Homenaje a don Alfonso Canelas Tardío, a tres años de su muerte

CANELAS Tres años han transcurrido desde la desaparición del invalorable amigo Alfonso Canelas, periodista de fuste digno sucesor de don Demetrio Canelas fundador de La Patria de Oruro y luego de Los Tiempos de Cochabamba, de don Carlos Canelas que logró con gran laboriosidad y templanza la reapertura de Los Tiempos que fuera cerrado luego de un asalto y saqueo a cargo de milicianos del MNR. Alfonso fue el tercero de los Canelas en asumir la dirección del principal diario cochabambino y fundó La Prensa de La Paz, que dirigió por algunos años hasta su resentida salud le impuso retornar a un clima más benigno y retomar de a poco la Dirección General. Su nombre es sinónimo de periodismo honesto, abierto, claro en sus propósitos y postulados. Me correspondió compartir las aulas de la Universidad Católica que abrió sus puertas por primera vez a un selecto grupo de comunicadores de la ciudad de Cochabamba en 1966, en lo que fue el Primer Curso de Comunicación Social que encontrándose en el ejercicio de la profesión, no tuvieron antes la oportunidad de recibir formación académica por carencia de una carrera adecuada.

En la histórica fotografía Alfonso y su esposa Andreíta Scott, comparten una tertulia con el entonces Presidente Constitucional de la República de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada y nuestro editor Mauricio Aira, en los salones del Club Social en una recepción con motivo de las fiestas del 14 de septiembre de 1991.

"No temo a la sana crítica que recibo todos los días de Los Tiempos" expresó entonces Goni, más le temo a los que callan y se reservan su pensamiento fríamente. Nuestro editor terció que la gestión gubernamental debería ser más abierta "sin secretos para la prensa" como ocurre en Escandinavia. Allí "la autocensura impide cualquier exceso" y constituye una barrera que protege antes que socavar a la función pública.



Al honrar la memoria de Alfonso Canelas, ponemos de manifiesto sus grandes virtudes de amor a la Patria, de integridad profesional, de enorme camaradería que marcaron nuestra íntima relación con el matutino de su dirección, actitud que se mantiene por encima de todas las circunstancias y a través de más de 40 años de continuada colaboración. ¡Honor y paz en su tumba para Alfonso!

Blog ¡Oh Cochabamba querida!