Fuerza que mató a Bin Laden podrá actuar en Latinoamérica

Seguridad. Inquietud en la región por la nueva iniciativa de EEUU.

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Élite. Las tropas especiales ejecutan misiones distintas de las de una guerra convencional. Foto: AFP



La Razón, Agencias / Washington

El jefe del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos (USSOCOM, en inglés), la tropa que rastreó y mató a Osama bin Laden en Pakistán, lograría mayor libertad de desplazamiento para las fuerzas especiales (SOF, en inglés).

Las fuerzas especiales (SOF) están en camino de lograr, según un informe de la BBC, mayor agilidad, rapidez y flexibilidad para expandir sus operativos a regiones como América Latina y otras de Asia y África, hasta ahora donde sus actividades habían sido limitadas, y debían pasar por vías de aprobación que exige el Pentágono.

Este nuevo panorama abierto de las actuaciones de las fuerzas especiales encaja perfectamente con la nueva doctrina de Defensa de Estados Unidos. Que involucra también un programa económico y de financiación de las Fuerzas Armadas. En síntesis, la administración de Barack Obama busca reducir el número de tropas en el terreno a cambio de pequeñas unidades con la capacidad de operar en una amplia gama de ambientes y de realizar actividades tácticas con resultados estratégicos.

Con el retiro de tropas de Irak y la continua reducción y eventual salida de Afganistán, las SOF han cobrado especial preponderancia, aumentando su presencia y actividad en todo el mundo.

El Comando de Operaciones Especiales se creó en los años 80 tras el fallido intento de rescatar a los rehenes estadounidenses retenidos en la embajada de ese país en Irán. Tenían una tarea muy específica en cuanto a la protección de ciudadanos estadounidenses, sobre todo los que tienen vínculos con el Gobierno.

En América Latina, normalmente, se ocupan de misiones de inteligencia de alta tecnología, sin reclutar recursos humanos, pero sí brindando entrenamiento y haciendo ejercicios conjuntos. En Perú, por ejemplo, aconsejaron a las Fuerzas Armadas en el rescate de rehenes internacionales tras la toma de la Embajada del Japón por el grupo armado Túpac Amaru. En Colombia asesoran operativos específicos en la lucha contra las rebeldes FARC.

TERRORISMO. En un mundo post 11-S ha habido un cambio de estrategia nacional de seguridad que ve el terrorismo como la amenaza principal de Estados Unidos. Las actividades de USSOCOM tienen que regirse por un protocolo que incluye una relación muy estrecha con el comandante de las fuerzas regionales, el Comando Sur, en el caso de América Latina.

Hasta ahora, estas tropas de élite debían coordinar sus operativos con el embajador estadounidense del país en cuestión. Esto es lo que podría cambiar a partir de ahora, precisamente, con la solicitud del jefe del Comando de Operaciones Especiales.

“Las fuerzas de operación especial que están en condiciones de combatir elementos terroristas tienen un nuevo papel, mucho más energético dentro del esquema de defensa nacional”, dijo a la BBC Mundo Stephen Donehoo, especialista en Seguridad Nacional del grupo McLarty Associates de Washington. Eso quiere decir que, además de realizar misiones de inteligencia y reconocimiento, también tienen la capacidad operacional de “combate cinético”, básicamente localizar, capturar y matar al enemigo.

El cambio de pasar de la retaguardia a una participación más activa en “acciones de guerra”, sin supervisión, preocupa a muchos analistas. Hasta ahora, añadía Donehoo, “existía una burocracia y un cronograma de coordinación que no era particularmente ágil”. Esto al menos, en la teoría de cómo las fuerzas especiales de EEUU deben obtener la autorización para actuar en cada uno de los escenarios.

Críticas a la nueva doctrina

Hemisferio

Hay analistas que sospechan. El accionar en  América Latina podría dañar las relaciones con los vecinos en  el hemisferio.

Legalidad

Las fuerzas podrían elegir blancos enemigos a EEUU, pero cuya acción es legal  en sus países.