podido frenar el proceso de penetración y expansión de la colonización andina hacia dentro del PNA, se ha eliminado casi completamente y ello se traduce en una mayor presión sobre el mismo”.