Se sabe: el amor que las une se impone a todo, en cualquier momento y circunstancia. Madre e hija, amigas, compañeras, cómplices y hasta vecinas, se adoran y se respetan, aun en las diferencias.
Susana es extrovertida, charlatana y todo lo que hace, dice, siente o piensa llega a las tapas de las revistas. Mientras que Mercedes es reservada, callada y por eso prefiere el bajo perfil para ella y los suyos.
Comparten sentimientos, belleza, el mismo sentido del humor, la pasión por la ropa de diseño, el afán por recorrer las grandes ciudades del mundo, y muchísimos secretos… Pero también aprendieron a darse espacio: cada una sabe hacerse a un lado para no invadir a la otra.
Es que crecieron juntas (Susana se casó con Mario Sarrabayrouse a los 17 años y Mecha nació cuando Su tenía 18) e hicieron frente a la vida de la mano, sin un hombre que las contuviera y las respaldara. Lo que generó un vínculo indisoluble que quedó retratado a la perfección en esta producción inédita e irrepetible, dado que a Mercedes no es amante de los reflectores ni de la alta exposición. Todas las tomas –que se hicieron para la edición de octubre de la revista Susana en la casa de la diva en Barrio Parque– son mérito de Machado Cicala Morassut, y ponen de relieve cómo ambas disfrutaron con la producción.
Un encuentro íntimo y cómplice, en el que también evocaron el recuerdo de Lucy (mamá de Susana y abuela de Mecha), la única persona que formó parte de esta cofradía femenina y un amor inolvidable para las dos. Y quien le enseñó a Mercedes a valorar mucho el rol de abuela.
Susana forjó su destino de estrella lejos de todas las convenciones, sólo con el apoyo de su madre y de Mercedes, quien desde pequeña es su cable a tierra y su admiradora más incondicional.
Convocadas por la exitosa revista de la diva, compartieron una espectacular producción de fotos que pronto será histórica. Mercedes, su única heredera, evita desde muy chica “las luces del espectáculo”: no concedió [ni concederá, asegura] entrevistas y elige el bajo perfil. Un encuentro memorable y difícil de repetir.
“Las fotos fueron un regalo adelantado de mi hija. Nunca se deja fotografiar, no le gusta… Nos adoramos, nos reímos mucho, nos contamos todo. Nuestra relación es sublime”, contó Susana, y Mecha coincidió: “Me sentí muy cómoda, me gustó hacer las fotos. Creo que las imágenes lo transmiten… Amo a mamá, la admiro profundamente y sólo por eso acepté estas imagenes”
Por su parte, Susana remarcó el respeto mutuo que se profesan: “Respeto a mi hija en todas y cada una de sus decisiones. Desde muy chica siempre tuvo claro que a ella no le interesaba el mundo del espectáculo. Pero me acompaña en todo, y eso es muy importante para mí.»
Además, la diva no temió hablar del buen momento por el que está pasando: “Estoy muy bien en todos los aspectos. En lo sentimental, no quiero estar con nadie, no estoy dispuesta», sentenció.
Fuente: www.hola.com.ar