El aliado genocida del ALBA

bashar_al_assad_chavez_27_6_2010 Su nombre es Bashar Al-Assad y es dictador de Siria, gobierno que heredó de su padre, el también autócrata Hafez Al-Assad. Sólo en los últimos meses, su régimen acabó con la vida de al menos 8.000 personas. Aunque su país está en Medio Oriente, Al-Assad integra la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y es considerado una “víctima de la conspiración imperialista” por Hugo Chávez.

En cambio, para los organismos internacionales de derechos humanos el despotismo de Al-Assad es responsable de genocidio, aspecto que no parece importarle mucho a Chávez ni a los demás aliados del ALBA, entre los que se cuenta el gobierno de Evo Morales.

El régimen sirio está basado en el sistema de partido único (el Partido Baath Árabe Socialista) y es uno de los exponentes del denominado socialismo árabe, en el que también militaron los extintos dictadores de Libia, Muammar Gaddafi, y de Irak, Saddam Hussein.



Esta corriente es considerada una de las matrices ideológicas o “inspiraciones” para el socialismo del siglo XXI, esparcido en América Latina con financiamiento de petrodólares chavistas.

Tras el comienzo de la última revuelta anti-dictatorial en Siria, los cancilleres del ALBA (incluyendo al de Bolivia) dieron su respaldo a la tiranía de Damasco.

Hoy en día, Al-Assad mantiene los ataques de sus tanques de guerra contra la población civil y se rumorea que ya ha utilizado armas químicas, ignorando las demandas de alto al fuego provenientes de Naciones Unidas, la Liga Árabe y la Unión Europea.

Claro que el régimen sirio no es el único despotismo dentro del ALBA que carga con miles de muertes, ya que también debe tenerse en cuenta el caso de Cuba.

Para los restantes gobiernos de la alianza, la compañía de la dictadura Siria es una mancha sintomática: dime con quién andas y te diré quién eres…

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