«La economía de la cocaína crece» en Bolivia

“Bolivia ya está en el círculo vicioso de la economía de la cocaína. Es uno de los tristes logros del Gobierno”, dice Carlos Jahnsen Gutiérre | Asesor del Banco Central de Vietnam.

imageExperto. Vive en Vietnam y desde allí ofreció a este diario un diagnóstico claro de la economía global y de la boliviana



Tuffí Aré Vázquez, El Deber

«La economía de la cocaína crece»

Carlos Jahnsen Gutiérre | Asesor del Banco Central de Vietnam.

-¿Cuánto pesa su opinión en la política monetaria de un país con una dinámica económica tan importante?

-Mis criterios son respetados y considerados en los niveles técnicos y en el nivel de  directores de departamentos, tengo acceso también a rangos superiores. Pero ningún asesor o experto extranjero en Vietnam podría jactarse de tener una influencia  decisiva a nivel de decisión política. 

-¿Cuál es la receta del éxito económico de Vietnam, que ha crecido en la última década a un promedio de 7%?

-Permítame dos respuestas. La primera es una irónica pero muy cierta: En Vietnam no gobierna ni Evo Morales, ni García Linera ni el viejo ni nuevo Gabinete del MAS. Ahora la respuesta  cierta y no irónica: Más que una receta  es un conjunto de medidas de reforma  muy pragmáticas basadas en  estabilidad política y políticas macroeconómicas acertadas, especialmente  a partir del 1993, orientadas a la estabilización de la economía y del sistema cambiario, la participación no acomplejada de Vietnam en el  mercado mundial, altas  inversiones extranjeras directas, exportaciones crecientes, son los factores preponderantes  para el éxito económico de Vietnam. La primera ley de inversiones se la dictó el año 1987. En los años 1990, 1992, 1996, 2003 y 2005 esta fue adaptada a las necesidades y condiciones actuales. Desde 1988 hasta 2005, antes de la entrada de Vietnam a la Organización Mundial del Comercio, se implementaron 7.279 proyectos de inversión con un monto total de capital registrado de 66.244.4 millones de dólares.

-¿Puede mencionar tres medidas que sacaron a ese país de la extrema pobreza de hace dos décadas?

El punto de partida en la lucha contra la pobreza en Vietnam estaba caracterizado por una equidad en nivel bajo en los ingresos y una equidad en lo que se  refiere al capital humano. Esta situación facilitó a una política de alto crecimiento económico tener un efecto mayor en la lucha contra la pobreza. La liberalización de precios en el sector agrícola y  el permitir la actividad de  pequeña y mediana empresa privada fueron importantes también para la lucha contra la pobreza. Vale llamar la atención que la creciente desigualdad en los ingresos en Vietnam traerá consigo a este país en un futuro próximo  mayores problemas para erradicar definitivamente  la pobreza. En otras palabras, el creciente bienestar junto a una mayor desigualdad de ingresos tiene el potencial de crear nueva pobreza en Vietnam.

– ¿Abrir la economía, motivar la libre competencia, ayudaron a crecer y erradicar la pobreza en un país comunista?

La liberalización de los mercados de productos agrícolas y permitir actividades privadas en el sector de la producción y de los servicios fue importante para iniciar la lucha contra la extrema pobreza reduciéndola del 54% de la población a alrededor de un 15%. La economía de Vietnam tiene un alto grado de apertura al comercio internacional. Esta  apertura  (la suma de exportaciones más las importaciones dividida por el PIB) equivale  el año 2011 a alrededor del 150%. Ambos factores junto a las fuertes inversiones son sin duda factores influyentes en el crecimiento económico y en la erradicación de la pobreza.

-¿Es viable el libre mercado en un país que se define comunista? –

No existe ninguna contradicción entre un sistema que se define comunista y la existencia de mercados. En los expaíses comunistas del bloque de Varsovia también existían mercados. La diferencia esencial entre un sistema de libre mercado  tipo capitalista occidental y un sistema comunista de mercado, tipo Unión Soviética, fue las distintas funciones del dinero apoyado en sistemas monetarios distintos y en la capacidad de los sistemas monetarios de las economías capitalistas de crear circuitos y sistemas de producción dentro del  marco de la esfera del valor a partir de las relaciones acreedores-deudores.

El momento en que Vietnam o China aceptan introducir las funciones del dinero capitalista en sus economías, el desarrollo de una economía de mercado de tipo capitalista es una consecuencia casi lógica de este proceso, así los Gobiernos se llamen comunistas. La definición comunista es una decisión netamente política pero que ya no es, ni  puede estar libre de la fuerte influencia de las leyes de una economía monetaria capitalista. 

-En el foro de Davos se ha dicho que el capitalismo ya no cabe en el mundo actual. ¿Qué opina?

En la prensa europea se critica que el foro de Davos es un foro de adulones, pero más allá de esto, es cierto que el sistema capitalista se encuentra en medio de una crisis profunda, cuyo desarrollo futuro  es incierto. Existe la consciencia creciente en las sociedades de los países desarrollados y en desarrollo,  en los círculos de política y en la profesión de economía que un sistema económico en el que únicamente las leyes del mercado sean las determinantes y que  estos son  libres de toda crisis, es un engaño. La definición del  foro de Davos que menciona en su pregunta, subraya más el aspecto de crisis que el de  la superación del capitalismo como sistema. Se la tiene que entender como  una llamada a la reflexión de que los mercados (especialmente los financieros)  sin regulación social no son democráticos así como el hecho que el no poder vivir  con un ingreso digno encierra un peligro sistémico. Es más, una sugerencia de reencauzar la credibilidad  en la economía y la política por medio de algo así como un “New Deal” del siglo XXI o por medio de  una economía social de mercado, como una mejor alternativa frente al capitalismo depredador.     

– El FMI ha revisado las metas de crecimiento de la economía mundial y alerta de una posible recesión como la de 1930. ¿Cuál es su pronóstico?

Las principales economías del mundo se mueven actualmente sobre una capa de hielo muy delgada, cargadas con una serie de incertidumbres para el futuro inmediato y mediato. Existe un peligro real de que entren en un proceso recesivo. La crisis del euro tiene un impacto negativo decisivo en esta tendencia. La recesión de 1929 duró aproximadamente 43 meses. En promedio, la duración de recesiones desde 1857 en EEUU fue de 17,4 meses. Este ya fue superado en 2009 por la actual crisis.

Las principales economías, como las de EEUU, Japón e Inglaterra, están en un proceso de ‘estagnación’ y muy débil crecimiento sin perspectivas de que la situación mejore pronto. La Organización de Cooperación Económica y Desarrollo espera para 2012 un crecimiento promedio del 1,5% de las economías más avanzadas. De acuerdo con la misma organización, la economía de EEUU crecerá el 2012 un 1,8% y en 2013 un 2,5%. Alemania, uno de los pocos países que pudo contener la crisis y que tuvo un crecimiento del 3% el 2011, muy probablemente tenga una ‘estagnación’ con un decrecimiento del 0,1% durante 2012. A pesar de la frágil situación económica, en comparación con 1929, además de un crecimiento débil, hay ahora una actitud distinta en la política para encarar la crisis.

– Europa y EEUU siguen sin recuperarse y China ya siente el impacto. ¿Cuánto puede arrastrar esa crisis a Asia y, sobre todo, a América Latina?

América Latina sentirá la crisis en la medida en que la demanda en los mercados de sus productos de exportación se reduzcan. Debido a esto, el crecimiento de su economía puede sufrir un enfriamiento, pero considero que, a excepción de Venezuela, no entrarán en un proceso recesivo parecido al de los europeos.  Los países emergentes de Asia, como China y la India, crecerán este año probablemente un 7%. En comparación con los años anteriores a 2008, en estos países se siente una desaceleración con repercusiones en la demanda de productos que importan. Debido a las necesidades de desarrollo que tienen, un crecimiento del 4% del PIB de estos países equivaldría a una recesión. En los siguientes dos años no veo probable que entren en un proceso recesivo.

– ¿Cuál es el riesgo para la economía global de una desaceleración de Asia, sobre todo de la economía de China?

– El riesgo de una desaceleración de China no es considerable para la economía global debido a dos factores: primero, la participación de China en la economía global es de un 8%. En comparación, la de EEUU tiene una participación del 20%. Hasta que China pueda ejercer ese papel pasarán unos 20 años. Esto nos indica que la capacidad de crecimiento de una economía y el potencial de la misma dentro de la mundial son dos cosas muy distintas. Segundo, el crecimiento en China es alimentado principalmente por las inversiones en la economía, incluyendo a las del Estado, más las exportaciones, y no el consumo. Con relación al PIB de China, este alcanza un 36%. El consumo en EEUU llega al 70% del PIB y el de Alemania es de alrededor del 60%. Cambiar sustancialmente esta estructura en China requiere tiempo.

– ¿Cuánto dependen las economías latinoamericanas de la de China y de las asiáticas?-

A pesar de la ‘chinadependencia’ de América Latina, que ya se expresa por medio de las inversiones chinas y las reacciones en las bolsas de valores latinoamericanas respecto de políticas económicas de ese país, no es igual en todas las naciones de América Latina y para todos los sectores de sus economías. Por ejemplo, la soya de Argentina depende de China pero no así el sector automotriz, que  lo hace de Brasil. La industria automotriz de México depende del consumo interno de Estados Unidos. Ecuador y Venezuela dependen mucho más de la economía china que Colombia. Lo preocupante en las crecientes relaciones comerciales entre América Latina y China es que se están reproduciendo patrones comerciales de hace 150 años. América Latina exporta materias primas y le compra a China productos industriales. Es como un renacimiento de las ‘venas abiertas’ de Latinoamérica en dirección a Asia. La respuesta solo puede ser una política más diversificada, más selectiva y también proteccionista frente a productos chinos.

– ¿Qué sugiere para blindar las economías sudamericanas ante la crisis global?-

‘Blindar’ economías es un término engañoso que crea falsas expectativas porque insinúa una invulnerabilidad que, dentro de un sistema  económico globalizado, no existe. La heterogeneidad de las estructuras que caracteriza a distintas economías en Sudamérica, por ejemplo la de Chile comparada con la de Bolivia, aconseja de por sí una precaución en la recomendación de recetas. Es imprescindible mantener una estabilidad económica que esté basada en un manejo muy prudente del gasto fiscal priorizando cambios estructurales y basados en una estabilidad monetaria financiera que priorice inversiones productivas y que se genere ingreso. Identificar a tiempo los desequilibrios macroeconómicos es imprescindible. Para ello es importante orientarse en el manejo de los saldos de la cuenta corriente.

– Bolivia tuvo un crecimiento promedio del 4% al 5% en los últimos años. Sus reservas internacionales pasan de los $us 12.000 millones, hay un aumento de las exportaciones y del PIB per capita. ¿Va por buen camino la economía?

– El crecimiento de la economía boliviana es el más bajo, comparado con el de nuestros vecinos sudamericanos. La evolución de las reservas en Bolivia es muy buena y alcanza alrededor del  60% del PIB, comparado con el volumen de reservas oficiales de varios países vecinos con relación al PIB (Perú, 31% del PIB/48 mil millones de dólares, Chile 18% del PIB/ casi 38 mil millones de dólares). Para el pequeño sistema financiero nacional estas reservas son significativas y le da tranquilidad y solvencia, siempre y cuando se mantenga una estabilidad monetaria acompañada constantemente con una tasa de inflación baja.

Desde el punto de vista del mantenimiento del status quo de la matriz productiva, Bolivia va por buen camino. Desde el punto de vista de una estrategia exitosa de desarrollo económico sostenible, en base a una matriz productiva diversificada y de creación de mayor valor agregado que vaya más allá del histórico extractivismo, Bolivia lamentablemente no muestra cambios sustanciales. En ese sentido, la gestión económica del Gobierno es un fracaso.

– ¿Son estos indicadores resultado de la coyuntura internacional o de una buena gestión gubernamental?

El aumento de las exportaciones y de las reservas internacionales está directamente ligado al aumento de los precios de las materias primas en el mercado mundial. Básicamente la estructura económica de Bolivia no ha cambiado desde los años setenta, cuando se inició la exportación de gas a Brasil. Por el contrario, se advierte un retroceso, ya que el sector de productos no tradicionales, que tuvo un incremento a fines del los años 90,  está en descenso. La ‘lluvia de dólares’ hacia Bolivia no es resultado de una buena gestión de Gobierno. La Ley 3058, de 05/2005, aprobada durante el gobierno de Carlos Mesa y que determinó un impuesto directo a los hidrocarburos, fue determinante en el impacto del incremento de los ingresos fiscales a partir de 2005 y esto en un 50% del incremento de ingresos después de la nacionalización de los hidrocarburos. A este aumento se tiene que añadir el efecto de la evolución de los precios internacionales, más el incremento de ingresos de dólares provenientes de la economía del narcotráfico, que estimulan también fuertemente el consumo interno.

Al iniciar la gestión de Evo Morales, Bolivia tenía una opción de profundizar el desarrollo del sector extractivo del gas junto a su potencial industrial, más el desarrollo dinámico del sector no tradicional de la economía. Seis años más tarde se tiene a un 70% o más extractivista, a inversiones extranjeras espantadas, a un sector agropecuario y un no tradicional en achicamiento, y a una potente economía de la cocaína en crecimiento. Bolivia ya está en el círculo vicioso de la economía de la cocaína. Es uno de los tristes logros del Gobierno.

– El Gobierno destaca la influencia del Estado en la economía. De participar un 18% ahora lo hace en un 30%. ¿Es eso positivo?

La participación del Estado en la economía es importante. Parece ser que el 18% de participación en la economía de Bolivia durante la época del neoliberalismo fue insuficiente para desarrollar exitosamente una economía de bienestar y seguridad social para todos. Un 30% como ahora se acerca al porcentaje de participación del Estado en la economía de Japón (36%) y de EEUU (39%), pero está muy por debajo de las economías europeas, como Suecia (51,9%), Francia (52,7%), Alemania (44,0%), Inglaterra (48,1%). Pero también este 30%  podría ser muy elevado, estorbando al desarrollo económico y social de Bolivia, si, por ejemplo, es clientelista y divisionista, corrupta, ineficiente en el uso de  los escasos recursos, cuando impide inversiones e innovaciones necesarias provenientes del sector privado, cuando  no  resguarda la seguridad jurídica.  La participación del Estado es positiva en la medida que asegura de forma sostenible la previsión de la existencia por medio de servicios básicos para la sociedad en su conjunto, genera demanda, regula mercados  y  fomenta inversiones productivas e innovaciones, con el fin de crear ingresos. Si se logra el desarrollo integral económico, social, ecológico y sostenible exitosos con una cuota estatal de 25%, 30% o el 40%, es decir del gasto estatal en relación con el PIB, entonces esta participación correspondería con la realidad social y económica de Bolivia, y es necesaria.

– Las exportaciones subieron por el gas, pero bajaron los volúmenes de las no tradicionales. ¿Es un mal síntoma?-

La dependencia de Bolivia respecto a las exportaciones de commodities como proporción del PIB ha aumentado. El Gobierno no ha sabido aprovechar la coyuntura favorable de los precios internacionales de materias primas para que en los últimos seis años se sienten las bases de otra estructura productiva. La economía de Bolivia es más extractiva que nunca. La caída de las exportaciones no tradicionales es un síntoma pésimo porque indica que Bolivia no deja de ser una economía de consumo en vez de ser de producción de bienes semi-industriales e industriales.

– ¿Qué importancia debe darle Bolivia a los mercados asiáticos?

– Asia es importante para fundamentar una estrategia de desarrollo que prevea una diversificación de mercados y de socios comerciales.

-Industrializar el litio es otra prioridad del Gobierno, ¿se lo puede conseguir?

La industrialización del litio se la podría conseguir pero con más realismo y seriedad, sin ideologizaciones que solo paralizan procesos de inversión. A Bolivia no le sirve de nada agarrarse de mitos de una posible riqueza insólita del litio, si esta riqueza solo es potencial, si se la realiza únicamente en la mente de los gobernantes y no se la materializa de una forma realista y efectiva para ser participante activo y tomando en cuenta las verdaderas características y las señales del mercado internacional de litio, que no se las puede ignorar. Creer entonces que Bolivia puede ejercer una dominación del mercado del litio sin considerar la característica de reciclaje así como los costos de explotación y de producción, es equivalente a vivir en una ilusión populista y psicodélica. La experiencia que el Gobierno del MAS ahora tiene con su política energética fracasada y con ‘los casi escombros’  del proyecto Mutún nos muestra con creces que ilusiones no son políticas e ilusiones no son la base material para superar la pobreza con la generación de ingreso.

-Es positiva o no la desdolarización de la economía y la bolivianización de los créditos?-

La desdolarización de la economía boliviana y la bolivianización de los créditos son positivos y necesarios. Una dolarización refleja la poca confianza de la población en la capacidad de mantenimiento de valor de la moneda nacional. Una dolarización tiene consecuencias micro y macroeconómicas negativas. Las implicaciones monetarias negativas emergen del hecho que una gran parte de la masa monetaria está en dólares, cuya oferta se la determina lejos de toda  influencia del Banco Central. Esto quiere decir que mientras más dolarizada está una economía mucho menos puede manejar e influenciar el Banco Central solo una parte de la masa monetaria. Para las operaciones domÉsticas en dólares no existe un prestador de última instancia, ya que por ejemplo el BCB no emite dólares americanos. A esto se suma que cada devaluación del boliviano desestabiliza al sector bancario. Para empresas orientadas hacia el mercado nacional que se endeudan en dólares y que no tienen ingresos de dólares, en sus balances aparecen partidas abiertas. Cualquier devaluación fuerte del boliviano frente al dólar tendría como efecto un fuerte incremento del riesgo de insolvencia.

-¿Qué importancia debe darle Bolivia a los mercados asiáticos?

Los mercados asiáticos son importantes para fundamentar una estrategia de desarrollo que prevea una diversificación de mercados y de socios comerciales. No solo por su tamaño sino también por su potencial económico y tecnológico pero también por su  riqueza cultural. Los mercados asiáticos son imprescindibles para el desarrollo de Bolivia.

-Cómo puede Bolivia aprovechar el mercado de Vietnam?

En general Bolivia debería  fortalecer sus relaciones diplomáticas con los países del  este y sudeste asiático y en especial, establecer una representación diplomática en Vietnam. Representantes del  sector empresarial boliviano deberían visitar estos países junto a Vietnam con el fin de informarse detalladamente y establecer relaciones directas con sus contrapartes asiáticas y vietnamitas.  Las relaciones ya existentes entre YPFB y PetroVietnam en la exploración de petróleo y gas pueden servir como un puente para ampliar paulatinamente  las relaciones comerciales hacia otros sectores como por ejemplo al de la soYa y sus productos derivados, otros  bienes agrícolas  y servicios en  el que el sector privado también debería jugar un papel importante. Para que este propósito culmine con éxito, se necesita una diplomacia moderna y altamente dinámica.

– ¿Cuál es la vía para industrializar los hidrocarburos?

Se sabe que el Gobierno de Bolivia no puede proveer el suficiente gas para que Jindal comience a producir y transformar la materia prima de Mutún. Cualquier proceso de industrialización requiere una visión, una estrategia viable, fuertes inversiones nacionales y extranjeras que sean sostenibles en el tiempo para garantizar la oferta  de suficiente gas para su uso y transformación industrial. Se necesita también de capacidad de aprendizaje de exitosas experiencias, como las de Statoil de Noruega. Se necesita tecnología de punta y también aquella adaptada a la necesidad nacional, y se requiere obviamente gerentes administradores idóneos. Ninguno de estos aspectos necesarios veo en YPFB y si los hay, me imagino que deben estar ocultitos.

-El gobierno boliviano atribuye la dinámica de su economía al estímulo de su consumo interno. Debe ser ese el camino?

-El pensamiento económico del Gobierno actual de Bolivia es profundamente estructuralista en la tradición del estructuralismo de los años cuarenta del siglo pasado. Es estatista, en muchos casos retrógrada y no socialista. Este estructuralismo subrayaba entre otros, que el desarrollo económico tiene que nacer  de la demanda interna.

Hablando en términos generales este camino no es  negativo siempre y cuando se logre crear un círculo virtuoso. Lo que el Gobierno actual no  lo reconoce ni lo logra. Para un desarrollo basado en la demanda interna y en el estímulo del consumo interno se requiere necesariamente  de salarios crecientes y de una distribución mejorada y  equitativa del ingreso.  Cuando hablamos de ingresos y de salarios necesariamente tenemos que hablar de una economía formal de producción.

Producción, creación de ingreso, salarios  crecientes y una distribución equitativa del ingreso debería crear un círculo virtuoso de crecimiento en el que los salarios crecientes fomentan  la creación de mercados y el desarrollo de mercados promueven la generación de ingreso y el incremento de salarios. En Bolivia se tiene un círculo vicioso de informalidad, salarios decrecientes, y producción restringida o limitada a  actividades extractivas. El valor agregado de la producción se lleva los países de los que importamos productos industriales. 

El estímulo de la demanda basada  solo en el  Estado cuyos ingresos además provienen del sector de las materias primas que no se pueden influenciar, definitivamente no puede llevar en el largo plazo a un tipo de desarrollo exitoso y sostenible. Tampoco un estímulo de la demanda, proveniente de los ingresos de la economía del narcotráfico es  deseable y  sostenible. No es deseable porque esta actividad es una lacra para la sociedad  y convierte al Estado en su reo, introduciendo estructuras mafiosas permanentes. No es sostenible, porque la destrucción del medio ambiente con la plantación de cocales y el uso de sustancias químicas para la producción de cocaína tiene límites naturales, así se invadan todos los parques nacionales.  

La posición del Gobierno también refleja la discusión posterior al fracaso del Consenso de Washington, en la que la demanda interna y la creación de mercados internos es la base para un nuevo paradigma de desarrollo. En este caso la demanda interna refleja la creación de mercados.

«Es legítimo usar las reservas»

– Se anunció la inversión de $us 1.000 millones del BCB en el potenciamiento de las empresas estatales. ¿Qué opina?

– Es legítimo que el Gobierno piense en usar parte de las reservas del Banco Central de forma más productiva. Es algo que también se discute desde hace años en Asia, debido a las reservas que disponen la mayoría de sus países. Es también muy legítimo que se tema que  esos 1.000 millones del BCB pueden caer en saco roto. Así como las empresas estatales son manejadas hasta la fecha, es altamente probable que los costos para la economía de Bolivia sean mayores que los beneficios. Si se decide destinar parte de estas reservas de forma más productiva que manteniéndola en bonos de EEUU, se las tienen que utilizar de forma transparente y sin riesgo de una expansión monetaria, que tendría efectos negativos tanto sobre la tasa de inflación como sobre la tasa de cambios presionando una sobrevaluación que tal vez no se la quiera y deba tener. Desde un punto de vista de estabilidad monetaria no tiene sentido para el Gobierno financiar un gasto de moneda nacional en vez de financiar importaciones necesarias para YPFB, por ejemplo, por medio de estas reservas. Proyectos de infraestructura tienen generalmente un alto grado de demanda local. En este caso, si con parte de las reservas se los financian, el Gobierno tiene que comprar moneda nacional usando las reservas que él mismo se prestó del Banco Central. Esta operación no tiene un impacto directo sobre la base monetaria, ya que gasta la moneda nacional adquirida por él mismo. Pero esta operación ejerce una fuerte presión de apreciación sobre la tasa de cambios nominal, con la respectiva necesidad de esterilización. Si el Gobierno quiere hacer gastos para infraestructura, sería mucho más simple y más transparente por medio de las operaciones fiscales ortodoxas emitiendo bonos.