Monopolio del aire

BOAEROSUR El Estado Evista avanza en su proyecto económico, basado en la hegemonía del sector público. Al punto de que parece estar a un paso de consolidar el monopolio estatal del transporte aéreo, luego de la destrucción de la mayor empresa privada del rubro.

En efecto, Aerosur estaría, a juzgar por los informes de prensa, al borde de la quiebra, pero sucede que ese estado financiero habría sido alcanzado con la “ayuda” del gobierno.

La estrategia gubernamental tuvo dos puntas: por una parte, judicializar a la empresa privada y acosarla fiscalmente, y por la otra, promover una empresa pública (Boliviana de Aviación o BoA) mediante el mecanismo del “dumping”, subsidiándola para que funcionara a precios inferiores a los vigentes en el mercado. Es decir, mediante la competencia desleal.



El resultado es que Bolivia podría estar a punto de ingresar en un régimen de monopolio estatal del aire, a costa de la libertad de elección de todos los ciudadanos y del trabajo de más de 1.000 empleados de la aerolínea privada.

De esta forma, el país se encamina por el rumbo contrario al que recomiendan los expertos en el tema, que aconsejan una política de “cielos abiertos”, donde toda aerolínea que lo desee pueda competir por los diversos destinos, sin restricciones.

Sin embargo, la racionalidad económica topa ahora con la maquinaria de un régimen burocrático, que necesita la expansión del Estado como herramienta de control político de la población y como instrumento de provisión de empleo para sus “bases”.

De concretarse el monopolio aéreo del Estado, no tardaremos en ver cómo las tarifas de la aerolínea pública se elevan, dado que ya no existe la “amenaza” privada.

Y mientras se persigue fiscalmente a los emprendimientos ciudadanos, las entidades estatales gozan de distintos privilegios impositivos…

[email protected]