Cumbre Evo-Johnny

En eso terminó la publicitada “Cumbre de partidos políticos” convocada por el primer mandatario. A medida que el encuentro perdía participantes, la reunión se fue convirtiendo en un mano a mano entre los representantes del populismo de ayer y de hoy, Johnny Fernández y Evo Morales, respectivamente.Éstos no escatimaron flores ni elogios mutuos, subrayando el jefe de UCS su “beneplácito” por la iniciativa presidencial, mientras que el gobernante destacó “la experiencia” del ex alcalde cruceño.Dada la buena sintonía entre ambos, ¿le habrá aconsejado Fernández al cocalero que “no robe mucho, pero saque algo”, como reza su frase histórica?“Tengo varias inversiones en Bolivia”, dijo el ex potentado cervecero, en una frase que podría denotar la intencionalidad profunda de su participación en el evento.Junto a ellos, completaban el escenario un anacrónico “Partido Comunista Marxista Leninista” (para que no quede duda de su filiación) y un no menos pintoresco “Partido Guevarista” (!), entre otras microformaciones políticas que se prestaron a la mascarada de diálogo en momentos en que la popularidad presidencial apenas llega al 35%.Las “propuestas” analizadas parecen seguir el mismo patrón que las lanzadas por las organizaciones sociales paramasistas en la Casa Campestre: una larga, enorme lista de lugares comunes, sin nada que se parezca remotamente a un eje estratégico para una agenda nacional de los próximos años. Agotado su proyecto ideológico por el derrumbe de las máscaras indigenistas y socialistas del régimen cocalero, el presidente parece haber optado por la necromancia política: la invocación y resurrección de cadáveres partidarios, para que al menos éstos le brinden algún aval a su alicaída administración… [email protected]