Isaac Sandoval: “Bolívar no fue el primer presidente de Bolivia”

Sandoval

Veinte mil libros nos reciben en las espaldas del abogado e historiador  cruceño de 74 años, Isaac Sandoval, en su estudio de la calle Cochabamba, al frente de las Torres Cainco, y una trayectoria como fundador de las facultades de Ciencias Políticas de la UMSA de La Paz y UAGRM de Santa Cruz. Por eso cuando afirma que el Libertador Simón Bolívar no fue presidente de Bolivia, es para parar las orejas porque contradice a todos los historiadores que han hecho esa afirmación en estos 186 de vida del país.

Sencillo y de hablar pausado,  a Sandoval le llegamos de sorpresa enterados de su sexto libro: "El desarrollo político en la formación social de Bolivia", y ya en la entrevista nos contó sobre la constatación que en ningún acta oficial figura la posesión de Simón Bolívar como primer presidente de Bolivia y que tampoco descubrió ningún decreto firmado como Primer Mandatario, y  por si fuera poco afirma que por ser en el encargado del gobierno del Alto Perú, Bolívar no asumió esas altas funciones en Bolivia.



Interesante y novedoso. Así fue cómo por un momento nos olvidamos de los ocho proyectos políticos truncados para hablar sobre uno de nuestros próceres. Y empezamos a hablar en su escritorio de madera llena de condecoraciones y de fotos antiguas, incluyendo una con el expresidente cubano Fidel Castro.
RM. ¿En qué se basa para afirmar que Simón Bolívar no fue el primer presidente de Bolivia?
R. "Bueno, yo cuando investigaba los ocho proyectos políticos que han existido en Bolivia, por cierto todos truncados, empecé con el proyecto de los libertadores. Ahí estudié el nacimiento de Bolivia, y desde luego a Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Fue entonces que revisé dos libros clave: “El libro Mayor y el Libro Menor de la Asamblea de Representantes del Alto Perú (un equivalente a la Cámara de Diputados) y constaté que Simón Bolívar no aparece en ninguna página".
RM. ¿Y de dónde sacan la historia que fue el primer Presidente de Bolivia?
R. "La verdad que no sé en qué se fundamentan. Sucre entra al territorio que hoy es Bolivia con el ejército vencedor de la Batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1924)  porque  estuvo dirigiéndola y una vez que gana,  Bolívar se posesiona de dictador en el Perú y le ordena a Sucre que avance a esta parte (del Bajo Perú)  pero no le da instrucciones de ninguna clase más que termine con el dominio colonial a la cabeza de Olañeta que cae en abril luego que sus oficiales se le sublevaran. Entonces en julio Bolívar le manda a Sucre desde Arequipa un decreto en su condición de libertador de la gran Colombia y encargado del gobierno del Perú para que se haga cargo de administrar lo político administrativo de esta región que quedó sin nombre porque estaba asentada en la región de la Real Audiencia de Charcas que se disputaban los virreinatos de Buenos Aires y Perú.
RM. ¿Quiere decir que Bolívar nunca vino a posesionarse a Bolivia?
R. "Sucre llega convocado a la Asamblea de Representantes del Alto Perú el 10 de julio de 1825  y se reunió con 39 diputados, entrega su informe y se lo aprueban porque ya había administrado este territorio y había nombrado autoridades, creado una Corte Judicial y administrado la economía. Bolívar estaba en La Paz hasta donde viaja una comisión a pedirle que asuma la presidencia de una nueva república que se llamará Bolivia en su homenaje. Fue entonces que el Libertador respondió que no podía “hacerse cargo de un Estado inexistente, además tengo la presidencia provisoria del Perú y ni el Congreso ni yo, reconocemos el nacimiento de este nuevo estado y mucho menos puedo ser presidente”, les respondió según consta en un acta-informe de la época.
RM. ¿Eso no le quita honores a Bolivia a estas alturas?
R. "No, solamente como boliviano quiero que la historia de Bolivia sea bien enseñada, no le estamos quitando nada a Bolívar. Bolívar comandó el Ejército desde Nueva Granada (hoy Colombia)  hasta acá,  estuvo 4 meses en Bolivia pero nunca firmó ningún decreto como presidente de Bolivia, es más, estando Bolívar el que administró todo fue Sucre porque así lo reconocieron los de la Asamblea de Diputados. Ese es el telón de apertura de este libro y si alguien tiene documentos para contradecirlo que lo contradigan pero que se clarifiquen las cosas, yo por suerte tengo los documentos para demostrar lo que sostengo".

RM. Ahora háblenos de los otros siete proyectos políticos…

R. "Lo triste es que todos han fracasado incluyendo este de Evo Morales que se ha peleado con los indígenas (ver  cuadros de los ocho proyectos)".
RM. ¿Por qué no podemos salir adelante?
R. "Porque no podemos superar las contradicciones como nación Estado que tenemos: la primera que el 80% de la gente económicamente activa está al margen del salario, la segunda, que teniendo regiones bien marcadas nacimos como país centralizado, y la tercera, es la discriminación indígena.

Alista sus memorias y …lunares

"Ya tengo Tengo mis memorias,  listas, pero la vida se prolonga y uno no la tiene contada ni adivinada ", dice Sandoval quien  alista una novela sobre los ‘7 lunares de la sociedad cruceña’

SANDOVAL:
‘Cuando subió Evo Morales me dijeron que era brujo…’

El escritor  cuenta que cuando subió al poder el presidente Evo Morales sus alumnos de la Umsa y la Gabriel René Moreno le dijeron que era brujo porque se trataba de un gobierno que trataba de solucionar una de las contradicciones: la marginación de los indígenas.

‘Ha pasado el tiempo y ahora me pregunto qué pasa con las otras dos contradicciones porque en el tema de la autonomía nos la dieron pero nos la quitaron y en el tema de la marginación de la gente igual sigue. Es lamentable que los bolivianos sigan  saliendo a otros países en busca de trabajo porque está distanciada de un Estado que solo la convoca para votar pero que ni aporta ni el Estado le soluciona sus problemas.

"Creo que si yo fuera un bellaco le pondría de título a mi libro: "Bolivia existe porque Dios es grande”, pero eso sería negativo con las nuevas generaciones, lo que tenemos que hacer es reflexionar", dice mientras juega con una de sus nietitas.

Fuente: El Día