Reapareció Chávez, pero no alejó las dudas

chavez-enfermo “Estoy recuperándome aceleradamente”. Hugo Chávez reapareció 36 horas después de su tercera operación quirúrgica para intentar reconducir una guerra comunicacional que los suyos iban perdiendo. Lo hizo primero con un tweet en su cuenta: “Aquí voy, levantando vuelo como el cóndor. Les mando todo mi amor supremo”.

Y continuó en conversación telefónica retransmitida por Venezolana de Televisión: “Desde ayer [por anteayer] ando caminando, estoy con una dieta muy buena y haciendo caminatas. Estamos en la batalla y más pronto que tarde estaré con ustedes personalmente”.

Con su irrupción mediática, el líder revolucionario pretende mitigar el vértigo que causan los avances informativos extraoficiales, que hasta el momento dieron casi siempre en el centro del blanco.



Estas noticias actúan como un torpedo en la línea de flotación del chavismo. Y no es para menos: “Los médicos llevaron al paciente a la Unidad de Cuidados Intensivos, tratando de encontrar la causa del sangrado [se había detectado una hemorragia de origen desconocido]. Ya entrada la madrugada dieron con la causa: un drenaje de la sangre que se había movido y no permitía salir líquido. Solucionado el caso, el paciente volvió a su habitación”, reseñó el ya famoso periodista Nelson Bocaranda, que se apoyó también en los partes brindados por el ex director ejecutivo del diario brasileño O Globo Merval Pereira.

El gobierno venezolano sabe que el 7 de octubre próximo, en las elecciones presidenciales, se juega el futuro de la revolución, y la salud de Chávez es el principal factor electoral. Eso explica las continuas apariciones televisivas del vicepresidente Elías Jaua en las últimas 72 horas.

El funcionario dijo: “Vamos a esperar los resultados [biopsia], pero sea lo que sea vamos a vencer. Chávez tiene la fortaleza física y el amor de un pueblo para vencer cualquier dificultad”.

Frente a las declaraciones políticas, el dúo de periodistas develó que los tejidos extirpados para la biopsia viajaron a Brasil. Una vez que se obtengan los resultados, serán también enviados a un hospital de Boston.

Los boquetes en el búnker informativo construido en La Habana, que jamás fue traspasado durante la enfermedad de Fidel Castro, suscitaron de nuevo la ira de Andrés Izarra, ministro de Comunicación venezolano y cabeza pensante de la cadena Telesur: “A Merval le dan real [dinero]; a Bocaranda, parranda”, atacó en su Twitter.

Izarra protagonizó la semana pesada un monumental tropiezo al refutar los problemas de salud de Chávez horas antes de que el líder bolivariano anunciara al país que volvía a La Habana para ser operado.

Henry Rangel, ministro de Defensa, también se sumó al debate y acusó a la oposición de entorpecer la recuperación al insistir en la entrega de informes médicos. “Empiezan a reclamar su presencia, de manera que se interrumpa el tratamiento, cosa que nosotros no vamos a permitir”, dijo.

Tanto Chávez como sus correligionarios se empeñaron en desmentir que Venezuela sufra “vacío de poder”, como denuncia la oposición. “Ayer estaba viendo muy alegre la instalación de oleoductos en el Orinoco”, aseguró Chávez, que también firmó una inversión de 300 millones de dólares para una empresa de aluminio. “Está en plenas funciones de su mandato. Me dio como 300.000 instrucciones”, aireó Jaua.

Ni los voceros oficiales ni las fuentes periodísticas se han atrevido a determinar cuánto tiempo permanecerá en Cuba. En las últimas horas fuentes extraoficiales destacaron el diagnóstico del médico venezolano Rafael Marquina, residente en Estados Unidos, que sostiene que Chávez sufre un “leiomiosarcoma muy poco común de las células musculares”.

Como la política es así de caprichosa, también desde la oposición se intentó recuperar la iniciativa, perdida tras el éxito de las primarias. Henrique Capriles retomó su campaña “casa por casa” en Monagas, estado víctima de un derrame petrolero, “el mayor de la historia en agua dulce”, acusó el gobernador.

“No me siento aludido por los descalificativos de Chávez”, repitió Capriles, pese a las voces que se levantan reclamando más dureza. “Mi campaña será de propuestas y de paz”, insistió.

Cada uno suma las fuerzas que puede a la batalla electoral más apasionante de la historia de Venezuela. Incluso el poder del hip-hop. “Comandante, no se te permite abandonar el barco”, rapea la cantante Rodbexa. “Oda a la vida”, que se escucha con insistencia en los medios públicos, es su regalo a Chávez: “Hoy más que nunca estamos contigo, con Dios por delante que siempre te ha bendecido”.

La Nación – Buenos Aires