No se olviden de Urresti

christian Un 11 de enero como hoy, pero de 2007, el joven Christian Urresti caía asesinado en Cochabamba, un día antes de cumplir 18 años.

Las circunstancias de su muerte fueron brutales: “apaleado, le partieron la mandíbula y la cabeza con un machete y lo colgaron de un árbol en la calle Mayor Rocha, esquina Baptista” (Los Tiempos).

Christian había asistido ese día a una marcha junto a sus padres, en la que se pedía el desalojo de las tropas de choque cocaleras que copaban la ciudad.



Según cuenta su tío, Ramiro Soria, la familia Urresti ya se retiraba cuando una turba se apareció, agrediendo a los transeúntes que encontraban a su paso. El padre de Christian recibió una pedrada en la cabeza y luego fue cercado por los cocaleros, que comenzaron a apalearlo en el piso.

Un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba su hijo, acudió en su ayuda. Acto seguido el padre fue trasladado a la clínica San Vicente, pero al mismo tiempo, trágicamente, Christian Urresti era retenido por los milicianos del Chapare, que procedieron a darle muerte de la manera citada.

Cinco años han pasado sin que ese homicidio haya sido esclarecido, a pesar de que incluso existen (o existieron) grabaciones de video que mostraban el hecho.

Este crimen impune se convierte en una nueva demostración de la falta de independencia de la justicia bajo el régimen cocalero.

Junto a la responsabilidad directa que cabe a los autores del asesinato, deben señalarse también las correspondientes al gobierno de Evo Morales.

Como se vio en su momento, las tropas de choque fueron ampliamente asistidas desde el Estado, con alimentos del programa de defensa civil desviados por los entonces senadores del MAS, Leonilda Zurita y Omar Fernández (hoy transmutado en crítico del evismo).

El primer intento de golpe regional, impulsado desde el gobierno central contra la prefectura de Cochabamba en aquel “enero negro”, culminó en derramamiento de sangre.

No se olviden de Urresti, mártir de la democracia…

[email protected]