Fallas insólitas en la fuga del narcosicario brasileño; queda mal parada la policía boliviana

En Cochabamba destituyeron al gobernador de El Abra. Dos uniformados, un asistente de abogado y la esposa del prófugo serán imputados por favorecimiento a la evasión e incumplimiento de deberes.

Revelan fallas insólitas en la fuga del sicario

Bochorno. Marco A. Magalhaes salió de la cárcel de El Abra sin permiso del gobernador. Su concubina compró los pasajes y escapó cuando comía pollo

image Desconcierto. Tras la burla a la institución policial, ayer se ordenó un aparatoso despliegue de búsqueda por barrios de Montero y otros sitios, sin resultados



Berthy Vaca y Guider Arancibia, El Deber 

La culpa por la fuga del sicario brasileño Marco André Magalhaes Oliveira (30), del comando M-16, hasta ahora recae sobre los dos policías escoltas del reo y un abogado, que están siendo procesados por la negligencia. Sin embargo, siendo evidente que otros actores fallaron en la cadena de responsabilidades aún no han rodado cabezas de las autoridades competentes.

La coronel Lily Cortez Ávalos, comandante de la Policía de Santa Cruz, informó de manera errónea sobre lo sucedido y luego se limitó a culpar a los medios de prensa por supuestamente magnificar los hechos y no coadyuvar con el trabajo de la institución verde olivo.

Edwin Foronda, subcomandante de la Policía nacional, echó la culpa de la evasión a la dirección de Régimen Penitenciario de Cochabamba, indicando que amerita una sanción a los responsables porque se debió montar un operativo entre los comandos cochabambino y cruceño para custodiar al reo.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, general Miguel Vásquez, declaró que hubo “un descuido y negligencia”, porque no se tomaron las previsiones para custodiar a un delincuente peligroso. “Pediré que se investigue, porque no se puede jugar con el prestigio institucional por falta de conocimiento en el procedimiento. ¿Por qué no se tomaron las medidas de seguridad?”, cuestionó Vásquez, y prometió sanciones ejemplares para los responsables.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, señaló que los dos agentes que custodiaban al brasileño negaron haber comido pollo invitado por el recluso. Su versión afirma que el vehículo en el que lo llevaban fue interceptado por otro en el que iban personas armadas.

Empero, EL DEBER tuvo acceso a las declaraciones de los implicados que revelan que Magalhaes y sus custodios salieron de El Abra sin la autorización del gobernador del penal, que ese momento estaba ausente, y lo hicieron con la venia del funcionario más antiguo del recinto.

Otra irregularidad. Al tomar el avión, con pasajes pagados por el reo, los policías se vieron obligados a guardar sus armas de reglamento en la valija del asistente del abogado del brasileño, pues normas internacionales prohíben llevar armas de forma visible en los vuelos comerciales.

De ese modo, los viajeros llegaron a El Trompillo, de donde los escoltas y el brasileño salieron y se dirigieron al restaurante Kiki (situado a un par de cuadras) a comer pollo a pedido de los agentes, según la esposa del sicario. Entretanto, el asistente se quedó en el aeropuerto esperando que le entregaran su equipaje en el que estaban las armas policiales.

Esta revelación echa por tierra la versión de que los policías fueron interceptados por un vehículo y desarmados por los rescatadores de Magalhaes, que se lo llevaron en un motorizado blanco con rumbo desconocido, dejando inexplicablemente en el restaurante a la esposa del procesado, Nilmara Martins Santos (29), que se encuentra embarazada.

Magalhaes debía presentarse el jueves, a las 16:00, en el piso 7 del Palacio de Justicia de Santa Cruz para asistir a una audiencia en la que se iba a discutir la cesación de su detención por el asesinato de Riquelme Soria Parada (46) y su esposa, Roxana Áñez Aguilera (42), acribillados a tiros el 25 de enero de 2011 en el cuarto anillo y la av. Virgen de Cotoca.

Luego de la evasión, grupos de Inteligencia de la Policía local dieron la alerta a escala nacional y se movilizaron por la ciudad capital y por Warnes y Montero, donde incursionaron en una docena de inmuebles, pero no obtuvieron resultados positivos, excepto la captura de tres ciudadanos brasileños en la localidad de Valle Sánchez, hallados, al parecer, con motocicletas robadas.

Los mencionados extranjeros están en la Policía en calidad de arrestados para investigar si tienen nexos con el recluso brasileño convertido en el sujeto más buscado por la justicia boliviana, pues además de los asesinatos de la pareja Soria-Áñez se lo sindica de los crímenes del argentino Daniel Antonio Petruzzello, acribillado a tiros el 3 de febrero de 2011, y de Hiroshi Agustín Nakashima, baleado en 2008 en Cobija, Pando.

El brasileño es considerado altamente peligroso, pues él mismo, luego de su captura en junio del año pasado, admitió ser miembro del comando M -16 en Brasil, involucrado en tráfico de droga y asaltos.

El fiscal Adán Arteaga informó de que se recurrió a Interpol para indagar si Magalhaes salió del país.

Mientras tanto, el representante del Ministerio Público, tras una maratónica sesión de declaraciones, dispuso ayer la aprehensión del teniente Wálter Patzi Rojas, del cabo Rogelio Alcócer Rodríguez, del asistente del abogado del reo, Eddy Ticona Saca, y de la esposa del brasileño, Nilmara Martins Santos, que hoy serán presentados ante un juez por el delito de favorecimiento a la evasión y posible asociación delictuosa.

REACCIONES

– Abogado. Andrés Ritter, abogado del reo prófugo, afirmó que los responsables directos son los agentes de la Policía de Santa Cruz y Cochabamba.

– Masista. El senador Isaac Ávalos cuestionó a los jefes de la Policía de Cochabamba y Santa Cruz por dejar escapar a Magalhaes. “Eso de ir a comer es una mamada. Debe haber algún policía comprometido”, dijo.

– Repercusión. La noticia de la fuga de Magalhaes está dando la vuelta al mundo. 

– Look. Los policías que buscan al brasileño no descartan que este se hubiera rapado la cabeza y cambiado de look para despistar a los uniformados.    

– Inaudito. Un reo del penal de San Pedro  (Oruro) salió el jueves acompañado de su custodio policial a una consulta médica y hasta la fecha no volvieron a la cárcel./red Erbol.

Miembro del grupo M-16, asaltante y vendedor de armas

Marco André Magalhaes Oliveira

Marco André Magalhaes Oliveira nació el 22 de septiembre de 1981 en Manaus, estado de Brasil. Mestizo, con una estatura de 1,65 metros y contextura robusta (80 kilos de peso). Tiene esposa e hijo.

En su declaración preliminar en la Policía, luego de su captura el 20 de julio de 2011, Magalhaes dijo que ingresó a Bolivia en febrero de 2010. Admitió ser miembro del comando M-16 en Brasil, una facción delictiva dedicada al robo, al tráfico de drogas, al ‘sicariato’ y al comercio de armas supuestamente en Bolivia y Brasil. Añadió que cayó preso un par de veces en su país por asaltos. En 2001 pasó tres meses en la cárcel y tras su salida se dedicó a la compra y venta de vehículos.

En un interrogatorio policial grabado, el brasileño declaró que tuvo problemas de negocios con Roxana Áñez. “Me debía $us 70.000 de siete kilos de cocaína. Ese día (del crimen) fui en una moto verde con blanco y cargué 28 balas a una ametralladora. Les disparé, a las 14:30, y me fui a mi casa en la moto manejada por Paulo Santos (brasileño). Posteriormente, en su audiencia cautelar, ‘La Bicha’ se declaró un amante de las armas halladas en su casa, pero negó el doble crimen manifestando que no conocía a la pareja asesinada y que se culpó obligado por la situación.Marco André Magalhaes Oliveira nació el 22 de septiembre de 1981 en Manaus, estado de Brasil. Mestizo, con una estatura de 1,65 metros y contextura robusta (80 kilos de peso). Tiene esposa e hijo.

En su declaración preliminar en la Policía, luego de su captura el 20 de julio de 2011, Magalhaes dijo que ingresó a Bolivia en febrero de 2010. Admitió ser miembro del comando M-16 en Brasil, una facción delictiva dedicada al robo, al tráfico de drogas, al ‘sicariato’ y al comercio de armas supuestamente en Bolivia y Brasil. Añadió que cayó preso un par de veces en su país por asaltos. En 2001 pasó tres meses en la cárcel y tras su salida se dedicó a la compra y venta de vehículos.

En un interrogatorio policial grabado, el brasileño declaró que tuvo problemas de negocios con Roxana Áñez. “Me debía $us 70.000 de siete kilos de cocaína. Ese día (del crimen) fui en una moto verde con blanco y cargué 28 balas a una ametralladora. Les disparé, a las 14:30, y me fui a mi casa en la moto manejada por Paulo Santos (brasileño). Posteriormente, en su audiencia cautelar, ‘La Bicha’ se declaró un amante de las armas halladas en su casa, pero negó el doble crimen manifestando que no conocía a la pareja asesinada y que se culpó obligado por la situación.

El M-16

– Grupo. No hay datos concretos sobre la existencia actual del comando M-16 en Brasil. Sin embargo, Marco André Magalhaes admitió haber sido integrante de dicho grupo dedicado supuestamente al tráfico de drogas, asaltos y comercialización de armas. Es más, en su espalda tiene tatuado ‘Comando A. M 16.

– Más conocido. El Comando Vermelho es otro grupo que se formó en las cárceles de Brasil en la década de los 70.

   Reveladoras declaraciones   

Wálter Patzi Rojas / Teniente, custodio de Cbba.

En el momento el gobernador no se encontraba. Se intentó llamarlo cuatro veces y no contestó. Como yo me encontraba como oficial más antiguo tomé la decisión de viajar junto con el cabo Róger Alcócer. Se tomó las medidas de seguridad y se enmanilló al detenido. El cabo  hizo el cacheo trasladándolo al aeropuerto en el vehículo de uno de los policías de la cárcel, ya que el vehículo del Régimen Penitenciario no tenía combustible. Me encontraba uniformado con mi arma y munición, pero al abordar el avión el de seguridad del aeropuerto dijo que no podíamos viajar con armas, se hizo declaración en ventanilla para que sean trasladadas como equipaje. Al llegar a El Trompillo se tomó contacto con la policía Viviana Choquehuanca Quispe, de Inteligencia. No sabíamos que estaba esperando, pero ella se acercó para pedirnos los datos y le facilitamos todos los datos y el motivo del traslado.

Rogelio Alcócer Rodríguez  / Cabo de Cbba.

La señora (esposa de Magalhaes) hizo parar el taxi, nos fuimos, en la rotonda dobló y llegamos a la venta de pollos. Todos bajamos y entramos. Nos sentamos en una mesa, la señora se acercó a la caja y en ese momento el teniente me ordenó que sacara las manillas al detenido. El asistente del abogado llegó con la mochila y nos devolvió nuestras armas. Cuando estábamos comiendo de forma sorpresiva  dos sujetos con armas de fuego 9mm nos apuntaron por la espalda, desde unos tres metros. “¡Alto policía, todos al suelo!,” gritaron. Yo me fui a la pared del baño, desenfundé mi arma y cargué. Salí para detenerlo, pero la mujer del reo gritó: “oficial, no dispare” y se interpuso. No he favorecido a la fuga del brasileño, traté de detenerlo, pero la esposa me lo impidió. El teniente hacía llamadas constantes en Cochabamba y Santa Cruz. Dijo que no dijera nada de lo que fuimos a comer.

Nilmara Martins Santos / Concubina de Magalhaes

Hace un año que Marco A. Magalhaes es mi concubino. Sus familiares me mandaban giros de Brasil de $us 500 a 600 al mes. Cada mes iba a visitarlo a la cárcel de El Abra. Este último mes fui por mi embarazo. Conozco de vista a los policías  porque trabajan en el penal, no tengo relación de amistad con ellos. Mi concubino me llamó a las 9:40 para comprar los pasajes de ida y vuelta, después me volvió a llamar  preguntándome sobre los pasajes. En El Trompillo tardamos 20 minutos porque estaban esperando que entregaran sus armas a los oficiales y mi persona estaba comprando boletos de vuelta. De ahí salimos a la Madre India a comer pollo. La sugerencia de comer pollo fue de los policías, yo cedí. Mientras comían llegaron dos sujetos armados, nos apuntaron para que nos quedáramos callados, a uno de los oficiales le quitaron su arma y huyeron.

Fuga de brasileño deja mal parada a la policía nacional

En Cochabamba destituyeron al gobernador de El Abra.

Procesados. Dos uniformados, un asistente de abogado y la esposa del prófugo serán imputados por favorecimiento a la evasión e incumplimiento de deberes.

image Ref. Fotografia: Operativos. Distintas unidades policiales rastrillaron ayer el norte integrado donde el brasileño se habría cobijado.

El Día

La fuga del sicario brasileño Marco André Magalhaes Oliveira, que burló a sus escoltas planificando su fuga durante una cita judicial en Santa Cruz para exigir su libertad, está rodeada de controversias, irregularidades y negligencias. Así lo hicieron conocer autoridades policiales y penitenciarias. El extranjero fue rescatado por dos súbditos de su país que aprovecharon que la esposa del prófugo, Nilmara Martin do Santos, convenció a los escoltas de su esposo, el subteniente Wálter Patzi Rojas, el cabo Rogelio Alcócer Rodríguez y el asistente de abogado, Eddy Ticona, de comer pollo en el restaurante Kiky del segundo anillo y Madre India, el jueves pasado a las 14.45.

Desconocían de su traslado. El director de la fuerza anticrimen de Santa cruz, coronel Antonio Ovando, declaró ayer durante operativos desarrollados en el norte integrado desconocer que llegaba a la ciudad el reo, miembro del Comando Vermelho M-16 de Brasil.

A este desconocimiento se sumó la crítica en tono molesto del director de Régimen Penitenciario de Cochabamba, Dennis Mejía, que dijo que ni siquiera se había enterado de la salida del recluso de El Abra. “Tiene razón el coronel Ovando, yo debía coordinar la seguridad, pero el oficial de diligencias nunca me notificó. Llevó una carta al gobernador de El Abra y nada más. Otra cosa llamativa es que esa carta no es una orden judicial instruida como establece la ley, sino una simple carta firmada por el juez Tercero en lo Penal, Fernando Orellana Medina, que ni siquiera decía que se me notifique y que llegó el 29 de febrero a la Gobernación”,  sostuvo Mejía. Magalhaes fue notificado el jueves en la mañana y a las 15.00 estaba volando hacia Santa Cruz, sin que el director de Régimen Penitenciario se haya enterado siquiera.

La negligencia en el traslado del sicario brasileño le costó ayer el cargo al gobernador de la cárcel de El Abra, mayor Jorge Zeballos, que fue cambiado a raíz de este hecho, pues dio curso a una simple carta sin verificar nada ni coordinar con su superior. André Magalhaes debía asistir en Santa Cruz a una audiencia de cesación de su detención, pero sabía que ya había sido formalmente acusado por asesinar a una pareja de esposos el pasado 25 de enero de 2011 y que aprovecharían para someterlo a una audiencia conclusiva.

Anuncian sanciones. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, lamentó que la falta de coordinación entre los comandos departamentales de la policía de Cochabamba y Santa Cruz, haya permitido la fuga del sicario brasileño Marco André Magalhaes. Por ello, promete drásticas sanciones en contra de los dos policías custodios. En tanto, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Miguel Vásquez, calificó de un "descuido" y "negligencia policial" a las acciones que dieron lugar a la fuga de Magalhaes y dijo que se juega con el prestigio institucional de la Policía por falta de conocimiento en los procedimientos. "No sabemos por qué no se tomaron las previsiones, por qué no se coordinó, ni solicitó la ayuda del 110 o un vehículo para trasladar a este elemento peligroso. Yo voy a pedir que se investigue", afirmó Vásquez. Las cuatro personas serán llevadas hoy ante un juez por favorecer la fuga.

Declaraciones

‘Él me ordenó que le saque las manillas’

"El subteniente Wálter Patzi Flores me preguntó si quería viajar a Santa Cruz a escoltar a un interno del penal de la cárcel de El Abra. Le dije que sí y me indicó que iba comer mejor en Santa Cruz. Cuando abordamos el avión en el aeropuerto nos indicaron que las armas debían ir en el equipaje por lo que pusimos las armas en la mochila del abogado del detenido.

A horas 14.45 llegamos al aeropuerto El Trompillo, bajamos con el detenido (Marco André Magalhaes Oliveira), el asistente del abogado se fue a recoger las armas de las oficinas del TAM. Salimos del aeropuerto y tomamos un taxi. La esposa del detenido y el subteniente se subió al lado derecho, yo al izquierdo y el detenido al medio, enmanillado. Yo le digo al subteniente dónde están los chisguetes, me refería a las armas de fuego y él me dijo que no pasa nada. La señora dijo: ¿podemos ir a comer pollo? y el oficial no dijo nada, la señora paró el taxi se bajó y todos bajamos. El subteniente me ordenó que le saque las manillas al detenido y en eso el asistente del abogado llegó con las armas y nos las entregó. Cuando estábamos comiendo, dos hombres con arma de fuego calibre 9 mm nos apuntaron por la espalda y nos indicaron todos al suelo. Me esquivé a la pared del baño y desenfundé mi arma y salí a detenerlos, pero la mujer del reo me gritó que no dispare y se interpuso. El subteniente se encontraba afuera y me dijo que le habían quitado su arma. Quiero hacer notar que hacía llamadas constantemente y recibía llamadas de la misma forma en Cochabamba y en Santa Cruz. El subteniente Wálter Patzi me dijo que no diga nada e indique que estábamos parados en la rotonda esperando taxi. También dijo que diga que las armas nos fue entregada en el interior del aeropuerto no así en el restaurante donde estábamos comiendo". (Declaración del cabo Rogelio Alcócer).