Conferencia de comunistas cubanos baja expectativas

raul-pcc Luego de vivir reformas económicas y de un Congreso comunista a mitad de 2011 que avaló los cambios del presidente Raúl Castro, Cuba se prepara ahora para una Conferencia interna de la organización partidaria anunciada con bombos y platillos pero que parece haber bajado su perfil.

"Las expectativas fueron altas porque la Conferencia fue percibida como acto de continuidad con relación al VI Congreso, un espacio para completar con reformas políticas complementarias el ajuste económico propuesto", comentó a la AP el académico cubano que se desempeña en la Universidad de Denver, Arturo López-Levy.

Sin embargo, ya en noviembre con las labores preparatorias "se hizo evidente que esa visión era infundadamente optimista", dijo.



Aunque no hay todavía detalles oficiales el encuentro del Partido Comunista de Cuba (PCC) está previsto para el 28 de enero y contará con más de 800 delegados.

La idea de que algo grande se avecinaba fue alimentada por el propio mandatario, quien en el Congreso de abril insistió en la necesidad de aprobar en la Conferencia la limitación para los mandatos presidenciales y no temió abordar temas antes tabú como el interés de contar con un mayor número de mujeres y negros en la dirección del país, entre otros.

Sin embargo, hace dos semanas atrás el propio mandatario en breves comentarios aseguró que no había que hacerse "grandes ilusiones con la Conferencia", insistiendo en que era "una cuestión interna del Partido".

Un documento de base para el debate, de unas ocho páginas en tamaño tabloide y con una introducción de cuatro capítulos, comenzó a circular en octubre de 2011. El escrito enfatiza en el carácter de "Partido único de la nación cubana" y pone sobre la mesa muchos elementos organizativos.

Entre algunos temas sensibles serán tratados la limitación del mandato presidencial a dos períodos de cinco años y tal vez comenzarán a conocerse los nombres de quienes sucedan a los líderes históricos.

Raúl Castro mismo tiene 80 años de edad, el vicepresidente José Ramón Machado Ventura, 81, ambos son desde el Congreso de abril el Primer y Segundo secretario de la organización comunista respectivamente; el tercer hombre en el poder, el comandante Ramiro Valdés cuenta con 79.

Aunque el Partido Comunista no es el gobierno –en tanto administración– la Constitución del país le otorga a la institución política el papel de dirigir a la sociedad y en ese sentido el rumbo que tome ese será muy importante para la isla.

Castro reconoció en el Congreso de abril que era "una verdadera vergüenza" la falta de jóvenes en la dirección del Partido y del gobierno.

"A pesar de que no dejamos de hacer varios intentos para promover jóvenes a cargos principales, la vida demostró que no siempre las selecciones fueron acertadas. Hoy afrontamos las consecuencias de no contar con una reserva de sustitutos", comentó Castro. "Cuestión que debemos solucionar paulatinamente, a lo largo del quinquenio, sin precipitaciones ni improvisaciones, pero empezar tan pronto como concluya el Congreso", propuso.

Los críticos del modelo isleño suelen recordar las estrepitosas caídas de algunos jóvenes cercanos colaboradores de Fidel y Raúl Castro a lo largo de estas décadas como los cancilleres Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque; el vicepresidente Carlos Lage o el jefe de despacho, Carlos Velenciaga.

"El PCC va a hacer un ajuste de vida interna para adaptarse a las nuevas situaciones pero no va a poner su modelo político a un debate abierto sobre reformas estructurales como sí hizo con su proyecto económico y social. Es la estrategia de menores riesgos a corto plazo pero puede complicar el futuro", indicó López-Levy.

Las medidas económicas anunciadas por Castro fueron sancionadas en las fechas previstas, entre ellas la flexibilización de la iniciativa privada, una nueva política de créditos, la apertura de un mercado legal de autos y viviendas o la entrega de tierra en usufructo a particulares.

Sin embargo, a lo largo de los meses posteriores hubo relativamente pocos cambios entre los ministros y funcionarios de los primeros niveles.

"Si nos atenemos… (el) documento base no creó que la Conferencia esté en condiciones de replantearse el papel del PCC de cara al presente y futuro de Cuba. Sin embargo, seguramente de la Conferencia saldrán líneas de acción para perfeccionar algunos aspectos del funcionamiento" de la organización, dijo por su parte Lenier González, vice-editor de la revista católica cubana Espacio Laical.

AP